lunes, 14 de noviembre de 2016

Soportando La Corrección



Bienaventurado el hombre a quien castigas, oh SEÑOR, y le enseñas de tu ley. Salmo 94:12

Verdaderamente esto es un dolor, y debo soportarlo. - Jeremías 10:19.


¡Aguanta tus murmullos, que el cielo juzgue!
El paciente ve el rostro amoroso de Dios;
Que llevan sus cargas sin quejarse,
Son los que ganan la gracia del Padre.

No corras a esto y aquello para consolarte cuando estás en problemas, pero soporta. Siéntate incómodamente en silencio, mantén un silencio incómodo, se paciente.
Las palabras duras serán fastidiosas, la crueldad penetrará; La negligencia herirá; Los males amenazantes harán temblar el alma; El dolor agudo o el cansancio estorbarán el cuerpo, o lo harán inquieto. Pero, ¿qué dice el salmista? "Cuando mi corazón se enfade, me quejaré." ¿A quién? No de Dios, pero si ire Dios.
Seguramente, he pensado, no quiero tener un dolor el cual podría no ser un dolor. Siento que pronto podré tomar mi cruz en un espíritu diferente, y entonces todo irá bien. La vida del discipulado es tomar todos los días mi cruz y seguirle de cerca.
Si trato de huir del dolor, estaré bien pero no creceré en fortaleza como requiero para mi desempeño en mi propósito. El dolor controlado es una señal de que mis músculos están creciendo cuando hago ejercicios, el dolor excesivo es señal de que algo quiere destruirme. Dios no me dará ninguna prueba que no pueda resistir y toda prueba me servirá para crecer y fortalecerme.
Señor que pueda ver cada situación como una oportunidad para crecer y fortalecerme, que Tú estés presente en mis luchas y en mis fatigas. Señor que tenga valentía para afrontar cada situación y asumir mis responsabilidades. Señor ayúdame en mis debilidades y guíame por el camino recto. Señor que cuando sea corregido por Tú Palabra mi corazón pueda sentir esa corrección y buscar Tu perdón y Tu aceptación. En Jesucristo. Amen

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