miércoles, 23 de noviembre de 2016

Servir por Una Mujer


"Israel sirvió para adquirir mujer,  y por adquirir mujer fue pastor.".
Oseas 12:12

Jacob, al mismo tiempo que discutía con Labán, describe así su propio trabajo: "Estos veinte años he estado contigo, lo que se comió la bestia, no te traje a ti: la que perdí, de mi mano la pediste, Ya sea que la  robaron de día, o robaron por la noche, así era yo: en el día la sequía me consumía, y la helada de noche, y mi sueño se alejaba de mis ojos ".

Aún más difícil que esto fue la vida de nuestro Salvador aquí abajo. Él cuidó de todas Sus ovejas hasta que Él se rindió como lo dice Su último relato, "De todos los que me has dado, no he perdido nada". Su cabello estaba húmedo de rocío, y sus esclusas con las gotas de la noche. El sueño se apartó de sus ojos, porque durante toda la noche estuvo en oración luchando por su pueblo. Una noche le  imploró a Pedroque lo acompañara a orar.

Ningún pastor sentado bajo los cielos fríos, mirando hacia las estrellas, podría jamás pronunciar tales quejas debido a la dureza de su trabajo como Jesucristo él no tenía por qué hacerlo,  la severidad de Su servicio era Para procurar a su Iglesia.


"Montañas frías y el aire de medianoche,
Testificó el fervor de su oración;
El desierto Sus tentaciones sabían,
Su conflicto y Su victoria también. "


Es dulce habitar en el paralelo espiritual de Labán, habiendo requerido todas las ovejas a manos de Jacob. Si fueran muertas por las  bestias, Jacob debía reponerlas; Si alguno de ellas moría o se perdía no había excusa debían ser repuestas . ¿No fue la fatiga de Jesús por Su Iglesia el trabajo de alguien que estaba bajo las obligaciones de llevar a todo creyente a salvo a la mano de Aquel que los había confiado a Su cargo? Mire a Jacob, y usted ve una representación de Aquel de quien leemos, "Él alimentará a su rebaño como un pastor".

Muchos quieren tener bendiciones eternas pero reposan como Laban, sólo esperan que se les dé su recompensa, sólo piden, sólo buscan, reclaman, pero dan muy poco. Amar a las ovejas, amar a los tuyos,  cuidarlos, protegerlos y orar por ellos, es el trabajo de todo aquel que Dios le ha colocado responsabilidad, pero también autoridad. Sólo los que han crecido y madurado pueden gozar y reclamar su herencia. Los niños no pueden gozar de las bendiciones de un reinado que implica autoridad.

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