domingo, 18 de febrero de 2024

“Compartiendo la Gloria: Herederos en el Sufrimiento y la Esperanza”



Así que como somos sus hijos, también somos sus herederos. De hecho, somos herederos junto con Cristo de la gloria de Dios; pero si vamos a participar de su gloria, también debemos participar de su sufrimiento”. Romanos 8:17 (NTV)

Hoy en día podemos ver muchas enseñanzas, palabras, predicaciones y mensajes, acerca de cosas hermosas de Dios y de lo que Dios ofrece. Es cierto que Dios ofrece la vida eterna para todo aquel que decide aceptar a Jesucristo como el Hijo de Dios y seguirle. Sin embargo no nos presentan el mensaje completo, esconden una parte muy importante y esa parte es el sufrimiento, las pruebas y adversidades.

El versículo leído al comienzo nos hace pensar en nuestra condición de hijos de Dios y herederos de Cristo para su gloria. Como hijos de Dios, debemos compartir la gloria de Dios, pero este versículo también nos pide que pensemos en la otra cara de la moneda: nuestra participación en el sufrimiento del Mesías.

Ser heredero de la gloria de Dios conlleva también una responsabilidad profunda, que es la de participar de todo corazón en el sufrimiento de Cristo. Quizás usted se sorprenda, porque nunca le hablaron de esto, pero permítame decirle que así está escrito.  Esto significa no sólo enfrentar problemas o persecución por nuestra fe, sino también estar dispuestos a morir al egoísmo, el pecado,  a los deseos del mundo, a nuestras pasiones y deseos engañosos. 

Participar del sufrimiento de Cristo es seguir su ejemplo desarrollar la humildad, vivir en amor sacrificial y someter nuestra voluntad en completa sumisión a la voluntad del Padre.

Al meditar seriamente en estos versículos, comprenderemos que la gloria que nos hace herederos viene con el llamado a seguir a Cristo en todos los ámbitos de nuestra vida, y esto incluye  el sacrificio y el sufrimiento. En tiempos de dolor y lucha, desarrollamos carácter y nos comenzamos a parecer   más como Cristo, también  descubrimos lo hermoso y profundo que puede ser nuestra relación con Dios. 

Esto nos lleva a meditar que es más importante ver con los ojos de la eternidad y vivir de acuerdo a esta para la gloria de Dios,  hay un propósito en  atravesar esos  momentos de alegría y de dolor, y en todas estas cosas Dios obra por nosotros, siempre para cosas buenas, pero siempre para  su gloria. Vive según el ejemplo eterno.

Oración

Amoroso Padre, estamos agradecidos por llamarnos tus hijos y herederos de tu gloria junto con Cristo. Hoy te pedimos nos des  la fortaleza y la fe para participar en el sufrimiento pero también  en la esperanza, que podamos tener conocimiento  que en todo momento estás obrando para nuestro bien y tu gloria. Que nuestras vidas manifiesten la entrega y el amor de Cristo, encontrando consuelo y propósito en compartir tanto en tus padecimientos como en tu triunfo. En el nombre de Jesucristo. Amen.

sábado, 17 de febrero de 2024

"Renovación en Cristo: Abrazando la Nueva Naturaleza"


“Ya que han oído sobre Jesús y han conocido la verdad que procede de él, desháganse de su vieja naturaleza pecaminosa y de su antigua manera de vivir, que está corrompida por la sensualidad y el engaño. En cambio, dejen que el Espíritu les renueve los pensamientos y las actitudes. Pónganse la nueva naturaleza, creada para ser a la semejanza de Dios, quien es verdaderamente justo y santo”. Efesios 4:21-24 (NTV)

Este es un texto muy conocido que se ha utilizado muchas veces para dirigir a los creyentes a dejar la vieja naturaleza pecaminosa y ser renovados por el Espíritu de Dios. Cuando escuchamos acerca de Jesús y conocemos la verdad que proviene de él, somos llamados a un cambio profundo, verdadero e importante en nuestras vidas. 

Es un cambio que va más allá de simplemente abandonar los caminos pecaminosos; Es un cambio que cambia nuestra forma de pensar y actitud. Al eliminar nuestra antigua forma de vida, que está corrompida por la sensualidad y el engaño, le damos espacio al Espíritu Santo para renovar nuestros pensamientos y actitudes. Implica un proceso de transformación interior que nos alinea con la nueva naturaleza que Dios ha creado en nosotros. 

Esta nueva naturaleza es creada para reflejar la semejanza de Dios, quien es verdaderamente justo y santo. El llamado es claro: revestirse de la nueva naturaleza significa vivir según los valores y el carácter de Dios. Esto no lo podemos lograr por nuestras propias fuerzas, sino por la obra transformadora del Espíritu Santo dentro de nosotros.

Al aceptar este cambio, nos convertimos en testigos vivos del poder de Dios para transformar vidas e instrumentos de su amor y gracia en el mundo. Recordemos buscar constantemente la renovación de nuestra mente y actitud y vivir en la plenitud de la nueva naturaleza que Dios ha creado en nosotros. Que cada día reflejemos más fielmente la imagen de Dios en nuestras vidas, seamos luz y esperanza en un mundo que necesita de su amor..

Oración

Querido Dios, hoy te pedimos que nos ayudes a despojarnos de nuestra vieja naturaleza pecaminosa y a permitir que tu Espíritu renueve nuestros pensamientos y actitudes. Ayúdanos a vivir en la plenitud de la nueva naturaleza que has creado en nosotros, reflejando fielmente tu carácter justo y santo en todo lo que hacemos. En el nombre de Jesucristo. Amén.


jueves, 15 de febrero de 2024

Esta Parte De Mi Busca Pecar



“Si afirmamos que no tenemos pecado, lo único que hacemos es engañarnos a nosotros mismos y no vivimos en la verdad”. 1 Juan 1:8 (NTV)

En 1 Juan 1:8, se nos dice que afirmar que no tenemos pecado es autoengaño y alejamiento de la verdad. Esta reflexión de hoy nos invita a examinar nuestras vidas a la luz de la Palabra de Dios y a reconocer nuestra necesidad del perdón y la gracia de Dios.


Reconociendo nuestra naturaleza pecaminosa

La Palabra de Dios nos revela que todos hemos pecado y estamos separados de la santidad de Dios.

Al reconocer nuestra propia naturaleza pecaminosa, nos abrimos a la necesidad de la redención y restauración que solo pueden venir a través de Jesucristo. Muchos niegan esto en sus vidas, esto les lleva a una confrontación brutal y encarnizada. Reconocer el pecado es una de las cosas que nos abren camino al arrepentimiento.

Viviendo en la verdad

Vivir en la verdad implica reconocer humildemente nuestra condición pecaminosa y depender completamente del perdón y la gracia de Dios.

Al hacerlo, experimentamos la libertad que proviene de una relación restaurada con Dios y nos abrimos a su transformación en nuestras vidas. Hay cosas en cada uno de nosotros que nos llevan a pecar, Jesús nos dice que con él podemos vencer estas tentaciones y pruebas, esa inclinación al mal debe ser sometida diariamente en la cruz  y expuesta a Jesús. Vivir en la verdad nos hace estar atentos a los posibles errores y caídas.

La importancia de la humildad y la confesión

La humildad nos permite reconocer nuestra necesidad de Dios y de su perdón constante. La confesión sincera de nuestros pecados nos libera del peso del engaño y nos acerca a la verdad que es Jesucristo. La palabra revela que el que confiesa su pecado y se aparta de el alcanzará misericordia. 


Debemos tomar la importancia de vivir en la verdad, reconociendo nuestra condición pecaminosa y dependiendo completamente del amor y la gracia de Dios. Que nuestra vida sea un testimonio de humildad, confesión y búsqueda constante de una relación más profunda con nuestro Salvador.


Oración

Querido Señor, en  este momento vamos a ti para reconocer humildemente nuestras propias faltas y pecados. Conscientes de que negar nuestra condición pecaminosa solo nos llevaría a un engaño y separación de la verdad, venimos ante ti con corazones arrepentidos.

Reconocemos que todos hemos pecado y estamos necesitados de tu gracia y perdón. Te pedimos que nos ayudes a vivir en la verdad, reconociendo nuestra dependencia de ti en cada aspecto de nuestras vidas.

Que nuestra humildad nos permita confesar nuestros pecados y buscar constantemente una relación más profunda contigo. Que nuestras vidas sean testimonio de tu amor transformador y de la libertad que viene de vivir en comunión contigo.

Te agradecemos, Señor, por tu amor incondicional y por la redención que encontramos en Jesucristo. En su nombre oramos, amen.


domingo, 11 de febrero de 2024

“Fortaleza Espiritual: El Poder que nos Sostiene”

Para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu. Efesios 3:16.

En este verso, el apóstol Pablo ora para que Dios fortalezca a los creyentes con poder a través de su Espíritu en lo más profundo de sus seres. Esta fortaleza interior es crucial para vivir una vida cristiana plena y fructífera, especialmente en medio de desafíos y dificultades.

La fortaleza a través del Espíritu Santo

- El pasaje nos recuerda que la fortaleza que necesitamos no proviene de nuestras propias habilidades o recursos, sino del poder de Dios a través del Espíritu Santo.

- La fortaleza espiritual nos capacita para perseverar en la fe, resistir la tentación y mantenernos firmes en la verdad, incluso cuando enfrentamos adversidades. 

La importancia de la fortaleza interior

- En un mundo lleno de incertidumbre y pruebas, la fortaleza interior nos sostiene y nos ayuda a mantenernos fieles a Dios.

- Esta fortaleza no solo nos beneficia individualmente, sino que también nos capacita para ser testigos efectivos y servir a los demás con amor y compasión. 

Aplicación Practica 


- Buscar la fortaleza de Dios a través de la oración y el estudio de la Palabra es fundamental para fortalecer nuestra fe.

- Al experimentar la fortaleza de Dios en nuestras vidas, podemos ser agentes de esperanza y amor en un mundo necesitado. 

Oración

"Querido Dios, te pedimos que fortalezcas nuestros corazones con tu poder a través de tu Espíritu Santo. Reconocemos que nuestra fortaleza no proviene de nuestras propias habilidades, sino de tu incomparable poder. Ayúdanos a perseverar en la fe, resistir la tentación y permanecer firmes en tu verdad, incluso en medio de los desafíos y dificultades que enfrentamos. Que tu fortaleza interior nos capacite para ser testigos efectivos y para servir a los demás con amor y compasión. Ayúdanos a buscar tu fortaleza a través de la oración y el estudio de tu Palabra, para que podamos reflejar tu amor y gracia en un mundo que tanto lo necesita. En el nombre de Jesús, amén."

lunes, 5 de febrero de 2024

La Provisión Constante de Dios

La provisión constante de Dios

Recuerden que nunca les ha faltado nada porque el SEÑOR su Dios los ha bendecido a ustedes en todo lo que han hecho. Dios los cuidó mientras recorrían este gran desierto, y durante los últimos 40 años el SEÑOR ha estado con ustedes» Deuteronomio 2:7.

Esta palabra  nos recuerda la fidelidad y provisión constante de Dios hacia su pueblo a lo largo de sus travesías en el desierto. Este pasaje es un recordatorio poderoso de que, incluso en medio de las pruebas y los desafíos, Dios cuida y provee para su pueblo de manera constante.


El relato bíblico nos muestra que, a pesar de las dificultades y la incertidumbre que enfrentaba el pueblo de Israel en el desierto, Dios estuvo presente y fiel en todo momento. Él bendijo y cuidó a su pueblo, asegurándose de que no les faltara nada, demostrando así su amor y fidelidad inquebrantables.

Esta verdad atemporal nos invita a reflexionar sobre la provisión constante de Dios en nuestras propias vidas. En medio de nuestras travesías personales, en los momentos de sequedad y desafíos, Dios nos cuida y provee de manera continua. Su amor y fidelidad son inagotables, y su provisión va más allá de nuestras necesidades materiales, abarcando también nuestras necesidades emocionales, espirituales y relacionales.

Somos llamados a confiar en la fidelidad de Dios, recordando que Él nunca nos abandona, incluso en los desiertos de la vida. Su provisión constante es un testimonio de su amor incondicional y su compromiso eterno hacia su pueblo.

Debemos confiar en la provisión divina, agradeciendo por sus bendiciones diarias,  reconociendo su cuidado constante en cada aspecto de nuestras vidas. En medio de los desiertos y desafíos, recordemos que el Señor nuestro Dios está con nosotros, bendiciéndonos y cuidándonos en todo lo que hacemos.


viernes, 2 de febrero de 2024

Te Elegí Porque Te Amo


Dios quiere bendecirnos de esta manera porque nos eligió por amor antes de la creación del mundo para que fuéramos su pueblo santo sin falta ante él. Por el amor que tiene. Efesios 1:4.

En este  versículo de Efesios se nos revela una verdad asombrosa: antes de la creación del mundo, Dios nos eligió por amor para que fuéramos su pueblo santo, sin falta ante Él. Esta elección divina es un testimonio del amor incondicional de Dios hacia nosotros, y también nos desafía a vivir una vida que refleje esta santidad y amor.

La elección de Dios no está basada en méritos humanos, sino en su amor eterno. Antes de que el tiempo comenzara, Él nos miró con amor y nos designó como suyos. Esta verdad nos llena de asombro y gratitud, al comprender que somos amados y elegidos por el Creador del universo.

Esta elección divina no es simplemente un acto de favoritismo, sino un llamado a vivir una vida santa y sin falta ante Dios. Somos llamados a reflejar el amor de Dios en nuestra relación con Él y con los demás, a vivir en obediencia y devoción, siendo transformados a su semejanza por su gracia y poder.

Vivir una vida santa y sin falta no significa perfección absoluta, sino una vida que busca honrar a Dios en todo momento, reconociendo nuestra dependencia de su gracia y buscando su voluntad en todo lo que hacemos. Es un llamado a apartarnos del pecado y a abrazar la bondad, la compasión y la justicia que fluyen del amor divino.

En última instancia, la elección y el amor de Dios son la base de nuestra identidad y llamado como creyentes. Somos amados, elegidos y capacitados por Dios para vivir una vida que honre su santidad y amor. Que esta verdad transformadora nos inspire a buscar una vida de santidad, entregada al servicio de Dios y al prójimo, en respuesta al amor inmenso que Él ha derramado sobre nosotros.

Que la elección y el amor de Dios nos impulsen a vivir de manera que reflejemos su santidad y amor en todo lo que somos y hacemos, siendo testigos vivos de su gracia y fidelidad en el mundo.


Oración

Amado Padre, en tu eterno amor, nos has escogido para ser tu pueblo santo, sin falta delante de ti, incluso antes de la creación del mundo. Esta revelación asombrosa de tu elección nos llena de gratitud y asombro, al comprender que tu amor eterno nos ha designado como tuyos desde antes de que el tiempo comenzara.

Ayúdanos a vivir vidas que honren tu santidad, buscando tu voluntad en todo lo que hacemos y reconociendo nuestra dependencia de tu gracia. Que podamos apartarnos del pecado y abrazar la bondad, la compasión y la justicia que emanan de tu amor divino.

Que cada uno de nosotros, como tus elegidos, pueda reflejar tu santidad y amor en todas nuestras acciones, convirtiéndonos en testigos vivos de tu gracia y fidelidad en el mundo. Amén.

Creciendo juntos en amor


La comunidad cristiana como una familia espiritual.

el cuerpo entero depende de él. Por medio de él, todas las partes del cuerpo están ligadas y se mantienen unidas. Cada parte cumple su función y así todo el cuerpo crece y se fortalece por el amor. Efesios 4:16. (BDPT)

En Efesios 4:16, el apóstol Pablo nos brinda una hermosa imagen de la comunidad cristiana como un cuerpo unido en amor y propósito. Este versículo nos recuerda que, al actuar juntos en amor, cada miembro de la comunidad contribuye al crecimiento espiritual y personal de los demás, como si fuéramos ligamentos que sostienen y ajustan el cuerpo de Cristo.

En el seno de la comunidad cristiana, encontramos un hogar espiritual que nos nutre y nos desafía a crecer. Al igual que en una familia amorosa, cada miembro tiene un papel vital en el bienestar y crecimiento de los demás. La comunidad cristiana es el lugar donde encontramos apoyo, corrección amorosa, ánimo y compañerismo en nuestra jornada de fe.

Así como los ligamentos sostienen el cuerpo físico, en la comunidad cristiana encontramos el soporte necesario para sostenernos en momentos de dificultad, y la corrección amorosa que nos ayuda a mantenernos en el camino de la fe. A través de la interacción con otros creyentes, somos ajustados y fortalecidos, creciendo juntos en amor y en conocimiento de Cristo.

En este contexto, la actividad de cada miembro cobra un significado especial. Nuestro compromiso, servicio y amor hacia los demás no solo nos beneficia individualmente, sino que contribuye al crecimiento y edificación de toda la comunidad. Al actuar en amor y unidad, nos convertimos en instrumentos de bendición y crecimiento mutuo.

En conclusión, el versículo de Efesios 4:16 nos invita a reflexionar sobre el papel vital de la comunidad cristiana como una familia espiritual. En este contexto, cada miembro es importante, cada interacción es significativa y cada acto de amor y servicio contribuye al crecimiento y edificación mutua. Que podamos abrazar esta hermosa realidad y comprometernos a ser ligamentos que sostienen y ajustan, edificando y creciendo juntos en amor, en la familia espiritual que es la comunidad cristiana.

Oración

Dios amoroso, en tu infinita sabiduría, Tu nos has unido como miembros de tu cuerpo espiritual que es  la comunidad cristiana. Como ligamentos que sostienen y ajustan el cuerpo de Cristo, nos brindas la oportunidad de crecer y fortalecernos los unos a los otros. En esta familia espiritual, encontramos ánimo, corrección amorosa y compañerismo que necesitamos para perseverar en la fe.

Señor, Ayúdanos a reconocer la importancia de cada persona, y  que nuestras interacciones estén impregnadas de amor, cariño y cuidado, fortaleciendo así la unidad y el crecimiento espiritual de todos. Transformándonos en instrumentos de bendición y edificación mutua, a través de nuestro compromiso, servicio y amor hacia nuestros hermanos en la fe y el mundo.

Padre Eterno, que podamos abrazar la belleza de ser parte de una familia espiritual, donde cada uno cumple un papel vital, y donde juntos crecemos en amor y en conocimiento de ti, nuestro Señor. En Jesucristo tu amado Hijo. Amén.