jueves, 6 de diciembre de 2018

El Reto De Goliat



1 Samuel 17:1-11.
Los filisteos reunieron sus ejércitos para la guerra, se congregaron en Soco, que es de Judá, y acamparon entre Soco y Azeca, en Efes-damim.También Saúl y los hombres de Israel se reunieron, acamparon en el valle de Ela, y se pusieron en orden de batalla contra los filisteos.Los filisteos estaban sobre un monte a un lado, e Israel estaba sobre otro monte al otro lado, quedando el valle entre ellos.Salió entonces del campamento de los filisteos un paladín llamado Goliat, oriundo de Gat, que medía seis codos y un palmo de altura.Llevaba un casco de bronce en su cabeza y vestía una coraza de malla; la coraza pesaba cinco mil siclos de bronce.En sus piernas tenía canilleras de bronce y una jabalina de bronce a la espalda.El asta de su lanza era como un rodillo de telar y la punta de su lanza pesaba seiscientos siclos de hierro. Delante de él iba su escudero.Goliat se paró y dio voces a los escuadrones de Israel, diciéndoles:
—¿Para qué os habéis puesto en orden de batalla? ¿No soy yo el filisteo y vosotros los siervos de Saúl? Escoged de entre vosotros un hombre que venga contra mí.Si él puede pelear conmigo y me vence, nosotros seremos vuestros siervos; y si yo puedo más que él y lo venzo, vosotros seréis nuestros siervos y nos serviréis.Hoy yo he desafiado—añadió el filisteo—al campamento de Israel; dadme un hombre que pelee conmigo.
Al escuchar Saúl y todo Israel estas palabras del filisteo, se turbaron y tuvieron mucho miedo.
  Reina Valera Revisada (1995) Bible Text. electronic ed. Miami : Sociedades Biblicas Unidas, 1998, S. 1 Sm 17.1-11.
En el pasaje leído los filisteos se encuentran en Soco e Israel, en el valle de Ela. Goliat, del ejercito de los filisteos, se burla del ejército de Israel. Les reta arguyendo que si alguien de Israel pelea con él  y lo vence, los flisteos se convertirán en sus siervos, pero si él es  vencido, entonces Israel se convertiría en siervos de los filisteos. El desafío de Goliat causa gran temor a Saúl y a todo su ejército.
En este relato de la Biblia podemos ver algo muy peculiar que Goliat en su desafío hace una pregunta “¿Por qué han salido en orden de batalla?
De esta pregunta se deriva todo lo que aconteció en ese escenario de batalla.
1.     El enemigo trata de desarmar el orden de batalla, la disciplina, moral, sujeción y planes establecidos para la batalla.
2.     El enemigo desafía personalmente para hacerte salir de cobertura. El reta el orgullo individual. Te hace parecer idiota para que luches con él.
3.     Esclaviza, grupos, pueblos y naciones por vencer a uno sólo.
a.     El vence a los líderes de una nación  o sus cabezas y a los demás los convierte en servidores.
b.     Esclaviza familias por vencer a los Padres o abuelos.
c.      Desmoraliza a iglesias por vencer a su pastor, líder espiritual o personas que están a la cabeza.
d.     Desorganiza, quiebra, arruina organizaciones, empresas, industria por desviar al líder que tiene la visión, disminuirlo, bajar su moral y afectar su espíritu.

4.     El enemigo se confía en su fuerza, tamaño y experiencia.
5.     El enemigo está bien armado, bien entrenado y bien protegido.
6.     El enemigo no viene sólo viene con su escudero, detrás está el ejército.
7.     El enemigo miento miente y engaña. Ellos no pensaban en convertirse en siervos. Goliat fue vencido y ellos no se entregaron como siervo. Lo que incluyó la persecución y la guerra.
8.     El enemigo busca confrontación, pelea, que te alteres, que te salga la ira, el enojo, la rabia
9.     El enemigo puede ser derrotado aunque tenga  fuerza, armas y experiencia.
10.               Dios usa a personas:
a.     Sencillas.
b.     Santas.
c.      Con Valor y coraje.
d.     Que esté dispuestos a ir al campo de batalla.
e.     Que crean y tengan fe en que Dios les puede hacer vencedores.

martes, 4 de diciembre de 2018

LA ADORACIÓN DE CORAZÓN


1 Samuel 16:14-21 RV 1960

 El Espíritu de Jehová se apartó de Saúl, y le atormentaba un espíritu malo de parte de Jehová.
Y los criados de Saúl le dijeron: He aquí ahora, un espíritu malo de parte de Dios te atormenta.
Diga, pues, nuestro señor a tus siervos que están delante de ti, que busquen a alguno que sepa tocar el arpa, para que cuando esté sobre ti el espíritu malo de parte de Dios, él toque con su mano, y tengas alivio.
Y Saúl respondió a sus criados: Buscadme, pues, ahora alguno que toque bien, y traédmelo.
Entonces uno de los criados respondió diciendo: He aquí yo he visto a un hijo de Isaí de Belén, que sabe tocar, y es valiente y vigoroso y hombre de guerra, prudente en sus palabras, y hermoso, y Jehová está con él.
Y Saúl envió mensajeros a Isaí, diciendo: Envíame a David tu hijo, el que está con las ovejas.
Y tomó Isaí un asno cargado de pan, una vasija de vino y un cabrito, y lo envió a Saúl por medio de David su hijo.
Y viniendo David a Saúl, estuvo delante de él; y él le amó mucho, y le hizo su paje de armas.

Cuando una persona se aleja de Dios está expuesta al tormento emocional, espiritual,  a las preocupaciones y ansiedades del mundo.

Cuando buscamos a Dios de todo corazón nuestras cargas, angustias  y ansiedades son quitadas y en nuestro corazón se deposita la paz, el amor, la esperanza y la fe que nos ayudan día a día a vencer.

Cuando nosotros nos convertimos en adoradores de corazón, podemos influenciar a los demás y alejar de sus vidas lo malo que puede afectarlos.

Al adorar al Señor somos reconocidos por los demás y ellos ven en nosotros las buenas cualidades que Dios nos ha provisto.

Adorar de corazón a Dios forma en nosotros carácter, este se refleja en nuestra valentía, en nuestra fuerza interior, en nuestro ánimo, nuestra prudencia, sabiduría, nuestra forma de hablar cambia y nuestra manera de comportarnos se transforma, somos obedientes y serviciales y hallamos gracia a los ojos de los demás.




miércoles, 28 de noviembre de 2018

Todo tiene su tiempo, pero no todos tienen el mismo tiempo




Eclesiastés 3:3-15 RV 1960.

tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar;
tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar;
tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar;
tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar;
tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar;
tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.
¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana?
Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él.
 Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.
 Yo he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, y hacer bien en su vida;
 y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor.
He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres.
 Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó.


Todo tiene su tiempo, pero no todos tienen el mismo tiempo y no les suceden las mismas cosas a las personas de la misma manera o en el mismo tiempo.

La versión de Oro lo traduce así: “Todas las cosas tienen su tiempo, y todo lo que hay debajo del cielo pasa en el término que se le ha prescrito.” NO elegimos el momento de nuestro nacimiento, pero nacemos, no elegimos las etapas de la vida, pero las experimentamos y ellas vienen sin que podamos hacer nada para evitarlas. El tiempo de nacer ni siquiera estábamos en la capacidad de saber, el tiempo de morir algunos pueden presentirlo, pero no se puede evitar.

Conocer los tiempos y saber el propósito de Dios en ellos es de mucha importancia en nuestra vida. La palabra nos dice que debemos pedirle al Señor que nos enseñe a contar nuestros años y poder así adquirir enseñanza. Una de las enseñanzas notables que podemos sacar de esto, es que aunque puedan existir tiempos difíciles, malos. A palabra nos dice que aunque hay un tiempo para arrancar hay otro tiempo para plantar, aunque hay un tiempo para destruir también hay un tiempo para construir,  la palabra nos continúa aclarando que aunque hay un tiempo para llorar también hay un tiempo para reír, aunque hay un tiempo para separarse hay un tiempo para abrazarse de nuevo, aunque ha un tiempo para odiar llega un tiempo para amar, aunque hay un tiempo en que rasgamos las ropas llega un tiempo de coser de nuevo. Dios en medio del tiempo también dispuso una salida, una reconciliación, un regreso de un hijo, la vuelta del padre que se fue, el regreso del amor, el regreso de la salud. En las crisis no entendemos las cosas pero lo mejor que podemos hacer es confiar en Dios que él va a traer un tiempo nuevo de restauración de bendición y de felicidad.

Todo sucede a su debido tiempo. Sin embargo, Dios puso en la mente humana la habilidad de entender el paso del tiempo. Aprendí que lo mejor que puede hacer la gente es ser feliz y disfrutar mientras viva y hacer el bien. Dios quiere que todos coman, beban y disfruten de su trabajo. La vida es un don de Dios. Aprendí que todo lo que Dios hace dura para siempre. Los seres humanos no le pueden agregar ni quitar nada al trabajo de Dios. Dios se encargará de lo que está más allá de la comprensión de los seres humanos. Y así como las cosas malas tuvieron un tiempo  en tu vida, las cosas buenas y hermosas llegaran a tu vida en su tiempo. Dios te bendiga grandemente.



lunes, 26 de noviembre de 2018

LA VANIDAD DE LA VANIDAD






Eclesiastés  2:12-23 RV 1960.

Después volví yo a mirar para ver la sabiduría y los desvaríos y la necedad; porque ¿qué podrá hacer el hombre que venga después del rey? Nada, sino lo que ya ha sido hecho.
Y he visto que la sabiduría sobrepasa a la necedad, como la luz a las tinieblas.
El sabio tiene sus ojos en su cabeza, mas el necio anda en tinieblas; pero también entendí yo que un mismo suceso acontecerá al uno como al otro.
Entonces dije yo en mi corazón: Como sucederá al necio, me sucederá también a mí. ¿Para qué, pues, he trabajado hasta ahora por hacerme más sabio? Y dije en mi corazón, que también esto era vanidad.
Porque ni del sabio ni del necio habrá memoria para siempre; pues en los días venideros ya todo será olvidado, y también morirá el sabio como el necio.
Aborrecí, por tanto, la vida, porque la obra que se hace debajo del sol me era fastidiosa; por cuanto todo es vanidad y aflicción de espíritu.
Asimismo aborrecí todo mi trabajo que había hecho debajo del sol, el cual tendré que dejar a otro que vendrá después de mí.
Y ¿quién sabe si será sabio o necio el que se enseñoreará de todo mi trabajo en que yo me afané y en que ocupé debajo del sol mi sabiduría? Esto también es vanidad.
Volvió, por tanto, a desesperanzarse mi corazón acerca de todo el trabajo en que me afané, y en que había ocupado debajo del sol mi sabiduría.
¡Que el hombre trabaje con sabiduría, y con ciencia y con rectitud, y que haya de dar su hacienda a hombre que nunca trabajó en ello! También es esto vanidad y mal grande.
Porque ¿qué tiene el hombre de todo su trabajo, y de la fatiga de su corazón, con que se afana debajo del sol?
Porque todos sus días no son sino dolores, y sus trabajos molestias; aun de noche su corazón no reposa. Esto también es vanidad.


Pensar aún en la vanidad es vanidad.
Cuando tenemos una perspectiva solamente de la vida  terrenal como lo único que viviremos, llegamos a frustrarnos y vivir decepcionados. El predicador en Eclesiastés, solo conocía una perspectiva terrenal, no pudo ver más allá. Jesucristo vino para enseñarnos acerca de la vida eterna que tenemos en él, y nos dio esperanza para vivir con visión de que hay una vida después de la muerte.

El pensar que todo está en está vida, hará que perdamos todo sentido de nuestra verdadera existencia, somos espíritu, alma y cuerpo. La palabra  dice que el espíritu va a Dios, sin embargo el cuerpo muere y vuelve a la tierra.

Pensar y pensar en las cosas de este mundo, sin tener a Dios como el centro de todas las cosas, nos hace pensar en que nada tiene sentido. Tal vez este sea el por qué muchos viven sus días amargados, desanimados y sin propósito. La creencia en la existencia de un mundo mejor fuera de esta realidad momentánea, nos hace pensar en las palabras de nuestro Señor. “Iré a prepararles morada”.

Es la fe, la que nos hace tener esperanza, sentido y propósito. Si se tiene sabiduría, pero no se tiene fe en Dios, veremos el mundo como un lugar sin sentido, sin oportunidad y nada de lo que hayamos hecho valió la pena.

viernes, 28 de septiembre de 2018

Bendiciones espirituales en lugares celestiales




Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo. Efesios 1:3.

Espiritual es la palabra pneumatikós (πνευματικός G4152)  en griego se refiere a algo no carnal, etéreo, espíritu, algo sobrenatural o divino.

Hay bendiciones que van directamente a lo espiritual. Aunque las bendiciones espirituales repercuten en lo físico, su verdadero propósito es ir a la parte espiritual y causar el efecto deseado. El versículo antes leído nos señala bien que son espirituales en regiones celestiales, por lo cual no tienen una conexión directa con lo material.

De alguna forma nosotros podemos alcanzar estas bendiciones, porque si no fuera así, ni se mencionaría en la Biblia. Pero la verdad es que nuestro verdadero origen es espiritual y aunque el cuerpo se deteriora y muere el espíritu sigue intacto, y viviendo en algún lado. Nosotros como creyentes sabemos que estamos en lugares celestiales, sentados juntamente con Cristo, de alguna manera nuestro espíritu se conecta con Cristo Jesús y está en los mismos lugares que él está. De la misma forma que fuimos juntamente crucificados y resucitados con Cristo, podemos vivir juntamente con Cristo en el presente sin esperar a morir en el futuro, para poder experimentar esta bendición.

Jesucristo dijo que donde él estuviera nosotros también estaremos. Jesucristo manifestó que él y el Padre eran uno, también aseveró que quien lo había visto a él había visto al Padre. Nosotros de alguna forma al nacer de nuevo somos parte de su cuerpo y somos uno con Jesucristo. Estamos viviendo en Jesucristo y él vive en nosotros.

Cuando recibimos a Cristo en nuestra vida, ocurre un nuevo nacimiento y nacemos en el espíritu, o sea que nos convertimos en parte de lo espiritual, somos ciudadanos del reino espiritual. Esta nueva naturaleza que poseemos es más poderosa que la naturaleza terrenal. El apóstol Pablo narró que mientras su cuerpo físico estaba en la tierra interactuando, viviendo, durmiendo o meditando, el se encontraba a la misma vez en el tercer cielo, experimentando cosas que él mismo dice no tener palabras para describirlas. Algo similar le ocurrió al apóstol Juan y a otros profetas y personajes en la Biblia.

El Señor Jesucristo dijo que se iba para prepararnos mansiones para nuestra estadía en esos lugares. En la carta del apóstol Pablo a los efesios se menciona que tenemos lucha contra seres espirituales en regiones celestiales, eso nos hace ver que cuando ejercemos ciertas actividades y obediencias al Señor y su reino somos participes de acciones en esos lugares celestiales. De la misma forma que podemos, pelear en contra de seres espirituales en regiones celestiales, podemos tener visiones y revelaciones en esos lugares, podemos sentarnos con Cristo, podemos dar a conocer la multiforme sabiduría de Dios a los principados y potestades en lugares celestiales, entonces también podemos ser bendecidos en lugares celestiales.

La Biblia también nos señala que hay un tabernáculo celestial y que Jesucristo es el sumo sacerdote de este tabernáculo, entonces así como en el tabernáculo terrenal el sacerdote bendecía al pueblo, en el celestial Jesucristo bendice a los que se allegan a él.

¿Cuáles son esas bendiciones espirituales?

La salvación es una bendición espiritual, del alma y del cuerpo. Pero el nuevo nacimiento es una bendición espiritual.

Somos alma, cuerpo y espíritu.

En nuestro espíritu reposa la adoración, la comunión con Dios y los dones espirituales. Estas son cosas que nos pueden trasladar a zonas espirituales ya que pertenecen a lo espiritual.

La adoración nos puede trasladar al trono de Dios, a su presencia y a sus atrios.

La comunión nos lleva a una relación con Dios, a entablar una conversación persona a persona con el Señor en regiones celestiales. Esto sucede cuando oramos y meditamos en su palabra. Cosas nos pueden ser reveladas a través de una conversación con Dios. Recordemos que en una conversación intervienen dos o más personas hablando, cuando oramos lo más lógico es que esperemos la respuesta de Dios. Podemos percibir cosas indescriptibles al andar con Dios en comunión, conocer su persona, saber cosas de él, sentirle y escucharle.

Los dones espirituales. La palabra don viene de la palabra griega “charisma” que significa regalo. Los creyentes son dotados de regalos espirituales para poder cumplir su función dentro del cuerpo de Cristo que es la iglesia.  Estos dones son ejercitados en el área espiritual, pero tienen fuerte influencia en lo terrenal. Estos son dados para la edificación de la iglesia, la iglesia está formada por seres humanos que son alma, alma cuerpo y espíritu por lo tanto los dones son usados para sanar, edificar, ministrar, ayudar, consolar, levantar y muchas otras cosas las cuales tienen que ver con el aspecto almático de la persona. Ya que lo espiritual predomina sobre lo terrenal, las cosas físicas comienzan a repararse o acomodarse. Por ejemplo cuando se ministra en áreas de milagros y sanidades, personas son sanadas en sus cuerpos por la influencia del poder espiritual proveniente de un don espiritual, aunque el don proviene de la parte espiritual, tiene el propósito de irrumpir en el área física y causar el orden original de Dios que es la sanidad. Esta sanidad tiene una diferencia con la sanidad que da la medicina, aunque las dos persiguen el mismo fin, la sanidad medica, proviene de medicamentos, sustancias químicas que reaccionan en el cuerpo causando que este responda más rápidamente a estos químicos e impulsando al mismo cuerpo a crear nuevos tejidos, aumentar la cantidad de anticuerpos o estimularlos para que reaccionen, a combatir infecciones con sustancias nuevas en el cuerpo. Aunque en el paciente se requiere la fe para ser sanado, el origen es físico, químico y somático.

En cambio en la sanidad que viene de ejercer un don espiritual esta proviene completamente del Espíritu. Pueden verse los mismos resultados que en una sanidad médica, pero en otros casos son tan asombrosos que no se pueden explicar dejando sin lugar a duda su origen espiritual.

Así como en nuestra vida terrenal tenemos bendiciones, nuestra vida espiritual tiene bendiciones también, estas bendiciones son duraderas.

Los dones espirituales son entonces bendiciones espirituales, dadas por Dios a cada creyente para llevar su propósito en el cuerpo de Cristo.

Las bendiciones espirituales pueden amplificar nuestro accionar en las regiones celestes empleando los dones espirituales, intensificar nuestras revelaciones, visiones y nuestra relación con Dios.

Seres espirituales en regiones espirituales proclaman sobre los creyentes, maldiciones, planifican y emiten condenaciones. El Señor promete condenar toda lengua que se levante contra nosotros en juicio, en lugares altos los enemigos espirituales levantan actas de decretos que van en nuestra contra. El Señor se levanta para interceder por nosotros y para proclamar bendiciones (bien decir) sobre nosotros en lugares celestiales altos, arrancando y destruyendo esas listas de maldiciones. Las bendiciones de Cristo en lugares celestiales nos cubren como ropajes de realeza que manifiestan gloria y esplendor, las bendiciones espirituales en lugares celestiales nos coloca coronas de gloria ante el Padre. El Hijo habla bien al Padre de nosotros para que podamos tener acceso al trono de la gracia mientras avanzamos en el cielo hacia el Padre. El Hijo nos va cubriendo de sus palabras eternas llena de hermosura y esplendor, esas palabras llamamos bendiciones. Con cada palabra y descripción acerca de nosotros somos empoderados en nuevas posiciones y autoridad en el cielo como seres bendecidos por Dios.

miércoles, 19 de septiembre de 2018

Bendiciones de Obediencia




Deuteronomio 28:1-2

Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios.

La obediencia, desata una serie de bendiciones para nuestras vidas.

Por eso la palabra de Dios se debe:

·        Oír atentamente.
·        Guardar.
·        Ponerla por obra en nuestras vidas.

Muchos quieren tener bendiciones pero son rebeldes y no les gusta obedecer. Al contrario de la obediencia, la desobediencia desata las maldiciones sobre una vida, familia, región o ciudad.

Algunas bendiciones son solo para los que hacen algo, las bendiciones de obediencia son para los que obedecen y hacen caso de la Palabra de Dios. Si queremos recibir estas bendiciones, tenemos que someternos, tenemos que acatar, obedecer y cumplir las ordenanzas, preceptos y palabra que Dios nos ha dado.

Aunque todos quieren las bendiciones de la obediencia, no todos están dispuestos a trabajar en sus vidas para llegar a obtenerlas. Algunos oran, ayunan y piden estas bendiciones pero no están dispuestos a pagar el precio exacto por ellas.

a.     La bendición de prosperidad y misericordia por obedecer al  confesar el pecado y apartarse de él.

El Señor desea que confesemos nuestro pecado, él quiere que abramos nuestro corazón y expresemos, en que hemos pecado, él quiere que nos sintamos arrepentidos, por esas cosas que hicimos que fueron en contra de su voluntad, palabra y deseos.

El Señor dice confiesa tu pecado y te prosperaré.

El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia. Proverbios 28:13 NTV

b.     La bendición de recibir para todas las necesidades primarias.

Las necesidades tales como comida, vestido, protección, cuidado y ser amado son suplidas al obedecer al Señor. Dios nos dice que debemos buscarle, al obedecerlo automáticamente esta bendición se activa para nosotros.

Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Mateo 6: 33.

c.      La bendición de Sobreabundancia. Obedecer trae sobreabundancia.

Hay una bendición de sobreabundancia al obedecer en diezmar y ofrendar. Muchos no experimentan esta gran bendición porque son desobedientes  cuando se trata de diezmar y ofrendar. Hemos visto por muchos testimonios, las ricas bendiciones de quienes han decidido obedecer en diezmar y ofrendar.

Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Malaquías 3:10.

d.     La bendición de hacer prosperar el camino.

Las diferentes versiones de la Biblia catalogan el versículo Josué 1:8
…Entonces tus empresas prosperarán, y tú tendrás éxito. Josué 1:8. Kadosh.

..con lo cual irás por el recto camino, y procederás sabiamente.  Versión Torres Amat.

y tendrás suerte y éxito en tus empresas. Biblia de Jerusalén 1976.

Releerás constantemente este libro de la Ley. Lo meditarás día y noche para que actúes en todo según lo que allí está escrito: de ese modo llevarás a cabo tus proyectos y tendrás éxito. Josué 1:8.

La palabra para prospero en hebreo es tsalákj (    צָלַח H6743)  su significado es empujar hacia adelante,  acometer, bueno, éxito, lograr, pasar, prosperar, próspero, ser bueno, servir, venir.


El obedecer abre los cerrojos de las puertas de la bendición, sólo tienes que empujar y entrar. Cuando obedecemos nuestro carácter se alinea a las bendiciones, nos hace ser más arrojados, más decididos, podemos emprender con mas fe, cuando obedecemos nos da la plataforma para creer que obtendremos lo que buscamos, porque hay confianza en Dios y en su Palabra.

El obedecer  nos lleva a ser más exitosos, más prósperos, a ser buenos y hacer las cosas de una forma excelente.

Camino en hebreo es la palabra dérek que significa camino (como pisado); figurativamente curso de la vida o modo de acción.

El obedecer hace que nuestro curso de vida o modo de accionar en la vida sea bueno y exitoso. No solamente se tendrá éxito al final sino en cada etapa de nuestro caminar con Cristo.


El  obedecer es importante para todas las personas pues les abre las puertas de de la oportunidades.

Una de las bendiciones de la obediencia es la posesión de la tierra, y la vida plena.

Una de las bendiciones que nos garantizan la posesión de la tierra en la obediencia.

"Ahora,  pues,  Israel,  oye los estatutos y decretos que yo os enseño,  para que los ejecutéis y viváis,  y entréis y poseáis la tierra que Jehová,  el Dios de vuestros padres,  os da. (Deu 4:1)

"Cuidaréis de poner por obra todo mandamiento que yo os ordeno hoy,  para que viváis,  seáis multiplicados y entréis a poseer la tierra que Jehová prometió con juramento a vuestros padres. (Deu 8:1)

La palabra de Dios nos dice que si obedecemos, poniendo por obra todo mandamiento seremos multiplicados y poseeremos la tierra. El ser multiplicados y poseer la tierra, son el resultado de una obediencia continua, en nuestro camino con el Señor.

jueves, 6 de septiembre de 2018

No estás libre de sufrimiento


Génesis  39: 11-23.

 (11)  aconteció que entró él un día en casa para hacer su oficio, y no había nadie de los de casa allí.
(12)  Y ella lo asió por su ropa, diciendo: Duerme conmigo. Entonces él dejó su ropa en las manos de ella, y huyó y salió.
(13)  Cuando vio ella que le había dejado su ropa en sus manos, y había huido fuera,
(14)  llamó a los de casa, y les habló diciendo: Mirad, nos ha traído un hebreo para que hiciese burla de nosotros. Vino él a mí para dormir conmigo, y yo di grandes voces;
(15)  y viendo que yo alzaba la voz y gritaba, dejó junto a mí su ropa, y huyó y salió.
(16)  Y ella puso junto a sí la ropa de José, hasta que vino su señor a su casa.
(17)  Entonces le habló ella las mismas palabras, diciendo: El siervo hebreo que nos trajiste, vino a mí para deshonrarme.
(18)  Y cuando yo alcé mi voz y grité, él dejó su ropa junto a mí y huyó fuera.
(19)  Y sucedió que cuando oyó el amo de José las palabras que su mujer le hablaba, diciendo: Así me ha tratado tu siervo, se encendió su furor.
(20)  Y tomó su amo a José, y lo puso en la cárcel, donde estaban los presos del rey, y estuvo allí en la cárcel.
(21)  Pero Jehová estaba con José(B) y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel.
(22)  Y el jefe de la cárcel entregó en mano de José el cuidado de todos los presos que había en aquella prisión; todo lo que se hacía allí, él lo hacía.
(23)  No necesitaba atender el jefe de la cárcel cosa alguna de las que estaban al cuidado de José, porque Jehová estaba con José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba.
La mujer de Potifa toma a José por la ropa, pidiendo que duerma con ella. José deja la ropa en sus manos y huye. La mujer acusada a José, ante lo de su casa y su esposo, de intentar deshonrarla. Potifar lo encierra en una prisión. Pero, Dios estaba con José y lo prospera aun en la cárcel.
El hombre o la mujer que es fiel a Dios, no está libre de sufrimiento.
Para entrar al reino de los cielos es necesario que se pasen por pruebas, dificultades, problemas, peligros, conflictos y situaciones difíciles.

En el libro de los hechos el apóstol Pablo nos dice algo al respecto:

A su paso animaban a los discípulos y los invitaban a perseverar en la fe; les decían: "Es necesario que pasemos por muchas pruebas para entrar en el Reino de Dios. Hechos 14:22.

Muchos creen que cuando están atravesando pruebas, no está el camino correcto, O que son desafortunados, cuando es todo lo contrario.

Aunque las pruebas puede causar aflicción, dolor y lágrimas tenemos la oportunidad de servir al Señor, con todo nuestro corazón y con humildad. Hay personas que hagan daño en el camino tal vez nos hieran,  maltraten O humillen. Sin embargo en necesario seguir adelante.

He servido al Señor con toda humildad, entre las lágrimas y las pruebas que me causaron las trampas de los judíos. Hechos 20:19 

solamente que en cada ciudad el Espíritu Santo me advierte que me esperan prisiones y pruebas.  Hecho 20:23  

La palabra nos enseña que ni las pruebas, las aflicciones, el acoso, el hambre, la carestía o  los peligros no pueden separarnos del amor de Jesucristo.

¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Acaso las pruebas, la aflicción, la persecución, el hambre, la falta de todo, los peligros o la espada? Romanos 8:35.

Las pruebas puede traer desanimó, desesperanza, pueden producir tristeza, temor y angustia. En medio de las pruebas debemos confiar en el Señor y ser pacientes, orando en todo tiempo, esperando la dirección y respuesta de Dios.

Tengan esperanza y sean alegres. Sean pacientes en las pruebas y oren sin cesar.  Romanos 12:12.
 

El cierto que todos sufrimos pruebas pero el Señor nos promete que dichas pruebas no pasarán por encima de nuestras fuerzas, en el momento de la prueba podremos superarla gracias a la ayuda de Dios.

De hecho, ustedes todavía no han sufrido más que pruebas muy ordinarias. Pero Dios es fiel y no permitirá que sean tentados por encima de sus fuerzas. En el momento de la tentación les dará fuerza para superarla. 1 Corintios 10:13.

Las pruebas y tribulaciones pueden actuar a favor de otros para llevarles a la salvación y a obtener consuelo. También sirven para que otros puedan soportar y permanecer firmes en las mismas situaciones que hemos enfrentado y hemos vencido.

Estas pruebas nuestras son para consuelo y salvación de ustedes, y de igual modo nuestro consuelo será consuelo para ustedes cuando tengan que soportar los mismos sufrimientos que ahora padecemos nosotros. 2 Corintios 1:6.

Por eso, yo les ruego que no se desanimen al ver las pruebas que soporto por ustedes. Más bien han de sentirse orgullosos de ellas. Efesios 3:13 

Cuando estamos firmes y confiando en el Señor, puede sobrevenirnos problemas y tribulaciones pero estas no puede llevarnos a la desesperación.

Nos sobrevienen pruebas de toda clase, pero no nos desanimamos; estamos entre problemas, pero no desesperados;" Corintios 4:8.

La gloria venidera nos motiva a soportar toda prueba. Por eso no debemos poner nuestros ojos en el mundo, o en las cosas del mundo, si esas cosas son más fuertes que nuestra visión de ver la recompensa venidera, entonces podrán hacernos sentir desanimados, angustiados y perdidos.

No se pueden equiparar esas ligeras pruebas que pasan aprisa con el valor formidable de la gloria eterna que se nos está preparando. 2 Corintios  4:17 

Podemos caer en un abismo pero Dios siempre vuelve a levantar a sus hijos.  Todos nos hemos desviado, en algún momento de nuestra vida, pero en esas circunstancias Dios siempre interviene en nuestro rescate. Dios es grande en misericordia y nos ama tanto como para ayudarnos en los momentos más difíciles de nuestra vida.

A veces podemos ver muy grande la distancia entre el cumplimiento de nuestro propósito y lo que hoy estamos experimentando. Las situaciones fuertes, las crisis y pruebas que atravesamos, parecen a nuestra manera de ver, alejarnos de la promesa, sin embargo Dios tiene un plan para que las pruebas nos preparen y las dificultades nos fortalezcan. Así  pasó en la vida de José y su promoción fue grande.