Génesis 39: 11-23.
(11) aconteció que entró él un día en casa para
hacer su oficio, y no había nadie de los de casa allí.
(12) Y ella lo asió por su
ropa, diciendo: Duerme conmigo. Entonces él dejó su ropa en las manos de ella,
y huyó y salió.
(13) Cuando vio ella que le
había dejado su ropa en sus manos, y había huido fuera,
(14) llamó a los de casa, y les
habló diciendo: Mirad, nos ha traído un hebreo para que hiciese burla de
nosotros. Vino él a mí para dormir conmigo, y yo di grandes voces;
(15) y viendo que yo alzaba la
voz y gritaba, dejó junto a mí su ropa, y huyó y salió.
(16) Y ella puso junto a sí la
ropa de José, hasta que vino su señor a su casa.
(17) Entonces le habló ella las
mismas palabras, diciendo: El siervo hebreo que nos trajiste, vino a mí para
deshonrarme.
(18) Y cuando yo alcé mi voz y
grité, él dejó su ropa junto a mí y huyó fuera.
(19) Y sucedió que cuando oyó
el amo de José las palabras que su mujer le hablaba, diciendo: Así me ha
tratado tu siervo, se encendió su furor.
(20) Y tomó su amo a José, y lo
puso en la cárcel, donde estaban los presos del rey, y estuvo allí en la
cárcel.
(21) Pero Jehová estaba con
José(B) y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de
la cárcel.
(22) Y el jefe de la cárcel
entregó en mano de José el cuidado de todos los presos que había en aquella
prisión; todo lo que se hacía allí, él lo hacía.
(23) No necesitaba atender el
jefe de la cárcel cosa alguna de las que estaban al cuidado de José, porque
Jehová estaba con José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba.
La mujer de Potifa toma a José por la ropa,
pidiendo que duerma con ella. José deja la ropa en sus manos y huye. La mujer
acusada a José, ante lo de su casa y su esposo, de intentar deshonrarla.
Potifar lo encierra en una prisión. Pero, Dios estaba con José y lo prospera
aun en la cárcel.
El hombre o la mujer que es fiel a Dios, no está
libre de sufrimiento.
Para entrar al reino de los cielos es necesario
que se pasen por pruebas, dificultades, problemas, peligros, conflictos y
situaciones difíciles.
En el libro de los hechos el apóstol Pablo nos
dice algo al respecto:
A su paso
animaban a los discípulos y los invitaban a perseverar en la fe; les decían:
"Es necesario que pasemos por muchas pruebas para entrar en el Reino de
Dios. Hechos 14:22.
Muchos creen que cuando están atravesando pruebas,
no está el camino correcto, O que son desafortunados, cuando es todo lo
contrario.
Aunque las pruebas puede causar aflicción, dolor
y lágrimas tenemos la oportunidad de servir al Señor, con todo nuestro corazón
y con humildad. Hay personas que hagan daño en el camino tal vez nos hieran, maltraten O humillen. Sin embargo en necesario
seguir adelante.
He servido
al Señor con toda humildad, entre las lágrimas y las pruebas que me causaron
las trampas de los judíos. Hechos 20:19
solamente
que en cada ciudad el Espíritu Santo me advierte que me esperan prisiones y pruebas.
Hecho 20:23
La palabra nos enseña que ni las pruebas, las
aflicciones, el acoso, el hambre, la carestía o los peligros no pueden separarnos del amor de
Jesucristo.
¿Quién nos separará
del amor de Cristo? ¿Acaso las pruebas, la aflicción, la persecución, el
hambre, la falta de todo, los peligros o la espada? Romanos 8:35.
Las pruebas puede traer desanimó, desesperanza,
pueden producir tristeza, temor y angustia. En medio de las pruebas debemos
confiar en el Señor y ser pacientes, orando en todo tiempo, esperando la
dirección y respuesta de Dios.
Tengan
esperanza y sean alegres. Sean pacientes en las pruebas y oren sin cesar. Romanos 12:12.
El cierto que todos sufrimos pruebas pero el
Señor nos promete que dichas pruebas no pasarán por encima de nuestras fuerzas,
en el momento de la prueba podremos superarla gracias a la ayuda de Dios.
De hecho,
ustedes todavía no han sufrido más que pruebas muy ordinarias. Pero Dios es
fiel y no permitirá que sean tentados por encima de sus fuerzas. En el momento
de la tentación les dará fuerza para superarla. 1 Corintios 10:13.
Las pruebas y tribulaciones pueden actuar a favor
de otros para llevarles a la salvación y a obtener consuelo. También sirven
para que otros puedan soportar y permanecer firmes en las mismas situaciones
que hemos enfrentado y hemos vencido.
Estas pruebas
nuestras son para consuelo y salvación de ustedes, y de igual modo nuestro
consuelo será consuelo para ustedes cuando tengan que soportar los mismos
sufrimientos que ahora padecemos nosotros. 2 Corintios 1:6.
Por eso, yo
les ruego que no se desanimen al ver las pruebas que soporto por ustedes. Más
bien han de sentirse orgullosos de ellas. Efesios 3:13
Cuando estamos firmes y confiando en el Señor,
puede sobrevenirnos problemas y tribulaciones pero estas no puede llevarnos a
la desesperación.
Nos
sobrevienen pruebas de toda clase, pero no nos desanimamos; estamos entre
problemas, pero no desesperados;" Corintios 4:8.
La gloria venidera nos motiva a soportar toda
prueba. Por eso no debemos poner nuestros ojos en el mundo, o en las cosas del
mundo, si esas cosas son más fuertes que nuestra visión de ver la recompensa
venidera, entonces podrán hacernos sentir desanimados, angustiados y perdidos.
No se pueden
equiparar esas ligeras pruebas que pasan aprisa con el valor formidable de la
gloria eterna que se nos está preparando. 2 Corintios 4:17
Podemos caer en un abismo pero Dios siempre
vuelve a levantar a sus hijos. Todos nos
hemos desviado, en algún momento de nuestra vida, pero en esas circunstancias
Dios siempre interviene en nuestro rescate. Dios es grande en misericordia y
nos ama tanto como para ayudarnos en los momentos más difíciles de nuestra
vida.
A veces podemos ver muy grande la distancia entre
el cumplimiento de nuestro propósito y lo que hoy estamos experimentando. Las
situaciones fuertes, las crisis y pruebas que atravesamos, parecen a nuestra manera
de ver, alejarnos de la promesa, sin embargo Dios tiene un plan para que las
pruebas nos preparen y las dificultades nos fortalezcan. Así pasó en la vida de José y su promoción fue
grande.
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