jueves, 30 de noviembre de 2023

Cuéntale tus alegrías a Dios

 

Filipenses 4:6-7. Por nada estéis afanosos, si no sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. 

 

La mayoría de las veces tratamos de solucionar nuestros problemas, nosotros mismos, cuando vemos que no podemos o nos vemos con el agua hasta el cuello, es que clamamos a Dios. Nuestro Padre Celestial está allí, porque quiere ayudarnos, él quiere que confiemos en Él, y que siempre vayamos de primero para contarle todas nuestras cosas. 


En la Palabra nos ha dejado muchas promesas para que sepamos que él está siempre allí con nosotros. Dios está dispuesto a oírnos, que compartamos con él nuestros, planes, deseos, aprietos y ansiedades. Dios quiere que le contemos nuestros problemas, es siempre tiene la solución a cada problema que podamos presentar. 


Dios no quiere ser el último, él quiere ser el primero, Dios quiere que le tomemos en cuenta no solo como aquel que nos suple, o nos ayuda en los momentos críticos, también él quiere ser nuestro amigo, aquel en quien confiamos para decirle como nos sentimos antes de que las cosas sucedan, antes de tomar una decisión, antes de ir por un camino. 


Podemos cambiar nuestra manera de interactuar con Dios y contarles nuestra alegría, nuestros deseos sobre alguna cosa, también nuestras decepciones y fracasos y nuestros momentos depresivos y tristes. Tengamos fe en Dios y no temamos, podemos entrar en su habitación confiadamente y hablar con Él, pues es nuestro Padre Celestial. Dios te bendiga hoy.

viernes, 24 de noviembre de 2023

Muestra De Amor


 

Mas Dios muestra Su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Romanos 5:8.




La forma como Dios demostró su amor para con nosotros, es para muchos incomprensible, pues a veces no alcanzan las palabras para expresar la grandeza de ese amor. 

Una de las cosas que podemos entender acerca de este versículo es que Dios nos ama. Dios no nos odia o nos aborrece, acá se enfatiza que Dios nos ama. Dios, si aborrece el pecado, aborrece la maldad, pero ama al ser humano. Dios nos ama porque su misma esencia es amor. Dios no tiene amor, ni es influenciado por el amor, el mismo es la esencia del amor, él es amor puro, el amor se origina en él.

Dios al dirigir su mirada hacia nosotros, entonces dirige una mirada de amor, pensamientos de amor, acciones de amor para con quien él ve. La bendición sacerdotal expresa Dios te bendiga y te guarde… y haga resplandecer su rostro sobre ti. Quizás porque a quien el mire lo mirara con ojos de amor para que alcance la salvación.



Dios muestra su amor hacia nosotros, aun siendo pecadores. Muchos se preguntan, como es posible que Dios los ame si son pecadores, no merecen ser amados, quizás muchos piensen que primeramente deberían hacerse santos, santificarse, limpiarse, arrepentirse, pasar años en un proceso de sanidad y restauración para que Dios los mire con amor; sin embargo, no es así, Dios ama cuando nadie le amó, Dios ama primero, Dios a aquel que se siente indigno, aquel que nadie lo ama, a aquel que no ha podido hacer nada bueno, a aquel que ha cometido falta tras falta, a aquel que lo ha intentado una y otra vez y no ha podido hacerlo, Dios nos ama aún nosotros siendo pecadores, malvados, buscadores de los deleites del mundo, Dios muestra su amor hacia aquellos que aparentemente no merecen amor.

Todos somos pecadores y fuimos destituidos de la gloria de Dios. El religioso se  alarma porque como es posible que Dios ame a quienes no le amen, como es que busque a quien no le busca, mire con amor a quienes no les importa Dios. Si amado amigo así es el amor de Dios, si fuera como nuestro amor, entonces sería amor humano, amor de hombre, amor de esta tierra, su amor es eterno, único, bueno.

Dios muestra su amor para con nosotros, no con palabras, no con sentimientos, no con buenos deseos, él mostró su amor para con nosotros, entregando a su hijo para morir por nosotros, qué cosa tan descabellada, qué acción tan fuera de lugar, es algo que no se puede explicar, como Dios daría a su hijo por nosotros, que no lo merecemos, que no le amamos, que estábamos perdidos en nuestros delitos y pecados. Pues si mi querido hermano, Dios mostró Su amor dando a Su único hijo para que nosotros fuésemos salvos, no hay discusión alguna sobre este gran amor de Dios, no hay oposición, no hay argumento, que pueda decir que Dios no te ama, que Dios quiere lo peor para ti, que Dios te quiere ver destruido, arruinado, enfermo, sumergido en problemas, si él mismo entregó a su hijo por amor a nosotros, si este amor no logra convencerte de lo tanto que él te aprecia, te quiere, te busca, quiere tu bien, nada lo hará porque es por ese amor que podemos ser salvo, al aceptar ese regalo, tan lindo, tan hermoso tan maravilloso, entonces no tenemos más remedio que arrodillarnos ante su presencia y aceptar sus bendiciones, cuidado y sus brazos que como padre nos dice Con amor eterno te he amado.

Demos gracias a Dios, busquemos su presencia y aceptemos ese amor tan grande que Dios nos ofrece hoy.

Dios te bendiga grandemente.

jueves, 23 de noviembre de 2023

Orad Sin Cesar


 

Orad sin cesar. 1 Tesalonicenses 5:17.


La oración es de vital importancia para el creyente.  No sabemos que impulsa a los niños a querer hablar a temprana edad, los padres se esfuerzan por ayudarles a hablar, los padres se pelean por ver que dirá primero papá o mamá. Cuando el niño dice sus primeras palabras, es una gran celebración, el corazón de los padres reboza de alegría, al niño pronunciar ciertas palabras y lo hacen que repita esas palabras hasta la saciedad y otras nuevas palabras comienzan a llegar al repertorio del niño. Que triste cuando un niño no habla, cuando no pronuncia cosas coherentes, los padres suelen preocuparse y lo llevan al médico para que le realice exámenes para encontrar la causa de dicha anomalía, lo natural es que un niño hable. 

Al igual que un niño quiere expresarse aún con palabras no entendibles todavía, los nuevos creyentes deben desear hablar, con su Padre Celestial. La comunión con los hermanos, la interacción de oración, la atmosfera de Dios impulsa al creyente a querer hablar con el ser que lo engendró espiritualmente. La oración es ese medio que nos lleva a comunicarnos con Dios, por medio del lenguaje humano recibimos instrucciones, aprendemos palabras de amor, de cariño, aprendemos a pedir, a manifestar algún dolor, padecimiento, expresamos nuestros gustos y lo que no nos gusta. La comunicación forma parte de nuestra naturaleza de seres humanos que se transmite a través de una interacción social, en nuestras familias, y entorno. Como creyentes debemos desarrollar esta comunicación con Dios desde temprano, no acostumbrarnos a que otros sean los que se comunican con Dios y nos den las respuestas o direcciones.  Hablar con Dios es fácil, es una experiencia única, porque te comunicas con Tu padre, vas a él con respeto, pero también con confianza y empiezas a manifestar palabras desde tu alma que salen por tu boca y se elevan al cielo para ser aceptadas como ofrendas delante del trono de Dios. A Dios le agradan nuestras oraciones sinceras, cargadas de agradecimientos y fe. 

Cuando oramos y pedimos cosas que son algo difíciles, a Dios le agrada que pidamos esas cosas con fe, y le permitamos a él ayudarnos en todas esas cosas que necesitamos.

No importa lo que quieras, siempre que sea bueno y este dentro del rango de su voluntad y el plan que él tiene para ti, Dios promete oír con atención tu oración y contestarla no como la has pedido, pero sí de una forma diferente, única, de mayor provecho, con mayores repercusiones de bienestar y bendición. 

Al orar a Dios también podemos expresar nuestros sentimientos. Dios puede entender lo que estamos sintiendo y al expresar nuestros sentimientos él puede ayudarnos a sobrellevar cualquiera carga o sentimiento, si se está pasando por algún dolor o perdida, Dios nos apoyará siendo nuestro consuelo y nuestro sostén emocional, dándonos paz gigantesca y consuelo profundo.

Si estamos desanimados, también podemos ir al Señor, y expresarle que estamos desanimados, y decirle el porqué y hablar con él de una forma franca. El promete entendernos en esos momentos y levantarnos, darnos ánimo y corregir todo aquello que nos causa desanimo o frustración.

La oración es un magnífico recurso que nos sirve de una manera inigualable y por eso debemos practicarla cada día y más cuando nos acerca a nuestro Señor y conocerlo más.

miércoles, 22 de noviembre de 2023

Mundo de aflicción


 


Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. Juan 16:33.


En la vida pasamos por momentos turbulentos, aflicciones, crisis, problemas económicos, emocionales, espirituales, estos no se pueden evitar, son parte de la vida misma.  


El Señor nos indica que la vida no será fácil, decirte que todo será color de rosa es una gran mentira, ninguna religión, ni aun el evangelio pueden evitar que pases por esas pruebas, por eso es que Jesucristo no nos engaña, no nos dice que si le aceptamos empezaremos a vivir una vida sin problemas, pero una cosa él afirma, y es que él estará a nuestro lado para pelear las batallas que enfrentemos, para mostrarnos el camino correcto, para consolarnos en medio de la aflicción, para darnos fuerzas para continuar, para inyectarnos fe en medio de la desesperanza. 


La vida posee muchas variantes, algunas veces estaremos muy arriba, felices, todo muy lindo y hermoso, éxito a granel, todo el mundo nos ama, y pensaremos que eso será así todo el tiempo, pero no, no es así, también vienen momentos muy duros, donde estaremos tristes, desanimados, sin fuerzas y nos dejarán solos. Jesucristo sabe esto porque el mismo lo experimentó. ¡Momentos de angustia, soledad, traición, Padre, padre, porque me has abandonado! Grito el Señor en la cruz, él sufrió como cualquier ser humano, y sintió lo que tú sientes, y vivió lo que tu sientes.


La vida es bella, y aun con los momentos más difíciles, merece  vivirla, experimentarla, disfrutarla. Debemos aprender a sacar de cada momento bueno o malo las enseñanzas que nos tocan o las que podemos impartir a hijos, amigos y familiares. Aprender de esos momentos duros para entender a los demás y ayudarlos en sus procesos. Quizás muchos no logran encontrar el camino. 


El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional. Cuando caminamos con Cristo a nuestro lado, nuestro corazón empezara a experimentar el gozo, en las pruebas, alegría, en el dolor, esperanza en medio de un mundo decadente y perverso.


Jesús es el que nos da sentido verdadero a nuestro ser interior y nos lleva a ver que aunque estemos en el mundo, en realidad no pertenecemos ya a este mundo, porque en el momento que le aceptamos, nacemos de nuevo y ya comenzamos a pertenecer a un mundo totalmente diferente, nuestro cuerpo interactúa con este mundo, pero nuestra alma comienza a percibir las maravillas del nuevo Reino de Cristo. Esta nueva realidad dentro de nosotros nos permite renovar las fuerzas, creer cosas que antes no podíamos creer y avanzar aún en medio de las pruebas y crisis, con una actitud diferente, no sufriendo, no lamentándonos, sino Glorificando a un Dios grande que nos ha hecho renacer para experimentar ahora, si nuevas cosas hermosas y traerlas a este mundo para ayudar a otros. La vida es bella Con Jesús.