miércoles, 21 de febrero de 2018

Mentes de Esclavos Cuerpos Libres




La Biblia relata acerca del pueblo de Israel y de la esclavitud que tuvieron que sufrir durante muchos años. Durante esos años sufrieron una transformación de su mentalidad y actitud. Ellos se convirtieron en esclavos, pensaban como esclavos, vivian como esclavos, actuaban como esclavos.

Pasaron de ser un pueblo prospero y libre a ser un pueblo pobre y esclavizado. La esclavitud ha sido un mal, que a través de miles de años a flagelado a naciones enteras. Aún hoy en día existe la esclavitud en ciertas áreas del mundo.

Una de las cosas de la mentalidad de esclavitud es pensar en lo poco, pensar en sobrevivir un día más, pensar en si mismo como un esclavo, no creer en la libertad, no creer en que un día será libre.

Un esclavo no tiene derechos, no tiene privilegios, no tiene voz, no es tomado en cuenta, siempre permanece atrás.

El pueblo de Israel fue libertado y escapó de Egipto, sin embargo aunque era libre físicamente, en su mente eran esclavos. Los Egipcios estaban lejos, los soldados y aquellos que le atormentaban estaban muertos bajo las aguas del mar rojo, los Israelitas podían pensar lo que ellos quisieran, sin embargo decidieron pensar como esclavos.

De igual forma muchos hoy en día son libres, del pecado, del mundo, de la maldad, del enemigo, son libres del enemigo a través de creer en Cristo Jesús, pero deciden pensar como esclavos. Usted puede creer en Cristo Jesús, pero usted decide pensar como esclavo y actuar como esclavo.

Dios nos ha sacado de la tierra de esclavitud y nos ha llevado a la tierra que fluye leche y miel. Despojarnos de nuestra vieja manera de pensar, con pensamientos, de insuficiencia, pensamientos de duda, pensamientos de venganza, de dolor, de infelicidad es indispensable para poder disfrutar de la libertad.  Somos libres, somos nueva criatura, somos personas santas, somos personas bendecidas, somos de un linaje espiritual, despues que hemos decidido creer en Cristo Jesús, somos llevados de un estado de tinieblas y ruina a un estado de luz, vida y abundancia. Lo que nos impide disfrutar de estas grandes bendiciones es nuestra propia mentalidad. Esa  forma de pensar se levanta en contra del conocimiento que Jesús nos imparte y el conocimiento de esclavos que tenemos lucha en contra del conocimiento de Dios, esta forma de pensar debe ser derribada y debemos comenzar a construir nuevas estructuras y creencias basadas en el conocimiento de Cristo Jesús, esto  nos costará un poco pero debemos insistir y persistir y al final derrotar la mentalidad e esclavitud que nos han sembrado. Hoy decidete a vivir en el pensamiento de la libertad que Cristo Jesús ofreve y desecha la esclavitud que limita tu vida, si crees todo te será posible.



miércoles, 7 de febrero de 2018

El Dolor Es Temporal




El dolor, la enciclopedia Wikipedia lo define como: “una experiencia sensorial y emocional (subjetiva), desagradable, que pueden experimentar todos aquellos seres vivos que disponen de un sistema nervioso central.” 


El dolor también puede catalogarse como el sentimiento agudo de pena, tristeza o lástima que se experimenta por causas emocionales o aspectos del ánimo.


El dolor emocional es uno de los dolores que es más difícil sanar.


Todos tenemos derecho a estar tristes, a sentirnos mal, sin embargo es muy importante que tomemos   el dolor como un estado permanente y nos adoptemos a él. Debemos aprender a  manejarlo y superarlo. El dolor debe guiarnos a cambiar, crecer, fortalecernos y a amar. En lugar de destruirnos, hundirnos y detenernos debe ser un agente que nos corrija y encamine hacia las cosas provechosas que Dios tiene para nosotros.


En la Biblia se refleja la historia del rey David, un hombre que había comenzado una relación tormentosa y prohibida con una mujer casada, el esposo de ella fue uno de los hombres que David tenía en su ejército, un fiel soldado. Sin embargo David le ordeno a uno de sus generales que lo dejaran sólo en el frente de batalla para que este muriera y así sucedió. Después de esto David tomó abiertamente la mujer de aquel que fue su amigo. Dios no vio con buenos ojos esta mala acción de David y envío un profeta para amonestarle y decirle lo que estaba pasando, David comprendió su error pero ya era muy tarde. La mujer que  había tomado tenía un hijo de él.

Natán le dijo a David:

—El SEÑOR te perdonará incluso este pecado, no morirás.  Porque en este asunto tú le has faltado gravemente al respeto al SEÑOR, tu hijo sí morirá. 
El SEÑOR hizo que el niño que David había tenido con la esposa de Urías enfermara de gravedad. David rogó a Dios por el niño y se negaba a comer o beber. Se fue a su casa y por las noches se quedaba allí tirado en el suelo. Los ancianos líderes de la familia de David iban a verlo y trataban de levantarlo, pero él se negaba a levantarse y a comer con ellos. Cuando el niño murió al séptimo día, los siervos de David tenían miedo de darle la noticia porque pensaban que se podría hacer algún daño a sí mismo al recibir la noticia, ya que no los había escuchado cuando el niño aún vivía.
Pero al ver David que sus siervos murmuraban, comprendió que el niño había muerto. Así que les preguntó a sus siervos:

—¿Ha muerto el niño?

Los siervos contestaron:

—Sí, ya ha muerto.

Entonces David se levantó, se bañó y se cambió de ropa. Luego fue a la casa del SEÑOR para adorar. Después regresó a su casa y les pidió a sus siervos algo de comer.

Los siervos le preguntaron:

—¿Por qué actúa así? Cuando el niño estaba vivo, usted se negaba a comer y lloraba, pero ahora que murió se levanta y pide de comer.

David les respondió:

—Cuando el niño estaba vivo, ayuné y lloré porque pensé: “¿Quién sabe? Tal vez el SEÑOR se compadezca de mí y deje vivir al niño”.  Pero ahora el niño murió. ¿Para qué ayunar? ¿Puedo acaso devolverle la vida? Algún día iré adonde él está, pero él no puede volver a mí. 2 Samuel 12:13-23

Aunque esta es una historia algo dura y con ella no trato de discriminar a nadie ni señalar a nadie. Nos sirve de ejemplo en cuanto al dolor que puede vivir una persona.


A lo largo de nuestra vida hemos conocido triunfos y fracasos. Nadie escapa del sufrimiento, pero también estamos llamados a ir del   sufrimiento al aprendizaje.


Rendirte  puede destruirte para siempre.


No somos nuestras derrotas o nuestros fracasos, ellos son los que están puestos en nuestro camino para enseñarnos, humildad, amor, comprensión, cariño, rectitud, integridad, paz, armonía, fidelidad, y cientos de cosas más. El dolor emocional siempre deja una herida que a lo largo se convierte en un gran recuerdo dotado de enseñanzas sabias y fortalecedoras.


Hay personas  que capitalizan su dolor emocional en lo interior de su ser y lo van examinando poco a poco con un gran valor con la fe de que van a superarlo. Cuando la persona enfrenta su dolor crea en ellas una fuerza para levantarse, entonces ella no se deja vencer sino que guarda sus marcas de las heridas como algo importante en su vida, no como un trofeo sino como un testimonio de haber vencido por la gracia de Dios y la fuerza que él le pudo dar en medio de la aflicción.


Hay otro camino y es el camino de hacer el dolor emocional el camino del sufrimiento constante, el camino de la agonía, el camino del recuerdo frustrante, el camino del rencor, el camino de culpar a Dios por las cosas malas que me  suceden o por las malas acciones que yo he tomado en mi vida. En este camino las personas se sienten  lastimadas, engañadas, usadas, sin valor o fuerzas y reflejan ese malestar a los demás. En este camino las personas dejan de confiar en Dios, en ellas mismas y en las demás personas, entonces el camino del pesimismo, la negatividad, la duda y la falta de fe afloran y dominan todos los aspectos de su vida.


El dolor emocional de convierte en una herida interna que nunca cicatriza, porque no fue gestionada adecuadamente, y esta puede manifestarse en enfermedades,  es lo que denominamos “somatizar”, en otras palabras, cuando un problema emocional existe y no se puede manejar  nuestro cuerpo recibe las consecuencias y aparecen dolencias como enfermedades.


¿Cómo vencer el dolor emocional?


Debes enfrentar tu dolor. El dolor es tu enemigo, debes mirarlo, examinarlo, entenderlo, saber porque te ha dañado en una forma tan grande, debes averiguar qué fue lo que produjo ese desenlace, qué cosas tienes que corregir en tu vida, cómo te ayuda a crecer en tu carácter y personalidad. Para pasar a otro nivel debes “saber, entender, comprender, enfrentar”, no escapes de tu dolor, enfréntalo.

Sentir es de humanos.


Frente al dolor hay que sentir, llorar, desahogarse, expresarse. Llorar es necesario. Si sientes enojo, frustración hay que manifestarla, sin embargo no debes permitir que la ira se prolongue hasta otra salida del sol.  Es necesario sentir, no se puede cortar sentimientos que hemos criado por tiempos en nuestra vida, sin embargo es necesario encausarlos por una ruta saludable. Hay que manifestarlo por un tiempo corto no permitiendo que se prolonguen indefinidamente.


El dolor emocional debe llevarte a reflexionar sobre cómo estas utilizando tu tiempo. ¿Te estás dando tiempo para ti mismo? ¿Le estás dando tiempo a tus seres queridos? ¿Le estás dando tiempo a Dios?


El dolo emocional te hace reflexionar sobre lo que estás haciendo. ¿Lo que haces es algo de utilidad?, ¿Estás haciéndolo que quieres?, el dolor emocional te hace reflexionar sobre cómo tomar tus propias decisiones, te hace volver al camino que perdiste, te hace corregir las fallas y errores que cometiste, te hace comenzar a ser una mejor persona, te hace plantear nuevos objetivos y metas.


El dolor emocional te sitúa en el  camino hacia la felicidad. El dolor emocional te hace reflexionar sobre las cosas que en realidad valen la pena, te hace pensar en tu felicidad, te hace pensar en la manera de no volver a fallar para llegar a lo que tanto anhelabas o querías. El dolor emocional te impulsa a buscar la felicidad. El dolor emocional no es una casa donde vivir es una estación del tren donde te detienes para orientarte en tu camino a tu verdadera casa.


El dolor emocional te hace pensar sobre la verdadera persona que Dios ha querido que tú seas. Tú no eres una persona pesimista, derrotada, frustrada, arruinada, amargada. Tu eres una persona llena de esperanzas y triunfos, Dios al traerte a este mundo te ha dado la habilidad de escoger lo que tú quieras, en todo el buen sentido. El dolor emociona te hace ver lo que te hace falta desarrollar en tu vida quizás necesitas ser alguien más arrojad y valiente, quizás necesitas ser más segura de ti misma, quizás necesitas verte con más potencial, como alguien que puede vencer las dificultades.


Para vencer el dolor emocional necesitas fe. Para poder comenzar de nuevo necesitamos  alimentar nuestra fe, alimentar nuevas esperanzas y volver a recargarnos de sueños e ilusiones. 

Tener fe no quiere decir que no tengas dolor, pruebas, contratiempos, adversidades, todo el mundo los tiene. Tener fe en medio del dolor significa que tú estás viendo a alguien, a algo que los demás no pueden ver y eso que ves te da la fuerza para levantarte en medio de toda prueba y adversidad, sabiendo que hoy sufres pero mañana reirás y te acordarás de estos días como si fueran un sueño que nunca sucedieron en tu vida, entonces tu boca se llenará de gozo y tus labios de alegría.


Tener fe en medio del dolor significa que estás dispuesto a levantarte y tomar tu lecho y caminar. Tener fe en medio del dolor es saber que tu vas a ir a donde se fue la bendición. Tal vez ellas no vuelvan más al mismo sitio donde estaban pero tu si sabes que tu estás caminando para llegar nuevamente a ellas.


Para vencer el dolor emocional necesitas rodearte de gente con fe y amor. Busca personas que te ayuden a crecer en medio del dolor, que comprendan lo que te ha sucedido y que no te critiquen sino que te brinden una mano amiga para avanzar y apoyarte.


Hubo un momento en mi vida en la cual todo se veía perdido, acabado, me sentía frustrado, derrotado y solo, en mi habitación me arrodille delante del Señor y le dije “Señor no puedo más, siento que no podré seguir”, de repente sentí como si una mano se posara sobre mi hombro y dentro de mi cabeza pude oír una voz que me dijo “pon tu mano sobre mi mano y permite que yo te ayude a cruzar la oscuridad”. Jesucristo es el mejor amigo que puedes encontrar en medio de todo dolor y aflicción en ti vida cree que él es fiel a ti y te ayudará en todo lugar que te encuentres, Dios te bendiga abundantemente.

 (https://es.wikipedia.org/wiki/D

martes, 6 de febrero de 2018

El Camino Para Recibir Lo Que No Tenemos




El mundo está lleno de actitudes egoísta.  Cada persona está más concentrada en sí misma, quieren ser atendidos, mimados, amados, ser el centro de atención.
En el reino de los cielos, para recibir hay que dar. Luchamos con todas nuestras fuerzas para alcanzar nuestros objetivos, dejamos familia, amigos, compañeros, sacrificamos tiempo especial con las personas que queremos para lograr lo que queremos. Jesús enseño que hay un camino más seguro para alcanzar lo que no tenemos.

1.    La primera cosa para alcanzar lo que no tenemos es ser agradecidos con lo que tenemos.

Muchos dirán, pero es que no tengo mucho. En eso estriba el comienzo del camino. Si nos quejamos por lo que tenemos esto nos evitará obtener lo que no tenemos. Maldecimos las cosas pequeñas y ellas son el comienzo de cosas grandes. Vivimos infelices pensando en lo que tendremos, la tarea es ser feliz con lo que tenemos y seguir feliz una vez que ya hayamos obtenido lo que queremos.

Debemos darle gracias a Dios por las cosas que tenemos hoy en día. Estar contentos el apóstol Pablo dijo que él se mantenía contento en la abundancia y en la escasez, él había aprendido a vivir en alegría en todo momento, lo que le impulsaba era el amor de Cristo, él sabía que Jesús le amaba y que no importaba lo que estuviera pasando en su vida al final el amor de Cristo vendrá a su vida con recompensas infinitas.

2.    Hacer las cosas por otros sin ser reconocido.

Muchos quieren hacer cosas y ser aplaudidos y reconocidos.
Cuando haces las cosas por amor y no por reconocimiento Dios ve tu acción y la recompensa vendrá.

3.    Servir a otros sin esperar recompensa. Jesús dijo si quieres ser grande y tener éxito tienes que servir a los demás.
Dios pone gente en nuestro camino para que le sirvamos. El camino a la grandeza es servir.

4.    Dar a otros.

La manera de obtener lo que queremos es dando primero a los demás lo que ellos esperan.

Podemos ver que las personas que más dan son aquellas que Dios les ha recompensado con grandes fortunas, grandes cantidades de dinero, o grandes cantidades de generosidad, grandes cantidades de amor.

El mundo está necesitado de amor, de ayuda, de alimento, de una palabra de aliento. El mundo está continuamente necesitando de algo, de alguien. Cuando le damos a alguien Dios nos da a nosotros. Nosotros damos según nuestras posibilidades, Dios nos da según sus riquezas en gloria.

Recuerdo el día que sólo tenía para una comida, serví mi comida a mi esposa y me disponía a comer la mía, cuando de repente siento a mi puerta alguien llamando, salí y allí estaba un vecino. Él estaba en gran necesidad y ese ya tenía varios días sin comer, cuando tienes de sobra puedes dar sin pensarlo pero cuando tienes sólo para ti mismo hay una gran obstáculo que derribar. Sin pensarlo mucho fui tome mi comida y se la ofrecí a mi vecino, él no tenía que saber que yo ya no tenía que comer, sin embargo ese el hambre se fue de mí. Llego la noche cuando es hora de la cena, y una hora antes de mi acostumbrada cena alguien toco a mi puerta, traía en sus manos varias cosas esas cosas eran comida, no sólo suficiente para una cena, eran muchas cosas para varias comidas. Dios nunca se quedará en deuda con nosotros, él nos recompensará según su pensamiento, según su majestad, según su corazón. Nuestro Dios es un Dios extraordinariamente bueno

Nunca seremos tan importantes para servir a otros. Mientras más sirves a otros más cerca del trono estas. Cuando das a otros, Dios te da a ti  y te dará con una medida que sobrepasa tus expectativas.


lunes, 5 de febrero de 2018

Corazón Duro





Aún no habían entendido lo de los panes, por cuanto estaban endurecidos sus corazones. Marcos 6:52.

Qué endurece los corazones de las personas para que no crean y la duda los domine.

Los discípulos de Jesús, habían visto un gran milagro, Jesucristo alimento a más de cinco mil personas incluso a todos a los mismos discípulos, sobrando algunas cestas de comida. Sin embargo San Marcos cita que los discípulos no habían entendido el milagro de los panes.

De esta expresión se desprende que los milagros hay que recibirlos, disfrutarlos, y estar agradecidos por ellos pero también necesitan ser entendidos. ¿Cuántos milagros hemos recibido del Señor? ¿Sabemos por qué sucedieron esos milagros en nuestra vida? ¿Recibimos los milagros y luego nos olvidamos de lo que Dios ha hecho en nuestras vidas? ¿Nos sirven los milagros para enseñarnos a enfrentarnos a las próximas exigencias y pruebas de la vida?

Marcos nos indica porque los discípulos no habían entendido el milagro de los panes “…por cuanto estaban endurecidos sus corazones”. Un corazón puede ser endurecido por diversas circunstancias, cuando tenemos corazones endurecidos se nos es difícil creer, tener fe, avanzar, los problemas de la vida se vuelven tormentas gigantes que pueden hundirnos y destruir nuestros objetivos y camino.  Tal vez hemos endurecido nuestro corazón porque no hemos recibido lo que tanto deseamos, tal vez, porque hemos sido maltratados, tal vez porque la vida nos ha tratado mal, tal vez porque un ser querido ha partido de nuestro lado, tal vez porque todavía no nos hemos casado, o tal vez porque hay alguna enfermedad que persiste a través del tiempo y hemos pedido y pedido a Dios pero no cesa en afligirnos, tal vez sea la carencia en algunos aspectos de nuestra vida, tal vez, tal vez, tal vez… siempre existirá una tormenta que nos hará olvidar del milagro de ayer y nos hará ver  nuestro corazón endurecido. 

Los discípulos remaban en contra de una tormenta, en altas horas de la noche, pero cuando ya estaban desfallecidos apareció Jesús caminando sobre las aguas, cuando los discípulos vieron a Jesús se asustaron. Jesús les dijo “Tened ánimo, yo soy, no teman” (Marcos 14:27).

Sólo la persona de Jesucristo puede dar reposo en medio de una tormenta, él está sobre la tormenta, las dificultades no pueden en contra de él. Pedro al ver a Jesucristo caminando sobre las aguas, le pidió para que el ordenara ir a él y Pedro caminó sobre las aguas. Cuando nuestra mirada está en Cristo Jesús pueden existir tormentas en nuestra vida pero sobre esas tormentas podemos caminar y vencer, las tormentas de la vida no pueden hundirnos cuando Jesucristo está cerca de nosotros y nuestra fe está puesta en él. Si podemos mantener nuestra mirada en Jesucristo podremos salir victoriosos de toda prueba, podemos levantarnos de la enfermedad, podemos recuperarnos después de perdidas, derrotas, podemos volver a intentarlo nuevamente, podemos ver el nuevo día sin nubes ni tormentas. Jesucristo hoy nos envía un mensaje “Tengan fe, ustedes pueden vencer, yo vencí al mundo