Porque de él, y por él, y en él, son todas las cosas. A él sea gloria por siglos. Amén
Romans 11:36.
"A quien sea la gloria por los siglos". Este debe
ser el único deseo del cristiano. Todos los demás deseos deben ser sub-sirvientes
y tributarios de éste. El cristiano puede desear prosperidad en su negocio,
pero sólo en la medida en que pueda ayudarlo a promover esto: "A él sea la
gloria por los siglos". Puede desear obtener más dones y más gracias, pero
sólo debe ser que "A Él sea la gloria para siempre". No estás
actuando como debes hacer cuando eres movido por cualquier otro motivo que un
solo ojo a la gloria de tu Señor. Como cristiano, ustedes son "de Dios, y
por Dios", entonces vivan "a Dios". Que nada haga que su corazón
palpite tan poderosamente como amor a Él. Que esta ambición despierte tu alma; Sea
éste el fundamento de toda empresa en la cual entres, y este tu motivo de
sostén cada vez que tu celo se enfriara; Haz de Dios tu único objeto. Depende
de ello, donde el yo comienza el dolor comienza; Pero si Dios es mi supremo
placer y único objeto,
"Para mí es igual si el amor
ordena
Mi vida o mi muerte me señalan
alivio o dolor.
Deje que su deseo de la gloria de Dios sea un deseo
creciente. Usted lo bendijo en su juventud, no se contente con tales alabanzas
como usted le dio entonces. ¿Te ha prosperado Dios en los negocios? Dale más
como te ha dado más. ¿Te ha dado Dios experiencia? Alabadle por fe más fuerte.
¿Tu conocimiento crece? canta más dulcemente. ¿Disfruta de tiempos más felices?
¿Ha sido restaurado de la enfermedad, y su tristeza se ha convertido en paz y
alegría? Entonces dele más música; Ponga más carbón y más incienso dulce en el
incensario de su alabanza. Prácticamente en su vida le da honor, poniendo el
"Amén" a su Señor, por su propio servicio individual y creciente
santidad.
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