Lamentaciones
3:24
No es
"El Señor es en parte mi porción", ni "El Señor está en mi
porción"; Pero él mismo constituye la suma total de la herencia de mi
alma. Dentro de la circunferencia de ese círculo está todo lo que poseemos o
deseamos. El Señor es mi porción. No sólo su gracia, ni su amor, ni su pacto,
sino el mismo Jehová. Él nos ha escogido por Su porción, y nosotros lo hemos
escogido a Él. Es cierto que el Señor debe primero elegir nuestra
herencia para nosotros, o bien nunca lo podríamos escoger; Pero
si realmente somos llamados según el propósito de amor, podemos cantar-
Escogido fui de Dios en el amado
en lugares celestiales su proteccion me dio
antes de la creacion el plan fue hecho
por su santa voluntad.
en lugares celestiales su proteccion me dio
antes de la creacion el plan fue hecho
por su santa voluntad.
El Señor es
nuestra porción suficiente. Dios se llena; Y si Dios es todo-suficiente en Sí
mismo, Él debe ser todo-suficiente para nosotros. No es fácil satisfacer los
deseos del hombre. Cuando sueña que está satisfecho, se despierta ante la
percepción de que todavía hay algo más allá, y enseguida la sanguijuela de
caballo en su corazón grita: "Da, da". Pero todo lo que podemos
desear se encuentra en nuestra parte divina, de modo que le preguntamos:
"¿A quién tengo yo en el cielo sino a ti, y no hay otra cosa en la tierra que yo
desee que estar al lado de ti"? Pues bien, podemos "deleitarnos en el
Señor" que nos hace beber del río de Sus placeres. Nuestra fe extiende sus
alas y se monta como un águila en el cielo del amor divino en cuanto a su
morada apropiada. "Las cuerdas nos han caído en lugares agradables, sí,
tenemos una buena herencia." Regocijémonos siempre en el Señor; Demostrar
al mundo que somos un pueblo feliz y un pueblo bendito, y así inducirlos a
exclamar: "Iremos contigo, porque hemos oído que Dios está contigo".
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