El templo de Dios es santo, ustedes son Su templo. - 1
Corintios 3:17.
Ahora derrama tu poderosa influencia en nosotros
Sobre estas almas que soportaran
la imagen del Padre;
Haznos templos santos de nuestro Dios,
Donde mora para siempre la calma, adorando .
Aunque Por muchos años he enfatizado que el templo de Dios
somos nosotros, la idea humana es ver el templo como un edificio de piedras o
ladrillos. Jesucristo derribó esta imagen de sus discípulos, él dijo a sus discípulos
que sobre el templo majestuoso de ese entonces, que no quedaría piedra sobre
piedra, pero que él podía destruir el templo de Dios (ósea su cuerpo) y
volverlo a construir en tres día. Nos
sentimos mejor en edificios llenos de belleza, con oro y plata, lindos, pero te
diré he sentido la presencia de Dios al adorar bajo una choza con hermanos
humildes, con sus pies en el suelo pero con un corazón entregado por completo a
Dios , he sido transportado a la presencia de Dios y el sitio es lo de menos en
ese momento. He estado en lugares majestuosos
y bellos, allí también pude sentir Su presencia, esto es muy sencillo,
todo es porque dentro de mi está la presencia de Dios.
Tu llevas templo de
Dios dentro de ti, el lugar consagrado del culto divino, donde solo tú puedes
adorar a Dios en espíritu y en verdad. Una vez que estés bien fundamentado en
esta adoración interior, habrás aprendido a vivir para Dios por encima del
tiempo y el lugar. Porque todos los días serán domingo para ti, y dondequiera
que vayas, tendrás un sacerdote, una iglesia y un altar contigo. Porque cuando
Dios tiene todo lo que debe tener de tu corazón, cuando te entregas totalmente
a la obediencia de la luz y el espíritu de Dios dentro de ti, vas querer sólo su
voluntad, vas amar sólo en su amor, vas ser sólo sabio En Su sabiduría,
entonces es que todo lo que tú hagas es como un cántico de alabanza, y el propósito
común de tu vida es una conformidad con la voluntad de Dios en la tierra como
hacen los ángeles en el cielo.
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