Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de
Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos”
(Esdras 7:10).
Del latín prior (“anterior”), la prioridad hace referencia a
la anterioridad de algo respecto de otra cosa, ya que sea en tiempo o en orden.
Aquel o aquello que tiene prioridad se encuentra primero en comparación con
otras personas o cosas.
Las prioridades se establecen, por lo tanto, a partir de una
comparación. Una prioridad es algo importante frente a otras cosas y, de esta
forma, recibirá más recursos o será atendido con mayor celeridad.
El tiempo y el dinero son los dos factores más habituales que
llevan a establecer prioridades. Si una persona tiene muchas tareas pendientes,
es común que establezca un listado de prioridades para atender primero aquello
que ya no puede esperar (solucionar un problema eléctrico en un hogar es
prioritario frente a una redecoración). En cuanto al dinero, dado que suele ser
un recurso escaso, la lista de prioridades permite satisfacer primero las
necesidades más urgentes o básicas (el pago del alquiler tendrá prioridad
frente a la compra de un videojuego).
Hageo 1:3-11. PDT.
(3) Pero el Señor dijo
también por medio del profeta Hageo:
(4) «¿Pero sí es el
momento para que ustedes vivan en casas finamente terminadas, mientras que la
casa del Señor está en ruinas?»
(5) Ahora pues, dice
el Señor Todopoderoso: «Piensen bien lo que están haciendo.
(6) Ustedes siembran
mucho pero es poco lo que cosechan, comen pero no quedan satisfechos, beben
pero no les alcanza para saciarse, se visten pero no lo suficiente para
abrigarse. Ganan dinero pero se les va como si tuvieran roto el bolsillo».
(7) El Señor
Todopoderoso dice: «Piensen bien lo que están haciendo.
(8) Vayan a las
montañas y traigan madera para reconstruir el templo y yo mostraré mi buena
voluntad a este templo y seré glorificado en él.
(9) Ustedes esperaban
una gran cosecha pero les resultó muy escasa; luego cuando la almacenaron en
sus casas, yo soplé e hice que se acabara rápido ¿Por qué? Pues mi casa está en
ruinas mientras ustedes se dedican a las suyas, dice el Señor Todopoderoso.
(10) Debido a eso, el
cielo ha retenido la lluvia, y la tierra, sus frutos.
(11) Por eso he
determinado que haya sequía sobre la tierra, las montañas, el trigo, la viña,
el aceite, sobre todo lo que la tierra produce, sobre la gente, los animales y
sobre todo su trabajo».
Dios logró los resultados usando gente común y corriente, así como la
mejor dotada, esto testifica sin duda que la obra es de él. “No con ejército,
ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos”
(Zacarías 4:6). “Mi poder se perfecciona en la debilidad” (2 Corintios 12:9).
Hageo no habló con base en una autoridad propia, sino que en los 38 versículos
que ocupa su libro menciona la autoridad de Dios cerca de 15 veces.
Hageo 1:2 PDT
(2) «El Señor
Todopoderoso dice: “Este pueblo anda diciendo que todavía no es el momento de
reconstruir el templo* del Señor”».
En momentos de crisis nos dejamos llevar por las
circunstancias y no construimos para la obra de Dios.
Queremos decirle a Dios cuando es el momento de hacer las
cosas para su honra y gloria. Sin embargo tenemos fe para una cosas cuando se
refiere a nosotros mismos, pero cuando se refiere a la obra y el ministerio,
limitamos a Dios.
Hageo 1:5 RV60
(5) Pues así ha dicho
Jehová de los ejércitos: Meditad bien
sobre vuestros caminos.
Dios nos dice que meditemos sobre nuestros caminos, las cosas
no salen bien no es porque haya crisis, no llueva, no haya finanzas, o sea culpa
de Dios, las cosas no salen bien es por nuestra propia causa, el Señor nos dice
que meditemos bien.
Son nuestros temores delante del reto, ante los desafíos que
nos limitan. Esos temores ponen lazo sobre nuestras vidas.
Proverbios 29:25 RV60
(25) El temor del
hombre pondrá lazo; Mas el que confía en
Jehová será exaltado.
Cuando tenemos miedo podemos echarles la culpa a todos,
presentar decenas de excusas y sin embargo. Las excusas te mantendrán en la
mediocridad y no te dejan avanzar hacia los grandes logros.
Proverbios 22:13-16 RV60
(13) Dice el
perezoso: El león está fuera; Seré
muerto en la calle.
Cuando damos largas a las cosas y no tenemos diligencia el
éxito se aleja más y más.
Eclesiastés 11:4. RV60
(4) El que al viento
observa, no sembrará; y el que mira a las nubes, no segará.
Números 13:25-33 RV60
(25) Y volvieron de
reconocer la tierra al fin de cuarenta días.
(26) Y anduvieron y
vinieron a Moisés y a Aarón, y a toda la
congregación de los hijos de Israel, en
el desierto de Parán, en Cades, y dieron la información a ellos y a toda la
congregación, y les mostraron el fruto
de la tierra.
(27) Y les
contaron, diciendo: Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos
enviaste, la que ciertamente fluye leche
y miel; y este es el fruto de ella.
(28) Mas el pueblo que
habita aquella tierra es fuerte, y las
ciudades muy grandes y fortificadas; y
también vimos allí a los hijos de Anac.
(29) Amalec habita el
Neguev, y el heteo, el jebuseo y el amorreo habitan en el
monte, y el cananeo habita junto al
mar, y a la ribera del Jordán.
(30) Entonces Caleb
hizo callar al pueblo delante de Moisés,
y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos.
(31) Mas los varones
que subieron con él, dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros.
(32) Y hablaron mal
entre los hijos de Israel, de la tierra
que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para
reconocerla, es tierra que traga a sus
moradores; y todo el pueblo que vimos en
medio de ella son hombres de grande estatura.
(33) También vimos
allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos.
El miedo acabó con las esperanzas del pueblo, los líderes
encargados de llevar al pueblo a la conquista, retrocedieron ante el reto, ante
la lucha. Podemos ver que Dios haga grandes prodigios y milagros, pero cuando
se me exige enfrentar cuerpo a cuerpo con el enemigo, nuestra fe se
tambalea. Millones de personas fueron
condenadas por la falta de fe, compromiso y visión de la mayoría de sus
líderes. Cuando los miedos triunfan sobre el liderazgo, el pueblo está
condenado a vivir en la mediocridad.
Cuando no conocemos de cerca al Dios que puede respaldar
nuestras luchas, dudamos y somos vencidos.
¿Con quién conversas a cada instante?
Muchos conversan con su mente, con su subconsciente, con sus
pensamientos adoptados del mundo, de sus familias, amigos o maestros.
El cambio de nuestro mentor o la persona que nos aconseja es
importante para nuestra vida. Pasamos el día escuchándonos nosotros mismos, nos
preguntamos cientos de cosas todos los días y nosotros mismos nos respondemos
esas preguntas.
Muchas de esas preguntas son importantes de verdad. En
nosotros residen muchas, ideas, palabras, consejos de personas que sólo
extienden sus miedos.
Si nuestros padres no pudieron obtener logros o éxitos,
entonces ellos transmiten parte de esos miedos a sus fracasos y limitaciones a
nosotros, transmiten su forma de pensar y de hacer. Esto igual lo hacen amigos,
parientes y otras personas de las cuales obtenemos información y guía.
Entonces a partir de toda esta información en nosotros
comenzamos a elaborar complicadas explicaciones, ideas y planteamientos, las
utilizamos para hablarnos durante todo el día, tomar decisiones y resoluciones.
Suponiendo que tenemos un reto pero parece que va más allá de nuestro
potencial, entonces nos preguntamos ¿Lo puedo lograr? Y nosotros mismos nos
respondemos, “claro que no puedo”, “es demasiado”, “no, puedes hacerlo”, “ni lo
piense”.
Hay que cambiar a la persona con quien conversamos
internamente. Debemos comenzar a meter a nuestra mente nueva información, nueva
data, principios más sólidos. Para esto está la Palabra de Dios, comenzamos a
meter nuevos consejos, nuevas ideas, pero estas ideas deben ser las correctas,
las verdaderas, las de Dios.
Leer la Palabra, estudiarla, memorizarla, meditarla y
practicarla es esencial para comenzar a cambiar nuestro dialogo interno.
También es importante conocer a Dios de la manera correcta.
Muchos conocen a Dios y conocen a un Dios castigador, destructor, que no le
interesa nuestro bien. Pero debemos conocer al Dios verdadero al Dios de amor,
de misericordia y bondad. Esto puede influir mucho sobre que creer de Dios y Su
Palabra. Muchos buscan en la misma Palabra las citas más terribles y más
impactantes, se concentran en ellas y las hacen sus centros de
direccionamiento.
Cuando conoces al Dios de amor entonces podrás saber que las
cosas Dios las hace para nuestro bien y salvación. Comenzamos a meter
información de bondad y bendición a nuestra mente, porque son las ideas que
percibimos de Dios.
Debemos hablar con nosotros mismos internamente, pero debemos
mejorar internamente para podernos darnos buenos, sanos y bondadosos consejos.
Es importante que tomemos tiempo para desarrollar nuestro ser interior, vayamos
construyéndonos y edificándonos de manera consciente y constante.
Otra persona con la que debemos hablar internamente es El
Espíritu Santo, nos dará los mejores consejos, ideas y opiniones. Nos guiará a
todo lo bueno, la verdad. Debe comenzar a platicar con Dios en su pensamiento
interior y dejarse guiar.
Neh 4:10 RV60
(10) Y dijo Judá: Las fuerzas de los acarreadores se han
debilitado, y el escombro es mucho, y no podemos edificar el muro.
La queja de Dios y Hageo; el pueblo tenía dinero, tiempo y
deseo de invertir en sus propias casas, incluso adornarlas con bastante lujo,
pero abandonaron la casa de Jehová y la dejaron sin terminar.
El punto principal de todo esto no era condenar que tuvieran
casas atractivas, sino la importancia que tiene el saber reconocer las
prioridades. En ese caso, Dios y el profeta criticaron a quienes tomaban las
decisiones, porque no tenían a Dios y su voluntad como prioridad número uno. El
mundo y la vida están llenos de factores que, si los dejamos, puedan torcer las
normas que han de regir nuestras vidas. Además el maligno es muy astuto y
manipula esos factores, procurando hacernos cambiar nuestras prioridades.
La exhortación de Dios (v. 5). La exhortación era que
meditaran: “Pues así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad bien sobre
vuestros caminos”.
El pueblo tenía que enfocar su corazón sobre los caminos de
Dios. Es como si dijera: “¡Deténganse! ¡Reflexionen! ¡Repasen los detalles de
por qué están aquí y cómo han desempeñado sus responsabilidades! ¡Entiendan!”
Dios exige a sus hijos el examen de corazón, pero es importante
tomar en cuenta que Dios, por su parte, ya lo ha hecho: “Oh Jehová, tú me has
examinado y conocido” (Salmos 139:1). Con qué razón, a fines de ese mismo
salmo, el autor, sabiendo cómo actúa Dios, y conforme con ese conocimiento,
dijo: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis
pensamientos” (v. 23). ¡Qué bueno es cuando el creyente actúa conforme a la
manera en que Dios lo hace!
Parecía que el pueblo no entendía lo que le estaba pasando,
esa confusión siempre resulta cuando uno no contempla su situación a través de
lo que Dios ha dicho. Obviamente el pueblo no aceptó la perspectiva de Dios, ni
estaba marchando al compás de su voluntad revelada, lo que en verdad se traduce
en desobediencia, y ésta siempre es pecado.
¿Cuáles eran los resultados? En el área de las siembras y
cosechas, la gente estaba desanimada porque no se cumplían sus expectativas. En
cuanto a la comida, el pueblo no estaba satisfecho, y tampoco con lo que bebía.
Tampoco lo estaba en cuanto a la ropa, o por falta de fondos para reponer la
gastada, o porque sencillamente la que tenía no le satisfacía, ¡el pueblo
estaba harto! Los sueldos que ganaban con el sudor de sus frentes no llenaban
sus necesidades económicas. ¡La gente estaba desesperada! No cabe la menor duda
que la situación era difícil y el sufrimiento agudo. Pero les hacía falta
entender por qué les sucedían tales cosas. No habían captado la razón que había
detrás de lo que les pasaba, que era la mano disciplinadora de Dios.
“El temor de jehová es el principio de la Sabiduría y el
conocimiento del Santísimo es la inteligencia” (proverbios 9:10).
“Yo pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado, ha dicho
jehová” (hageo 1:8).
La versión Reina Valera emplea la frase “y pondré en ella mi
voluntad” (v. 8), pero el hebreo usa “para que me complazca”. Lo que complace a
Dios es lo que está completamente de acuerdo con él, lo que demuestra una
concordancia total con su divina voluntad, ni más, ni menos. Dios será
glorificado en el creyente cuando esté totalmente conformado a la voluntad divina.
Cuando el pueblo de Dios cumple con la voluntad del Altísimo, glorifica el
nombre divino. Una vez más, se nota que la palabra clave es “obedecer”.
Las dificultades (1:9–11)
Hag 1:9-11 RV60
(9) Buscáis
mucho, y halláis poco; y encerráis en casa, y yo lo disiparé en un soplo. ¿Por qué?
dice Jehová de los ejércitos. Por
cuanto mi casa está desierta, y cada uno
de vosotros corre a su propia casa.
(10) Por eso se detuvo
de los cielos sobre vosotros la lluvia,
y la tierra detuvo sus frutos.
(11) Y llamé la sequía
sobre esta tierra, y sobre los
montes, sobre el trigo, sobre el vino, sobre el aceite, sobre todo lo que la tierra produce, sobre los hombres y sobre las bestias, y sobre todo trabajo de manos.
¿Por qué, tenían tanta calamidad?
¿Cuál era la causa de tanto desabastecimiento?
¿Por qué, tenían comida?
¿Por qué, el dinero no
les alcanzaba?
¿Por qué no tenían finanzas?
No se les ocurría que detrás de sus calamidades estaba la
mano disciplinadora de Jehová.
La Biblia Dios Para Todos dice así.
…¿Por qué? Pues mi casa está en ruinas mientras ustedes se
dedican a las suyas, dice el Señor Todopoderoso. Hag 1:9 PDT
No se podía culpar a las condiciones económicas o políticas
ni atribuir el asunto a “la mala suerte”. Eligieron construir sus casas en vez
de la casa de Dios. Y las circunstancias adversas que les sobrevinieron fueron
resultado directo de su desobediencia, que en sí se debió a sus prioridades mal
establecidas.
En otras palabras establecieron prioridades mal.
1.
Debemos
tomar decisiones en base a nuestras prioridades.
2.
Nuestra
Prioridad más alta debe ser Dios.
Ni el soldado ni el siervo tienen
derecho a anteponer sus preferencias a las de su líder o amo, y la vida de un
creyente se ha comparado tanto con un soldado como con un siervo.
“Ningún soldado pierde su tiempo pensando en asuntos de la vida civil,
porque lo único que le preocupa es agradar a su capitán.” 2 Timoteo 2:4.
Sé esto porque yo estoy bajo la autoridad de mis superiores y a la vez
tengo a muchos soldados bajo mi autoridad. Si le digo a un soldado: 'Ve', él
va. Si le digo a otro: 'Ven', él viene. Y si le digo a mi siervo: 'Haz esto',
él lo hace. Mateo
8:9.
3.
La
disciplina de Dios sigue vigente. Él va a proveer la presión y corrección que
sus hijos testarudos necesitan.
·
Empuja,
arroja y presiona.
·
Controla
las circunstancias de nuestra vida, todas ellas, y lo hace siempre para irnos
conformando a la imagen de Cristo.
4.
Algunas
cosas llenan nuestra vida, no son malas
en sí mismas, ni inmorales ni antibíblicas pero impiden nuestra obediencia
inmediata o completa a la palabra de Dios.
·
El
creyente debe tener mucho cuidado y no
dejar que “lo bueno” tome el lugar de “lo mejor”.
5.
Para
establecer a Dios como tu prioridad debes saber, sentir y decidir que Dios es
de verdad importante para ti.
¿Es Dios realmente importante en tu
vida?
Mateo 19:27-30 RV60
(27)
Entonces respondiendo Pedro, le
dijo: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido; ¿qué,
pues, tendremos?
(28)
Y Jesús les dijo: De cierto os
digo que en la regeneración, cuando el
Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os
sentaréis sobre doce tronos, para juzgar
a las doce tribus de Israel.
(29)
Y cualquiera que haya dejado casas,
o hermanos, o hermanas, o padre,
o madre, o mujer, o hijos,
o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna.
(30)
Pero muchos primeros serán postreros,
y postreros, primeros.
Dios es realmente importante en tu vida cuando crees en Él le entregas tu vida por completo.
Apocalipsis 3:20 RV60.
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él,
y cenaré con él, y él conmigo.
Juan 5:38
ni dejan que su palabra permanezca en
ustedes, porque no creen en aquel que el Padre envió.
Dios es realmente importante en tu vida, cuando aceptas seguirle todos
los días.
Mateo 16:24 RV60
(24)
Entonces Jesús dijo a sus discípulos:
Si alguno quiere venir en pos de mí,
niéguese a sí mismo, y tome su
cruz, y sígame.
Dios es realmente importante en tu vida cuando le obedeces.
Juan 8:31
Jesús les dijo a los judíos que
habían creído en él:
--Si ustedes se mantienen fieles a mi palabra, serán de veras mis
discípulos;
Obedeces
las autoridades puestas por Dios
Hebreos
13:17
Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso.
1 Pedro 2:18
Criados, estad sujetos con todo respeto a vuestros
amos; no solamente a los buenos y
afables, sino también a los difíciles de
soportar.
Dios es realmente importante en tu
vida cuando permaneces unido a Él.
Juan 15:4 DHH.
(4)
Sigan unidos a mí, como yo sigo unido a ustedes. Una rama no puede dar
uvas de sí misma, si no está unida a la vid; de igual manera, ustedes no pueden
dar fruto, si no permanecen unidos a mí.
Dios es realmente importante en tu
vida cuando lo tomas en cuenta en todas tus decisiones.
Dios es realmente importante en tu
vida cuando tus acciones van encaminadas al propósito de Dios.
Col
3:17
Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor
Jesús, dando gracias a Dios Padre por
medio de él.
Col
3:23
Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;
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