domingo, 13 de noviembre de 2016

Frutos Sin Dios

 Resultado de imagen para recogiendo los frutosEstad en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto de sí mismo, si no estuviere en la vid; así ni vosotros, si no estuviereis en mí.John 15:4 (RV1909).

¿Cómo empezaste dar fruto?

Fue cuando viniste a Jesús y te lanzaste  sobre Su gran expiación, y descansaron en Su justicia. 

¡Ah! Qué gran  fruto tenías entonces! ¿Recuerdas esos primeros días? Entonces lo seco  floreció, la uva tierna apareció, las granadas brotaron, y las  especias dieron su olor. 

¿Lo has rechazado desde entonces? Si lo has hecho, te encargamos que recuerdes ese tiempo de amor, y te arrepientas, y hagas tus primeras obras. 

 en los compromisos que has probado  para acercarte a Cristo, porque de él proceden todos tus frutos. Cualquier ejercicio sagrado que  lleve a Él  ayudará a dar fruto. El sol es, sin duda, un gran trabajador en la creación de frutos entre los árboles del huerto; y Jesús es aún más entre los árboles de su jardín de gracia. 

¿Cuándo has sido  más infructuoso? ¿No ha sido cuando has vivido más lejos del Señor Jesucristo, cuando te has aflojado en la oración, cuando te has alejado de la simplicidad de tu fe, cuando tus gracias han absorbido tu atención en lugar de tu Señor, cuando has dicho: "Mi montaña está firme, nunca me moveré"; Y has olvidado donde mora tu fuerza, ¿no ha sido entonces que tu fruto ha cesado? 

Algunos de nosotros hemos sido enseñados que no tenemos nada de Cristo, por terribles abatimientos de corazón ante el Señor; Y cuando hemos visto la completa esterilidad y muerte de todo poder, hemos llorado en angustia, "De él se debe emanar todo mi fruto, porque ningún fruto puede venir de mí". La experiencia del pasado nos enseña que cuanto más sencillamente dependamos de la gracia de Dios en Cristo y esperemos en el Espíritu Santo, más daremos fruto a Dios. Señor quiero confiar en ti, tanto para dar fruto como para la mi vida día a día.
 

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