lunes, 19 de diciembre de 2016

Vendrá La Luz Para Tí




 Resultado de imagen para luz en la oscuridad 

Habrá luz en medio de la oscuridad para la gente recta, porque Dios es misericordioso, compasivo y justo.  (Salmos 112:4)

Hay una promesa de Dios, para los rectos. Tendrán luz en medio de la oscuridad.

La palabra oscuridad en el griego escrito aquí es la palabra kjoshék  que significa: tinieblas;  miseria, destrucción, muerte, ignorancia, tristeza, maldad, oscuro, tenebroso.

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Dios nos da su palabra, que  tendremos luz en medio de las tinieblas, de  la miseria, de la destrucción, de la ignorancia, de la tristeza, de la maldad, de lo tenebroso.

Aquí la palabra luz es la palabra or que significa iluminación, alegría, amanecer, astro, claro, luciente, lumbre, lumbrera, luz, rayo, resplandecer, resplandor, sol.

Dios nos dice que en medio de las tinieblas, la miseria,  la destrucción,  la ignorancia,  la tristeza,  la maldad o lo tenebroso El nos dará alegría, resplandor, luz, claridad.

Dios lo hace porque su naturaleza es de misericordia, de compasión y de justicia.  Aquellos que son rectos de corazón no pueden esperar nada malo de Dios, o que Dios los olvide o que favorezca a otros.


La palabra nos dice que por esa naturaleza de misericordia debemos confiar en Él.

¿Quién hay entre vosotros que tema al SEÑOR, que oiga la voz de su siervo, que ande en tinieblas y no tenga luz? Confíe en el nombre del SEÑOR y apóyese en su Dios. (Isaías 50:10. LBLA)


Dios ordena nuestros pasos, si en nuestro corazón hay deseos de cambiar, de buscarle de hacer lo recto para El Señor. Dios entonces guiará nuestros pasos de manera que Él mismo se alegre de nuestra forma de proceder. Y si en algún momento cae no queda derribado porque Dios mismo lo esta sosteniendo de Su mano.

Por el SEÑOR son ordenados los pasos del hombre, y el SEÑOR se deleita en su camino. Cuando caiga, no quedará derribado, porque el SEÑOR sostiene su mano. (Salmos  37:23-24 LBLA).

La persona de corazón  recto  lleva los mandamientos del Señor en su corazón y los obedece. Estos mandamientos son la lámpara que le alumbra en la oscuridad, la enseñanza que saca de la palabra es la luz, las reprensiones  que salen de la palabra son como un camino que le da vida.

Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza luz, y camino de vida las reprensiones de la instrucción. (Proverbios  6:23 LBLA)


Algunos se sienten tristes porque han pecado en contra del Señor. Pero sentirse triste es bueno, es el principio del arrepentimiento, ellos  se sienten tristes porque quieren agradar a su Señor, Dios ve la verdadera intención del corazón. Pero ellos saben que si claman al Señor con intenciones de cambiar y de buscarle Dios los oirá y los rescatará de aquella oscuridad de donde han caído.


No te alegres, enemiga mía. Aunque haya caído, me levantaré. Aunque ahora esté en medio de la oscuridad, el Señor será mi luz. Tengo que soportar la ira del Señor porque pequé contra él. Él lanzará sus acusaciones en mi contra y hará justicia conmigo. Él me sacará a la luz y me hará justicia. (Miqueas 7:8-9 PDT)


No es lo que vemos, sino como estamos acostumbrados a ver lo que vemos.


Si nuestra , manera de percibir las cosas es mala, dañina, enfermiza, llena de culpa, delictiva, viciosa, pecadora, perversa o malvada entonces nuestra vida estará llena de   miseria, de  destrucción, de  ignorancia, de  tristeza, de maldad, de lo tenebroso.  Para poder ver las cosas diferentes entonces tenemos que cambiar la forma de ver, cambiar el ojo, cambiar esas redes neuronales que han formado esa forma de ver. Es por eso un arrepentimiento es necesario, porque nos ubica en un punto de partida hacia lo correcto, bueno y noble. Indica de qué estamos dispuestos a cambiar esa manera de ver, de que desecharemos todo camino hacia lo malo y tomaremos el camino hacia la luz.


"El ojo es la luz del cuerpo. Si tus ojos ven bien, todo tu cuerpo estará lleno de luz. Pero si tus ojos ven mal, entonces todo tu cuerpo estará lleno de oscuridad. Si la única luz que tienes es la oscuridad, ¡qué horrible oscuridad tendrás!  (Mateo  6:22-23 PDT)

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