Le pedí a Dios fuerza
para lograr algo pero me debilitó, para
que pudiera aprender humildemente a
obedecer:
" El sufrimiento me hizo bien, porque me enseñó a prestar atención a tus
decretos.... Señor, ten compasión de mí, pues estoy en peligro. El dolor
debilita mis ojos, mi cuerpo, ¡todo mi ser! ¡El dolor y los lamentos acaban con los años
de mi vida! La tristeza acaba con mis fuerzas; ¡mi cuerpo se está debilitando!".
(Salmo 119: 71; 31: 9, 10) ( Salmo 119:
67, Hebreos 12:10)
Pedí salud, para hacer
grandes cosas. Me dieron la enfermedad, para que yo pudiera hacer cosas
mejores:
" Por
eso aunque tengamos toda clase de problemas, no estamos derrotados. Aunque tengamos
muchas preocupaciones, no nos damos por vencidos. Aunque nos persigan, Dios no nos abandona.
Aunque nos derriben, no nos destruyen…Te he sometido a prueba, pero no como se prueba la plata, sino en el horno de sufrimiento. Por mí, por mí mismo lo hago, pues no quiero
que deshonren mi nombre ni cedo mi gloria a los demás.... "(2 Corintios 4:
8, 9 - Isaías 48:10, 11a)
Pedí riquezas, para poder ser feliz. Me dieron tiempos de escasez,
para que obtuviera sabiduría y tener para dar a otros.
" Hay
un tiempo señalado para todo, y hay un tiempo para cada suceso bajo el cielo… ¿No escogió Dios a los pobres de este mundo
para ser ricos en fe y herederos del reino que El prometió a los que le aman?...
Dios escogió las cosas necias del mundo para avergonzar a los sabios: Dios
escogió al débil del mundo para avergonzar a los fuertes ... sino que Dios ha escogido lo necio
del mundo, para avergonzar a los sabios; y Dios ha escogido lo débil del mundo,
para avergonzar a lo que es fuerte; y lo vil y despreciado del mundo ha
escogido Dios; lo que no es, para anular lo que es; para que nadie se jacte
delante de Dios... Pues ¿qué provecho obtendrá un hombre si gana el mundo
entero, pero pierde su alma? O ¿qué dará un hombre a cambio de su alma?... El
que roba, no robe más, sino más bien que trabaje, haciendo con sus manos lo que
es bueno, a fin de que tenga qué compartir con el que tiene necesidad… Amado, ruego que seas prosperado en
todo así como prospera tu alma, y que tengas buena salud. …Sé vivir en pobreza,
y sé vivir en prosperidad; en todo y por todo he aprendido el secreto tanto de
estar saciado como de tener hambre, de tener abundancia como de sufrir
necesidad. (Eclesiastés 3:1, Santiago 2: 5b, 1 Corintios 1: 27-29, Mateo 16:26,
Efesios, 4:283Jn 1:2, Filipenses 4:12.)
Pedí poder, para que
pudiera tener elogios de los hombres. Me dieron debilidad, para sentir la
necesidad de Dios:
Hermanos, sobre las penurias que sufrimos en la provincia de
Asia, estamos bajo una gran presión, mucho más allá de nuestra capacidad de
soportar, de modo que desesperamos incluso de la vida. Sentía la sentencia de
muerte, pero esto sucedió para no confiar en nosotros mismos, sino en Dios, que
resucita a los muertos. (2 Corintios 1: 8, 9) (Ver 2 Corintios 4: 7-11)
A pesar de mí pobreza
espiritual, mi debilidad, mi escasez, mis
lágrimas y sin posibilidad de hacer algo por mis fuerzas o medios, mis
oraciones no pronunciadas fueron contestadas. Entonces ¡Yo soy, entre los
hombres, más bien bendecido!
"Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos
es el reino de los cielos: bienaventurados los que lloran, porque ellos serán
consolados, bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra".
(Mateo 5: 3-5)
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