Dame, hijo mío, tu corazón, Y miren tus ojos por mis
caminos. Proverbios 23:26.
Vosotros me llamáis, Maestro, y, Señor: y decís bien; porque
lo soy. Juan 13:13.
Discípulo es todo aquel que sigue las enseñanzas de su
maestro. Para que alguien pueda llamarse discípulo debe existir un maestro a
quien obedecer, seguir y aprender de sus enseñanzas.
El maestro moldea el pensamiento del discípulo mostrándole enseñanzas,
doctrinas, métodos, ciencias, ideas y conceptos, maneras de vivir las cuales
permiten al discípulo tomar una dirección en su vida que la marcará para
siempre.
El Señor hizo del discipulado algo sumamente importante, él
llevó el discipulado a otro nivel. El discipulado presupone la salvación de una
persona, ya que está si es salvo debe seguir las enseñanzas de aquel que le
salvó y le rescató. El llamado es a seguir a Jesucristo, en sus palabras,
conceptos y enseñanzas así como los preceptos de las sagradas escrituras o sea
la Biblia. Jesucristo demanda obediencia, el llamado de Jesús conlleva
compromisos, lealtad y un estilo de vida acorde con los principios expuestos
por él.
El Señor llama a que el discípulo tenga un corazón sabio y
puro.
Hijo mío, si tu corazón fuere sabio, También a mí se me
alegrará el corazón; Proverbios 23:15.
El discípulo debe tener un oído presto para atender y captar
todo lo que su maestro le va a decir.
Oíd, porque hablaré cosas excelentes; Y abriré mis labios
para cosas rectas. Proverbios 8:6
Porque de cierto no son mentira mis palabras; Contigo está
el que es íntegro en sus conceptos Job 36:4.
El discípulo tiene una actitud de respeto y apego a lo que
su maestro le dice.
¡Quién diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen, y
guardasen todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos
les fuese bien para siempre! Deuteronomio 5:29
El corazón del discípulo debe ser íntegro y recto.
No tienes tú parte ni suerte en este negocio; porque tu
corazón no es recto delante de Dios. Hechos 8:21
El llamado al discipulado de Cristo es un llamado
espiritual, demanda una lucha en contra de la carne y los deseos contaminantes
del mundo, el esfuerzo del discípulo se centrará en desarrollar su área
espiritual y restaurar su alma.
Por cuanto la intención de la carne es enemistad contra
Dios; porque no se sujeta a la ley de Dios, ni tampoco puede. 8 Así que, los que
están en la carne no pueden agradar a Dios. Romanos 8:7-8.
El discípulo entrega todo por su maestro. Para el discípulo su
maestro es una de las cosas más grandes, los discípulos están dispuestos a dar
incluso su propia vida por el maestro y por las enseñanzas que él les ha
entregado.
Y no como lo esperábamos, más aun a sí mismos se dieron
primeramente al Señor, y a nosotros por la voluntad de Dios. 2 Corintios 8:5
El aprendizaje conlleva a la ejecución de lo aprendido y
puesta en práctica de todos los enunciados del maestro.
De esta manera hizo Ezequías en todo Judá: y ejecutó lo
bueno, recto, y verdadero, delante de Jehová su Dios.
La puesta en práctica de las enseñanzas llevará a un
resultado en la vida del discípulo.
En todo cuanto comenzó en el servicio de la casa de Dios, y
en la ley y mandamientos, buscó a su Dios, y lo hizo de todo corazón, y fue prosperado. 2 Crónica
31:20-21
Una de las cosas más importantes que el discípulo debe
guardar es su corazón.
Sobre toda cosa guardada guarda tu corazón; Porque de él
mana la vida. Proverbios 4:23 El Señor desea que sus discípulos acepten sus
enseñanzas con amor y las lleven a sus vidas realizándolas con ánimo y fervor.
Y todo lo que hagáis, hacedlo de ánimo, como al Señor, y no a
los hombres; Colosenses 3:23
El discípulo de Cristo no debe percibir que las cosas que
realiza las realiza para las ´personas alrededor sino que las realiza para su
maestro y Señor.
No sirviendo al ojo, como los que agradan á los hombres;
sino como siervos de Cristo, haciendo de ánimo la voluntad de Dios; Efesios 6:6
Las enseñanzas del maestro harán que el discípulo ensanche
su corazón en amor, fidelidad, propósito, disciplina, el discípulo crecerá en
su área espiritual y compromiso será permanente. El discípulo se esfuerza por
entender las enseñanzas del maestro y de cumplirlas, esforzándose día a día por
avanzar y hacer las cosas con un espíritu alegre, motivado y lleno de entusiasmo.
Por el camino de tus mandamientos correré, Cuando
ensanchares mi corazón. Salmos 119:32
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