Hay muchos que discuten y
otros opinan acerca de que nunca ocurrirá un fin para la humanidad y
menos para la tierra, respetamos las opiniones de aquellos que difieren y que
trazan sus pensamientos a ideas semejantes. Sin embargo siguiendo las señales
de la Palabra, todo nos indica que si vendrá un fin.
El fin vendrá. Todo tiene su
comienzo y su fin. Esto no cumple para Dios y sus ángeles y otras
esferas espirituales. Todo el que está en Cristo permanece para siempre.
Luego el fin; cuando entregará el reino a Dios y al Padre,
cuando habrá quitado todo imperio, y toda potencia y potestad. 1 Corintios 15:24.
El reino de Dios va en aumento, va conquistando y va
venciendo, se va acrecentando, va tomando lugares, celestiales, va derribando
poderes espirituales, poco a poco se va posicionando para el gran final en el cual se le debe entregar
a Dios Padre el reino y sea quitada toda potestad e imperio, que se habían
levantado en contra de Dios. El encargado de comenzar esta reconquista es Jesucristo,
que como un sembrador comienza a sembrar la semilla de su reino en los corazones
de los hombres, los cuáles serán sus guerreros espirituales que llevaran a cabo
la gran comisión.
El cual a la verdad es la más pequeña de todas las simientes;
más cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, que
vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas. Otra parábola les dijo: El reino de los cielos
es semejante a la levadura que tomó una mujer, y escondió en tres medidas de
harina, hasta que todo quedó leudo. Mateo 13:32-33.
Y respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena simiente
es el Hijo del hombre; Mateo 13:37
Muchos dicen que Jesucristo tarda y que eso nunca sucederá,
sin embargo la tardanza no se debe a que no puede venir o no quiere venir, su
tardanza se debe a su misericordia, porque si el viene, entonces muchos no
tendrán oportunidad de arrepentirse y ser salvos, Jesucristo le está dando
oportunidad a toda persona para que ellos busquen de Dios y se vuelva a los
caminos del bien.
El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por
tardanza; sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno
perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. 2 Pedro 3:9.
Los creyentes deben tener paciencia y en esa espera deben cimentar
sus corazones en la fe y la Palabra de Dios, en este tiempo no debemos
quejarnos los unos contra los otros
Tened también vosotros paciencia; confirmad vuestros
corazones: porque la venida del Señor se acerca. Hermanos, no os quejéis unos
contra otros, porque no seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la
puerta. Santiago 5:8-9.
Miles de años no son nada para el Señor, la Palabra dice que
el tiempo en la dimensión en la cual Dios se encuentra no transcurre, es
estacionario y un día puede ser como mil
años.
El que da testimonio de estas cosas, dice: Ciertamente, vengo
en breve. Amén, sea así. Ven: Señor Jesús. Revelaciones 22:20
Entonces si el fin viene sea de una forma o de otra (por
muerte o por que Cristo venga) debemos vivir de una forma que le agrade a él.
Nuestra forma de hablar debe cambiar y debemos tener
conversaciones que edifiquen y traigan esperanza a los corazones, Debemos
hablar cosas buena y nobles.
Pues como todas estas
cosas han de ser deshechas, ¿qué tales conviene que vosotros seáis en santas y
pías conversaciones. 2 Peter 3:11.
Puesto que el final es inminente, debemos mantenernos en
oración. Mas el fin de todas las cosas se acerca: sed pues templados, y velad
en oración. 1 Pedro 4:7.
Puesto que el final puede suceder en cualquier momento.
Debemos estar alerta.
Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras antorchas
encendidas; Y vosotros semejantes a
hombres que esperan cuando su señor ha de volver de las bodas; para que cuando
viniere, y llamare, luego le abran. Lucas 12:35-36.
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