Anda En Amor

Andar en amor nos ofrece beneficios.

Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor suave. Efesios 5:2.

Se considera al amor como  el único valor que considera el bien, y es la fuerza que nos encamina  hacia la realización de todo lo bueno. El amor es inmaterial y promueve la potencia, harmonía, serenidad, gozo y bienestar en cada persona que lo hace florecer.

Dios nos anima a caminar en amor.

En nuestros días mucha gente dice que el amor está desapareciendo, que ya no es igual que antes, que los hijos han perdido el amor hacia sus padres y que las nuevas generaciones se han sumergido en una serie de sensaciones y estímulos que pertenecen al cuerpo pero no hay alma en esta manera de sentir.

Que habite Cristo por la fe en vuestros corazones; para que, arraigados y fundados en amor… Efesios  3:17. 

La palabra nos aconseja que debemos arraigarnos en el amor y hacer del amor una base sólida en nuestra vida.

Si andas en amor será muy beneficioso para tu vida, en general hay algunas cosas que debes saber acerca del amor y lo que Dios nos dice acerca del amor y como amar:

1.     El amor nos ayuda a sopórtanos. 

Con toda humildad y mansedumbre, con paciencia soportando los unos a los otros en amor. Efesios 4:2.

2.     El amor es un mandamiento. A veces queremos sentir primero y obedecer después, Dios nos indica que debemos decidir amar y obedecer en amor.

Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros: como os he amado, que también os améis los unos a los otros. Juan 13:34.

3.     Debemos hacer todas las cosas en amor.

Las personas que han logrado el máximo éxito en su vida testifican de esto. Ellos hicieron las cosas en sus vidas con amor y llegaron a sus más grandes logros. Si haces algo en rabia, en odio, en amargura, eso recibirá lo que tu estas emanando y no podrá tener frutos en tu vida, si quieres ver grandes resultados en tu vida has las cosas  con todo tu corazón.

Todas vuestras cosas sean hechas con amor. 1 Corintios 16:14.

4.     El amor es tu cobertura. Tu vestido debe ser el amor. Antes de salir de tu casa debes revestirte del amor, en tu vida, debes manifestar amor a los demás, es la manera de tener buenas relaciones con los demás y la forma de estar protegidos contra el odio y el rencor, la rabia y el enojo.

Y sobre todas estas cosas vestíos de caridad, la cual es el vínculo de la perfección. Colosenses 3:14.

5.     El amor cubre multitud de pecados, faltas traiciones, engaños, ofensas, rebeliones. Si andamos en amor podemos perdonar y ser perdonados, todos sufrimos decepciones en nuestra vida, engaños, heridas, o las infringimos a los demás. Sin embargo el amor se encarga de cubrir todas esas cosas con una capa de amor dejando muy profundo lo que había hecho daño y trayendo una reconciliación verdadera, un verdadero arrepentimiento y un verdadero ambiente de verdad.

Y sobre todo, tened entre vosotros ferviente caridad; porque la caridad cubrirá multitud de pecados.  1 Pedro 4:8.

6.     El amor hace que tú te entregues por las personas que amas. El esposo debe ama a su esposa hasta el punto de que entrega su vida por ella.  La madre entrega su vida por su hijo, el hermano por su hermano, el capitán por sus soldados. El amor pone de manifiesto en nuestras vidas cuanto amamos a alguien, cuanto nos importa, cuanto estamos dispuestos a sufrir por esa persona y cuanto nos desprendemos de nosotros mismos por la felicidad de aquel a quien amamos.

Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó á la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella.  Efesios 5:25.

Nadie tiene mayor amor que este, que ponga alguno su vida por sus amigos. Juan 15:13.

7.     El amor nos hace adoptar las ideas las formas, las experiencias el conocimiento y la manera de sentir y actuar de la persona que amamos. Si amas a Cristo buscaras cambiar y ser igual a él.

Con Cristo estoy juntamente crucificado, y vivo, no ya yo, mas vive Cristo en mí: y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó, y se entregó á sí mismo por mí.

Gálatas 2:20.