1 Corintios 2.12-16
La mejor vida que usted puede vivir es la vida que su Creador diseñó para usted. El Señor nos ha dado a los creyentes todo lo que necesitamos para ser más semejantes a Él, y para alcanzar todo lo que ha previsto para nosotros. Puesto que la manera como pensamos es de vital importancia, el Señor nos ha dado la mente de Cristo. Ahora tenemos la capacidad de pensar como Él lo hace y de ver las situaciones desde su perspectiva.
Esta maravillosa capacidad de ajustar nuestros pensamientos a los de Él es un don que recibimos de Dios en el momento de ser salvos. Sin embargo, la práctica de este don es nuestra responsabilidad.
Todos venimos a Cristo con una mente “preprogramada” en cierto grado. Por ejemplo, un niño que crezca oyendo comentarios degradantes, probablemente los incorporará a su concepto de quién es él y de lo que puede lograr en la vida. También, el mundo intenta constantemente de ajustarnos a su manera de ser y Satanás trata de inyectar sus mentiras en nuestro pensamiento.
Si queremos experimentar la vida que el Señor quiere que tengamos, tenemos que reemplazar con la verdad los viejos pensamientos que no están de acuerdo con la Palabra de Dios. Debemos, entonces, filtrar las ideas que nos bombardean cada día para que nuestra vida sea transformada.
Compare sus actitudes, convicciones y pensamientos con las enseñanzas bíblicas. Si no coinciden, rechácelos, y en lugar de eso llene su mente con las verdades de la Palabra. Puesto que el Señor nos ha facultado para pensar correctamente, cultivemos la mente de Cristo en nosotros.
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