jueves, 7 de mayo de 2015

Que Ningún Mal Permanezca

Deuteronomio  13:17. RV 1960
 Y no se pegará a tu mano nada del anatema, para que Jehová se aparte del ardor de su ira, y tenga de ti misericordia, y tenga compasión de ti, y te multiplique, como lo juró a tus padres,
Israel debía conquistar ciudades idólatras y destruir todo el despojo, en relación con todo lo que había sido contaminado por la idolatría como un anatema para ser quemado en el fuego. De igual manera, todo tipo de pecado  debe ser tratado por los cristianos. No debemos permitir que un solo mal hábito  permanezca en nosotros. Es tiempo de guerra a muerte con los pecados, ya sea del cuerpo, la mente o el espíritu.

Cuando Dios nos hace ver nuestro anatema y nuestros pecados, entonces Él tiene gran misericordia de nosotros. Cuando estamos enojados con el mal, Dios no permanece ya enojado con nosotros. Cuando multiplicamos nuestros esfuerzos contra la iniquidad, el Señor multiplica nuestras bendiciones. El camino de la paz, del crecimiento, de la seguridad, de la alegría en Cristo Jesús se encuentra siguiendo estas palabras: "No se pegue a tu mano nada  de lo maldito." Jehová, te purifique el día de hoy. La compasión, la prosperidad, el aumento y la alegría seguramente se le dará a los que quiten el pecado con una resolución determinante y radical. Oro Para que Busques de todo tu corazón al Señor Jesucristo y te apartes de todo pecado que trae maldición a tu vida y muerte espiritual.

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