Muchos dicen que El Espíritu Santo es una cosa, otros dicen que es una fuerza y otros que es una energía, pero según la Biblia es una persona que siente, piensa, decide y actúa.
El Espíritu de Dios posee estas tres características: inteligencia, voluntad y emociones. Para demostrar estos puntos, le guiaré a algunos versículos del Nuevo Testamento.
Primera a los Corintios 2.10, 11 dice que el Espíritu conoce los pensamientos de Dios y nos revela la verdad.
10 Pero
Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña,
aun lo profundo de Dios.
11 Porque
¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre
que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu
de Dios.
Más adelante en el mismo libro, se le identifica como Aquel que decide el(los) don(es) espiritual(es) de cada creyente (12.7-11).
7 Pero
a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.
8 Porque
a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia
según el mismo Espíritu;
9 a
otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo
Espíritu.
10 A
otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus;
a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.
11 Pero
todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en
particular como él quiere.
Por último, los sentimientos del Espíritu Santo se revelan en versos como Romanos 15.30, que habla de su amor; y Efesios 4.30, que amonesta en contra de entristecerlo.
Romanos 15:30Reina-Valera 1960 (RVR1960)
30 Pero
os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu,
que me ayudéis orando por mí a Dios.
Efesios 4:30Reina-Valera 1960 (RVR1960)
30 Y
no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el
día de la redención.
Piense, también, en que Jesús habló de un Consolador o Ayudador que vendría después de Él (Jn 14.16, 26).
16 Y yo
rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para
siempre:
26 Mas el
Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os
enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.
Ayudar y consolar a otros son acciones de una persona, como es también enseñar —estas son algunas de las actividades fundamentales del Espíritu Santo.
El Espíritu es una parte de la Trinidad, y si usted es creyente, Él está con ustedes ahora mismo. Dios le ha dado su Espíritu como un Ayudador especial —uno que es más unido que un hermano (Pr 18.24).
24 El hombre
que tiene amigos ha de mostrarse amigo;
Y amigo hay más unido que un hermano.
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