martes, 14 de marzo de 2017

La Evidencia Del Fruto

El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto. - Juan 15: 5.
Que la hermosura del Señor nuestro Dios sea sobre nosotros. Salmo 90:17.
Como un perfume en un jarrón de arcilla
Lo impregna con una fragancia no propia,
Así que, cuando Señor Tu moras en un alma mortal,
Toda la dulzura del Cielo aparece alrededor de ella exparcida.

Algunas miradas de verdadera belleza pueden verse en los rostros, que habitan en la verdadera mansedumbre. Hay una armonía en el sonido de esa voz a la cual el amor Divino da la expresión, y alguna apariencia de orden correcto en su temperamento y conducta cuyas pasiones son reguladas.

Creo que ninguna verdad Divina puede vivir verdaderamente en un corazón, sin un testimonio externo, de manera que en  porte y apariencia el testigo debe llegar  dentro del corazón del espectador y llevar una evidencia inconfundible, aunque silenciosa, del eterno principio Del cual emana todo su fruto.

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