miércoles, 15 de marzo de 2017

Oyeme



Te ruego, que tu misericordia sea para consolarme, conforme  tu palabra que has dicho a tu siervo. (Salmo 119: 76).
 
El amor divino ha visto y contado
Cada lágrima que cayó de tus ojos;
Y la tormenta que en Amor soporté
Fue el  mejor regalo.

Dios te haga entender esto. Aun, que el Señor vea tus sufrimientos con un ojo de piedad; Y no sólo Él te puede sostener debajo de tantos sufrimientos, sino también te hará  bueno por medio de ellos. Por lo tanto, no te entristezcas por tu suerte, no estés sin ánimo, no mires la dureza de tu condición; Pero cuando la tempestad y los asuntos de aflicción son agudos, mira hacia Aquel que puede dar mansedumbre y paciencia, Él puede levantar tu cabeza sobre todos, y hacer crecer tu vida, y ser un ganador. Si el Señor Dios te ayuda proporcionalmente a tu condición de aflicción y angustia, ya verás que no tendrás motivos para quejarse, sino para bendecir Su nombre.

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