"Mostradme tus caminos, Señor;
Enséñame tus caminos.
Guíame en tu verdad, y enséñame;
Porque tú eres el Dios de mi salvación;
En ti he esperado todo el día "
(Salmo 25: 4-5)
Ayer hablé de un ejército a punto de entrar en la zona de un
enemigo. Respondiendo a la pregunta sobre la causa de la demora: "A la
espera de los suministros." La respuesta también podría haber sido:
"A la espera de instrucciones," o "Esperando órdenes." Si
el último envío no se ha recibido, con las últimas órdenes del comandante en
jefe, el ejército no se atreve a moverse. Igualmente así en la vida cristiana: tan profunda como la
necesidad de esperar a que los suministros, es el esperar instrucciones.
Ver lo hermoso de esto que sale en el Salmo 25. El escritor
conocía y amaba la ley de Dios en extremo, y meditó en aquel día y noche la
ley. Pero sabía que esto no era suficiente. Él supo que para el entendimiento
espiritual correcto de la verdad, y para la aplicación personal correcta de sus
propias circunstancias, él necesitó una enseñanza divina directa
El salmo en todo momento ha sido un salmo muy peculiar,
debido a su expresión reiterada del sentimiento de necesidad de la enseñanza divina, y de la confianza que
como un niño el cual está ansioso de una enseñanza. Estudia el salmo hasta que
su corazón se llene con dos
pensamientos: la necesidad absoluta y la certeza absoluta de la guía divina. Y
con ellas el contexto que habla, "En ti he esperado todo el día." A
la espera de orientación, a la espera de instrucciones, todo el día, es una
parte bendita de esperar en Dios.
El Padre en el cielo está tan interesado en su hijo, y por
lo tanto anhela llevar la vida de este
en cada paso de su voluntad y de su amor, Él está dispuesto a mantener sus pasos totalmente
y llevarlo en su propia mano. Él sabe tan bien que nosotros somos incapaces de
hacer por nosotros mismos lo que es santo y celestial, excepto cuando Él trabaja en
nosotros, esto significa que Él exige que volvamos a Sus mandamientos y así se
convierten en promesas de lo que Él
hará, Por su parte Él nos estará mirando desde arriba y guiándonos todo el día.
No sólo en las dificultades y los momentos de perplejidad especiales, pero en
el curso normal de la vida cotidiana, podemos contar con él para que nos enseñe
sus caminos, y mostrarnos su camino.
Y, qué nosotros necesita para recibir esta guía? Una cosa: estar
a la espera de instrucciones, Esperar en Dios. "En ti he esperado todo el
día." Queremos en nuestro tiempo de oración dar una clara
expresión a nuestra necesidad, y nuestra fe en su ayuda. Queremos
definitivamente a ser conscientes de nuestra ignorancia en cuanto a lo que
puede ser la guerra de Dios, y la necesidad de la luz divina que brilla dentro
de nosotros, si nuestro camino es ser como el sol, que brilla más y más hasta
el día perfecto. Queremos esperar en silencio delante de Dios en oración, hasta que la profundidad, la garantía
de descanso nos llena: mansedumbre Será dada 'me guiará por sendas de
justicia'.
'En ti he esperado todo el día. "La entrega especial a
la guía divina en nuestras sesiones de oración debe cultivar y ser seguida por
el hábito que mira hacia arriba, todo el día". Tan simple como uno
que tiene ojos, que anda todo el día a la luz del sol, así de sencillo y
agradable puede convertirse un alma que practica
Esperar en Dios, que camina todo el día disfrutando
de la luz de Dios que le conduce. Lo que
se necesita para ayudarnos a llevar una vida así es: es el conocimiento real y
la fe de Dios como la única fuente de sabiduría y bondad, debemos estar siempre
listos, y anhelantes de ser lo que Él desea de nosotros ¡sí! esto es lo que
necesitamos. Si nosotros, a pesar de todas las cosas que pasamos vemos a nuestro Dios en su amor, si en contra de todo creemos en su misericordia, si sabemos
esperar en su piedad, si le esperamos en nuestra vida para que trabaje en
nosotros, entonces este esperar en Dios se convertiría en nuestra mayor
alegría, lo natural y será la respuesta espontánea de nuestro corazón a su gran
amor y gloria!
¡Oh Dios! enséñanos, por encima de todo, la bendita lección,
que todo el día, y cada momento de el, tú estés alrededor y dentro de nosotros,
realiza tu obra de amor en nosotros que Cuando llegue el momento de nuestro
encuentro contigo cara a cara y Tú nos preguntes “¿esperaste en mi hijo mío? Nuestra
respuesta pueda ser “Solamente en Ti he esperado”. Enséñanos Señor a poder decir:
"En ti he esperado todo el día."
"Alma mía, en Dios solamente reposa!"
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