Se levantará nación contra nación, y reino contra reino.
Habrá hambres y terremotos por todas partes.
Mateo 24:7 (NVI)
Un jóven de origen tunecino, el 14 de Julio cuando se celebraba en la ciudad de Niza en Francia, el día de la bastilla, conduciendo un camión pasó por encima
de una multitud que estaba celebrando el día de la libertad. La
televisión pasaba imagenes horrendas y los comentarios de los periodistas eran desalentadores.
Las autoridades dijeron que este jóven no tenía relaciones con el terrorismo islamico, no tenía correos, no existían llamadas que lo relñacionaran con terroristas.
Él era un “lobo
solitario”. Una persona fanática que toma la decisión inmolarse matando a el mayor número de gente posible. Muchos lo vinculan a Isiss, ya con este se suma otro más a la lista de atentados que ha sufrido Francia en estos últimos años a manos de islamicos radicales.
El atentado dejó más de ochenta muertos y cientos de heridos.
La Palabra nos dice que: Se
levantará nación contra nación, pueblo contra pueblo. Por lo tanto un incremento en la violencia sucederá, también la Biblia habla que esto será a niveles mayores y má horrendos. Esto nos revela el principio de dolores y la eminente venida de Cristo por su iglesia. Mientras todo esto sucede una impresionante mayoría de cristianos permanecen dormidos
Al pensar acerca de él terrorista y el cristiano común y hacer las respectivas comparaciones, quede sorprendido. El jóven terrorista, no contó con ningún apoyo de ningún indóle, elaboró un plan bien diseñado y lo llevó a su ejecución, sólo estaba apoyado por sus creencias y su convicción.
El cristiano de ahora se queja si la adoración esta larga o el servicio se extiende, no asistimos a la iglesia si hay un juego importante de nuestro equipo favorito, tenemos alguna reunión social, alguna actividad educativa (como estudiar, que dejamos de último para hacerlo y en horas del servicio). No nos comprometemos en la iglesia porque estamos muy ocupados con nuestras cosas.
Este jóven adquirió, alquiló o se robó un camión, se autofinanció su proyecto, no
recibió apoyo económico de ninguna persona. La gran mayoría de los cristianos ni ofrenda,
y cuando ofrendamos damos una cantidad insignificante en cambio gastamos todo en nuestros deseos, caprichos y vanidades.
El jóven terrorista no midió en ningún momento las consecuencias, y dió su
vida por sus creencias e ideales. Nosotros los cristianos, no tenemos ideales, ni convicción, ni propósito, ni
deseo, ni pasión, ni amor por Jesucristo.
Lo más tremendo de esto es que él
estaba equivocado y nosotros los cristianos tenemos la Verdad de Dios. Aún teniendo la verdad y antes tales acontecimientos seguimos en el mundo del adormecimiento, de la comodidad y de la no acción. Despertemos, que el mundo se está cayendo, las señales de la venida de Cristo están ante nuetros ojos, no es bueno mirar para otro lado, no es bueno ser indiferentes antes estos acontecimientos. Muchos se daran cuenta pero sólo será muy tarde para reaccionar, muchos ya tendrán el camión al frente de sus ojos, no habrá tiempo de reaccionar, no habrá más oportunidad, no habrá un escape.
¡Despierta!
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