Este Salmo, es una alabanza al Creador, ha estado hablando de
las aves y las bestias de la selva; de los jóvenes leones, y el hombre que va a
su labor; del gran mar, de las cosas que se arrastran, bestias innumerables,
tanto pequeñas como grandes. Y se resume todo en la relación de toda la
creación a su Creador, y su dependencia continua y universal sobre él en una
sola palabra: "Todos ellos esperan en ti." Fue la obra de Dios Tanto
como para crear, como su trabajo para
mantener. La criatura no podía crearse a sí misma, cuando lo hizo quedó sin el sostenimiento pues no puede por sí misma mantenerse, el hombre depende de la naturaleza, la naturaleza depende de Dios, el hombre depende de la tierra, la tierra depende de Dios, el hombre depende del universo, el universo depende de Dios. Toda la creación está
gobernada por la ley inalterable de esperar en Dios!
La palabra es la expresión de que, y por medio de ella la criatura fue traída a la existencia, es el
fundamento de su constitución. El único objeto para el que Dios le dio vida a
las criaturas fue que en ellos Él podría demostrar y mostrar Su sabiduría,
poder y bondad, él podía verter en su ser a cada momento de su vida la felicidad, de acuerdo con su capacidad, la
riquezas de su bondad y el poder. Y así como este es el lugar y la naturaleza
de Dios, para ser incesantemente el proveedor y a la vez satisfacer todas las
necesidades de la criatura, por lo que el mismo lugar y la naturaleza de la
criatura es nada más que una habitación llamada esperar en Dios y recibir de Él lo
que Él solo puede dar, lo que se deleita en dar.
Al encontramos frente a este pequeño libro podemos aprender lo
que es espera en Dios y esto debe ser
para el creyente, practica y experiencia
de su bendición, es importante que comencemos desde el principio, a ver la
profunda y razonable llamada a esperar.
Entendamos cómo hay una orden que no es arbitraria.
Veamos que se hace necesaria por nuestro
pecado e impotencia. Simplemente porque
es verdaderamente nuestra restauración a
nuestro destino original y nuestra más alta nobleza, a nuestro verdadero lugar
y gloria como criaturas dependientes felizmente en el Dios Todo Glorioso.
Si nuestros ojos se
abren a esta preciosa verdad, toda la Naturaleza se convertirá en predicadora, que nos recuerda la relación fundada en la creación pero ahora sustentada en la gracia. A medida que
leemos este Salmo, aprendemos a considerar a toda la vida en la naturaleza como
continuamente sostenida por el mismo Dios, Esperar en Dios debe ser la
necesidad misma de nuestro ser. Al pensar en los jóvenes leones y los cuervos
clamnando a Dios, las aves y los peces y
cada insecto que espera en él, hasta que les de su comida a su tiempo, veremos
que es la propia naturaleza y gloria de
Dios, Él es un Dios que es esperado. Cada pensamiento de lo que es la
naturaleza, y lo que es Dios, da un nuevo vigor a la llamada: "Espera en
Dios solamente"
"Todos ellos esperan en ti, para que le puedas
dar." Dios es el que da todo: es esta la fe que está profundamente en nuestros corazones. Sin
embargo hay que entender plenamente todo lo que está implícito en nuestra
espera en Dios, pero antes tendremos que
ser capaces de cultivar el hábito, para dejar que la verdad de “esperar en Dios”
entre en nuestras almas. Esperar en Dios es la dependencia incesante de todo sobre él, es, en el cielo y la tierra, la
única religión verdadera, la expresión de una verdad inalterable y que todo lo
abarca la verdadera relación con él, el siempre bendito Dios en el que vivimos, andamos y nos movemos.
Hagamos de esto nuestro propósito a la vez que sea la
característica de nuestra vida y el culto, una humilde, sincera y espera continua a Dios. Podemos estar
seguros de que el que nos hizo para sí mismo, él mismo podría darnos,
suplirnos y sostenernos y nunca nos va a defraudar. Esperando en Él hemos de encontrar el descanso,
la alegría, la fuerza y la salida a cada necesidad.
"Alma mía, en Dios solamente reposa!"
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