Dios le dijo a Abraham que tendría un hijo, él anhela tener
un hijo y ver el cumplimiento de la promesa de Dios. Sara se había resignado
ante la frustración de la cruel esterilidad. Pero Dios la había llamado, le dio
un nombre nuevo, al oír que tendrá un hijo, ella se ríe para sin piensa con
incredulidad. Cansada de años de frustración las esperanzas han muerto. Dios
cumple su palabra y le confirma su promesa estableciendo su atributo de
soberano sobre cualquier situación, El dice “¿Acaso hay alguna cosa difícil
para Dios?”. Es una pregunta que también nosotros debemos enfrentar en nuestras
vidas, pero sólo los que creen y confían, confesando a Dios como Todopoderoso,
pueden responder correctamente esta pregunta. Señor que tu palabra fortalezca
nuestra fe y confiemos en tus promesas para nuestras vidas.
Génesis 18:1-15.
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