Escapa por tu vida, no mires atrás ni te detengas en ningún
lugar de esta llanura; escapa al monte no sea que perezcas… Entonces la mujer
de Lot miró tras, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal. Génesis 19:17,
26.
La ciudad de Sodoma iba ser destruida por eso Dios manda a
Sus ángeles a sacar a Lot y su familia, los ángeles le dicen que huya al monte,
apenas Lot llega a Zoar, Dios hace hizo llover fuego y azufre sobe la ciudad.
La mujer de Lot desobedeciendo la voz de los ángeles mira hacia atrás y se
convierte en una estatua de sal.
A veces los mandamientos de Dios nos parecen molestosos, que
no queremos cumplirlos, Dios quiere es nuestra salvación. Dios es amor y
misericordioso, pero al ejecutar su justicia, no tendrá por inocente al
culpable. Abraham intercedió por Sodoma y Gomorra y por los justos que allí podrían encontrarse,
pero sólo se hayo una sola persona justa. Abraham intercede porque sabe que la
justicia de Dios es indetenible, Dios es justo. Dios extiende su salvación a
los justos, ellos deben aceptarla.
A veces queremos colocar a Dios a la posición del hombre,
desde nuestra posición creemos que somos superiores, creemos que podemos tener
el control, y creemos que podemos salirnos con lo nuestro, no respetamos los
mandamientos de Dios y no le damos importancia. Pero Dios es Dios, Su Palabra
se cumple en todos los tiempos, Su Palabra no se dejará de cumplirse aunque
nosotros no estemos de acuerdo. Aunque los más sabios, los más inteligentes,
los más poderosos, sea quien sea saquen ideas, conceptos, leyes diferentes a las leyes
de Dios. Las leyes de Dios se mantendrán firmes e invariables.
Dios le da una orden a Lot huye, de esta ciudad llena de
pecado, huye de la destrucción, huye del mal que viene pero hacia donde podía
huir Lot, hacia donde podría irse, Lot ve un sitio que le parece favorable y
emprende camino hacia ese sitio. Lot se retrasa, pero los ángeles le apuran,
tal vez no querían irse, tal vez amaban más aquel sitio que todas las otras
cosas, tal vez estaban acostumbrados a ver el pecado, tal vez le duele dejar todo lo que ha cosechado
y se ha ganado en ese lugar. Lot decide obedecer y salen de la ciudad pero en
el camino su mujer vuelve a su visita a la ciudad al desobedecer la orden dada
se convierte en estatua de sal.
Muchos años más adelante los discípulos de Jesucristo fueron
interpelados por las autoridades para que dejasen de predicar el evangelio y
ellos respondieron “es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres”, la
obediencia a Dios es un factor determinante en la vida de un hijo de Dios, no
le obedecemos por obligación, no le
obedecemos por coerción, le obedecemos por amor, respeto, honor y gloria. Si
quiere tener grandes avances en su vida espiritual, entonces decídase obedecer
a Dios.
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