Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres. Mateo 5:13.
Jesús nos enseñó que los creyentes tenemos que ser "la sal de la tierra y la luz del mundo". Esta es una verdad poderosa que conlleva una gran responsabilidad en el mundo.
Ser la "sal de la tierra" implica que debemos dejar sentir nuestra influencia en la sociedad. El cristianismo debe tener un "efecto moderador" en el mundo, ofreciendo un contraste positivo en medio de la oscuridad moral y social. Si la iglesia logra mantener su carácter distintivo y actúa como sal, entonces muchos podrán ser salvados.
Para lograr esto, necesitamos un "cuidadoso equilibrio": debemos estar implicados en las estructuras de la sociedad mientras, al mismo tiempo, "mantenemos nuestro carácter distintivo". Nuestra vida cristiana debe ser una "carta al mundo" que muestre nuestra fe viva en el Dios vivo. Cuando nuestros caracteres no corresponden a nuestras enseñanzas, el resultado es un "malsano sabor", lo que significa que perdemos nuestra capacidad de influir y nos convertimos en algo que "no sirve más para nada". Por lo tanto, el objetivo es practicar actos de amabilidad y compasión mientras nos mantenemos limpios ante el mundo.
Aplicación
- Evalúe su Influencia Pública: Asegúrese de que su comportamiento público no sea causa de ningún reproche. Trabaje para vivir en paz con todos en lo que a su responsabilidad respecta, manteniendo su carácter distintivo mientras interactúa con las estructuras sociales.
- Actúe con Propósito: Determine qué es lo mejor que puede hacer para que su influencia se sienta hoy en su entorno. Esto implica comprometerse con acciones específicas basadas en las Escrituras.
Reflexiona
- Ahora que ha leído y considerado estos versículos, ¿cómo le está llamando Dios a pensar diferente acerca de su papel de influencia en el mundo?.
- ¿Qué paso práctico está dispuesto a dar hoy para vivir lo que ha aprendido sobre la necesidad de mantener su "carácter distintivo" y evitar un "malsano sabor" en su vida?.
La Oración De Hoy
Señor, me presento ante Ti esta mañana. Reconocemos que la oración es una conversación íntima contigo. Te pido que el Espíritu Santo sople nueva vida en mi interior y renueve mi alma y corazón. Ayúdame a mantener la calidad de sal en mi vida. Padre, quiero que mi vida sea una carta escrita tan claramente que todos los que me vean no tengan duda de a quién sirvo. Permíteme ser luz en medio de la oscuridad moral y ejercer ese efecto moderador que Tu mundo necesita. Amén.

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