Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Juan 3:3.
Este versículo, parte de la conversación de Jesús con Nicodemo, establece un requisito fundamental e ineludible para la vida espiritual: el nuevo nacimiento. Jesús declara que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios. Al reino de Dios se entra y se vive por medio de este nuevo nacimiento.
La necesidad de esta transformación radica en que nadie nace como hijo de Dios en un sentido espiritual; esto está basado en el nacimiento segundo, o espiritual, dentro de la familia de Dios. La naturaleza humana, en su estado natural, está muerta espiritualmente y necesita urgentemente un nacimiento nuevo o nacimiento espiritual. Este cambio debe ser radical, una metamorfosis, no una simple modificación.
La obra de regeneración (o nuevo nacimiento) es totalmente obra de Dios. Es un hecho sobrenatural, una transformación que Dios hace en los creyentes para darles una nueva vitalidad espiritual y dirección en sus vidas. Es el origen de la vida eterna. Cuando una persona ha nacido de nuevo, sabe que ha recibido algo como un don de Dios, no por su propia decisión. Este nacimiento espiritual crea una nueva manera de vivir y es indispensable si se quiere entrar en el reino de Dios. El nuevo nacimiento es un proceso irreversible y obra de Dios.
Aplicación
- Reconoce tu necesidad de un cambio radical (Regeneración): Si aún no has experimentado este nuevo nacimiento, debes darte cuenta de que eres un pecador culpable e inútil. El comienzo de la vida cristiana exige que reconozcamos esta condición y nos entreguemos a Jesucristo como nuestro Salvador y Señor. Esto implica poner toda nuestra confianza en Su muerte y resurrección para el perdón de los pecados.
- Rinde tu nueva vida a Sus propósitos: Puesto que si alguno está en Cristo, nueva criatura es, la vida cristiana es una nueva manera de vivir. Debemos someternos a Dios y rendir cada parte de nuestro cuerpo a Él como instrumentos o herramientas que Él puede usar para Sus propósitos justos.
Reflexiona
- ¿Ha ocurrido en tu vida el nuevo nacimiento como una obra sobrenatural de Dios, transformándote de la muerte espiritual a la vida espiritual, o tu fe es solo una "conversión" superficial sin haber recibido algo de parte de Dios?.
- Sabiendo que eres una nueva creación, ¿hay áreas de tu vida o partes de tu cuerpo que todavía no has rendido a Dios, permitiendo que el pecado reine en lugar de vivir según la justicia de Cristo?.
La Oración De Hoy
Padre Celestial, reconozco que por mi naturaleza no podía ni puedo entrar en Tu reino. Te doy gracias porque la regeneración es Tu obra sobrenatural. Te ruego que, si aún no he nacido de nuevo, Tu Espíritu Santo obre esa metamorfosis radical en mí hoy, dándome la nueva vitalidad espiritual y la vida eterna que solo viene por la fe en Jesucristo. Ayúdame a abandonar mis pecados y a vivir esta nueva vida, rindiéndome incondicionalmente a Tu control y dirección, para Tu gloria. Amén.

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