miércoles, 10 de agosto de 2016

"El Señor empobrece y enriquece, abate y enaltece."



1 Samuel  2:7-10 (La Biblia)

7.Jehová empobrece, y él enriquece: Abate, y ensalza.
8 El levanta del polvo al pobre, Y al menesteroso ensalza del estiércol, Para asentarlo con los príncipes; Y hace que tengan por heredad asiento de honra: Porque de Jehová son las columnas de la tierra, Y él asentó sobre ellas el mundo.
9 El guarda los pies de sus santos, Mas los impíos perecen en tinieblas; Porque nadie será fuerte por su fuerza.
10 Delante de Jehová serán quebrantados sus adversarios, Y sobre ellos tronará desde los cielos:

"El Señor empobrece y enriquece, abate y enaltece."

Estos  versículos hacen surgir una pregunta que muchos solemos hacer, y es: ¿Por qué es que unos son ricos y mientras otros son pobres? No nos es posible comprender por qué Dios ha permitido esa gran desigualdad, de que algunos vivan en la opulencia, mientras que otros se encuentren sufriendo necesidad o miseria. ¿No es cierto que el pecado, la maldad y el egoísmo humano tiene mucho que ver en esa situación? Quizá lleguemos a pensar que nos sería posible corregir ese estado de cosas y distribuir la riqueza de una manera un poco mejor. Pero, ¿sabe usted estimado oyente, que Él no nos dejó esa tarea? Eso le incumbe a Él, y algún día Él nos lo explicará. Los gobiernos del mundo por cientos de años han tratado de equilibrar las riquezas entre sus ciudadanos, cuando parece que ya tienen todo controlado se dan cuenta que han traído miseria sobre sus naciones, o han beneficiado a un grupo y otros se ven perjudicados, tantos las ideologías capitalistas, comunistas como socialistas no han podido traer el bienestar completo para sus naciones. Han surgido muchas doctrinas las cuales hacen ver que los pobres están bajo una maldición y que no son favorecidos por Dios, muchos grandes predicadores han dicho esto y luego se han tenido que retractar de sus palabras. Podemos tener como ejemplo aquellas iglesias de regiones pobres como las africanas donde aún mueren millones por hambre, pero al contrario, podemos ver entre ellos una iglesia llena de poder, que realiza grandes milagros y con una fe poderosa y activa.

La iglesia de Jerusalén se vio en gran necesidad tanto que los demás hermanos de otras regiones tuvieron que recoger ofrendas para enviarles y sostenerles. Debemos tener presente que hay épocas que se repiten, como por ejemplo el ciclo de 7 años, el ciclo de 50 años, los cuales menciona la Biblia. Hay tiempos de escasez y tiempos de abundancia, hay tiempos para sembrar y tiempo para recoger lo plantado. Tenemos que prepararnos para los tiempos difíciles, ayudar a los demás cuando estén atravesando pruebas, y como la palabra lo dice son temporadas, no es algo permanente. 

La palabra también dice que "Él levanta del polvo al pobre; alza del basurero al menesteroso, para hacerlo sentar con príncipes y heredar un sitio de honor. Porque del Señor son las columnas de la tierra; él afirmó sobre ellas el mundo. Él guarda los pies de sus santos, más los impíos perecen en tinieblas; porque nadie será fuerte por su propia fuerza." El secreto en todo esto es ser santo a los ojos de Dios, buscar Su santidad, buscar su presencia, si nos hemos apartado para Él entonces Él guardará nuestros pies, no hará que perezcamos en las tinieblas, nosotros confiamos es en Su fuerza, si estamos en pobreza, entonces podemos esperar que el nos levante del polvo, si estamos menesterosos Su fuerza es la que nos alza, cuando limpiamos nuestro corazón y decidimos apartarnos para Él nos hace sentar con los príncipes y heredar un sitio de honor. Gracias Señor porque mi fuerza depende de Ti, en Ti he confiado y en Ti me sostengo.

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