sábado, 20 de agosto de 2016

Cuando Quieres Oir Lo Que Quieres Oir

2 Crónicas 18:1-17. PDT.

(1)  Josafat llegó a ser muy rico y poderoso. Hizo un acuerdo con el rey Acab y llegaron a ser consuegros.


(2)  Entonces Josafat fue a visitar a Acab en Samaria y juntos celebraron sacrificios de ovejas y mucho ganado junto al pueblo. Luego Acab animó a Josafat a atacar a Ramot de Galaad.


(3)  Acab, el rey de Israel, le preguntó a Josafat, rey de Judá: —¿Irás conmigo a ayudarme a atacar a Ramot de Galaad? Josafat le contestó: —Por supuesto que te ayudaré. Mis soldados están tan dispuestos para la guerra como los tuyos.


(4)  Pero primero consultemos al Señor para ver lo que él dice.


(5)  Así que Acab llamó una reunión de los profetas. Había como cuatrocientos profetas y Acab les preguntó: —¿Debemos ir a la guerra contra el ejército de Siria y atacar a Ramot de Galaad o esperar hasta otro momento? Los profetas contestaron: —Ve a luchar ahora porque Dios te va a entregar la ciudad.


(6)  Pero Josafat les dijo: —¿Hay otros profetas del Señor por acá? Si hay, deberíamos preguntarles lo que dice Dios.


(7)  El rey Acab contestó: —Hay otro profeta, Micaías hijo de Imlá, pero lo detesto porque cuando él habla de parte del Señor nunca me dice nada agradable. Siempre dice lo que no me gusta. Josafat le dijo: —El rey no debería hablar así.


(8)  Así que el rey Acab le dijo a uno de sus oficiales que fuera rápido a buscar a Micaías hijo de Imlá.


(9)  Los dos reyes estaba sentados cada uno en su trono y vestidos con sus trajes reales. Estaban en los tribunales cerca de la puerta de Samaria y todos los profetas estaban de pie delante de ellos. Mientras profetizaban,


(10)  Sedequías hijo de Quenaná, uno de los profetas, hizo unos cuernos de hierroa. Entonces él le dijo a Acab: —El Señor dice: “Tú usarás estos cuernos para luchar en contra del ejército de Siria, lo derrotarás y destruirás”.


(11)  Los demás profetas estuvieron de acuerdo con Sedequías, diciendo: —Que marche ya tu ejército a luchar contra el ejército de Siria en Ramot de Galaad. Los vencerás, porque el Señor te dará la victoria.


(12)  Entretanto, un oficial fue a buscar a Micaías y le dijo: —Todos los profetas sin excepción están diciendo que el rey va a tener éxito. Así que te conviene acomodar tu mensaje al de ellos.


(13)  Pero Micaías contestó: —Nada de eso. Te aseguro por el poder del Señor que yo le diré al rey lo que Dios me diga.


(14)  Entonces Micaías se presentó ante el rey Acab. El rey le dijo: —Micaías, ¿debemos el rey Josafat y yo juntar fuerzas para luchar contra el ejército de Siria en Ramot de Galaad o debo esperar otro momento? Micaías le contestó: —¡Ataca ahora, porque se te permitirá vencerlos!


(15)  Pero Acab dijo: —¿Cuántas veces tengo que decirte que estás bajo juramento y que digas sólo lo que el Señor te dice?


(16)  Así que Micaías contestó: —Esto es lo que va a suceder: el ejército de Israel será dispersado por las colinas como ovejas sin pastor. El Señor dice: “Estos no tienen líderes; que se devuelvan a casa y no hagan la guerra”.


(17)  Entonces Acab le dijo a Josafat: —¿Ves? ¿No es como te dije? Este profeta no me dice nada bueno, sino que siempre me dice lo que no quiero escuchar.


Cuando quieres hacer las cosas a tu manera y no están en los planes de Dios, puedes caer en tu propia trampa y engañarte tu mismo con falsas expectativas.

El que tu quieras oír cosas según tus inclinaciones, no quiere decir que Dios tenga que hacer lo que tu quieres. Dios siempre hará lo que Él quiera hacer. Aunque busques profecías y profetas que apoyen tus tendendias e inclinaciones, si Dios no lo ha dicho para ti, esas cosas no se cumpliran.

Muchos te pueden animar en hacer cosas que no están de acuerdo a tu rpopósito y llamado y puedes tener exito por un tiempo, pero como no ha salido de Dios las cosas no resultaran exitosas al final.

Ten cuidado con la palabras que oyes, con las ideas que estan cerca de ti, colocalas en la balanza de  Dios, examina tu deseos, sueños y propósitos deben estar alineados con los propósitos de Dios para ti.

No permitas que tu corazón te engañe y quieras oír siempre las palabras bondadosas de victoria, triunfo y abundancia, cuando venga una palabra de corrección entonces no quieras oírla o seguirla, si puedes soportar la correción de Dios entonces tu carácter estará listo para las victoias permanentes.

Cuando dentro de ti hay una inclinación a oir la verdad entonces las palabras de verdad vendrán a ti (1 Juan 4:6). Cuando dentro de ti se mueve la mentira, el engaño y la falsedad entonces las palabras de falsedad, engaño y mentiran vendrán a ti (Juan 8:44)

Salmos 109:17.
 
También amaba la maldición, y ésta vino sobre él; no se deleitó en la bendición, y ella se alejó de él.

 

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