miércoles, 10 de mayo de 2017

¿Por qué La Esperanza?



Ahora bien, tener fe es estar seguro de aquello que esperamos; es creer en algo que no vemos.
(Hebreos 11:1 PDT)

La esperanza es tener expectativa de algo, esperar en alguien, la esperanza es aguardar lo prometido o lo que se cree que vendrá. La esperanza es tan importante como la fe y es uno de los elementos que permanecerán en los tiempos del fin junto con el amor y la fe.

Dios quiere que nuestra esperanza se dirija hacia propósitos eternos y valla más allá de cosas en la tierra. “Si nuestra esperanza en Cristo solamente vale para esta vida, somos los más desdichados de todos.” Dijo el apóstol Pablo (1 Corintios  15:19 DHH)

Nuestra fe y esperanza están puestas en Dios por medio de Cristo.

Por medio de Cristo, ustedes son fieles a Dios, quien resucitó a Cristo de entre los muertos y le dio honor. Por eso han puesto su fe y su esperanza en Dios. (1 Pedro 1:21 PDT)

El apóstol Pablo tenía esperanza en Dios que podía llevar lo poco de su trabajo a una gran culminación y aunque se encontraba en la cárcel Dios utilizaría sus, palabras, esfuerzo y ejemplo para llevar la Palabra a todo el mundo hasta el fin. “Por lo cual asimismo padezco esto;  pero no me avergüenzo,  porque yo sé a quién he creído,  y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.” (2 Timoteo 1:12. RV60)

Debemos esperar grandes cosas de Dios para nuestros tiempos, cuando le amamos Dios derrama sobre nuestras vidas increíbles bendiciones que perduran en el tiempo.

Pero, así dice la Escritura: "Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, y nadie ha imaginado lo que Dios tiene preparado para aquellos que lo aman". Pero Dios nos ha mostrado eso por medio del Espíritu porque lo sabe todo, incluso los secretos más profundos de Dios. (1 Corintios 2:9-10 PDT)
Cada hombre de Dios esperó en Él sabiendo que aquellas cosas que dijeron o escribieron y les fueron reveladas, servirían para muchos, ese mensaje traía una revelación tan grande, de tanta importancia y con cosas que no habían sido reveladas que aún los mismos ángeles querían oír.

Dios les hizo entender que lo que decían no era para servirse a sí mismos, sino para ayudarlos a ustedes. Además, quienes les anunciaron a ustedes las buenas noticias les contaron el mismo mensaje de los profetas por medio del Espíritu Santo que fue enviado desde el cielo. En ese mensaje hay detalles que hasta los mismos ángeles quisieran conocer. (1 Pedro 1:12 PDT)

El Salmista lo expresó así :

“¡Qué grande es tu bondad  para aquellos que te honran!  La guardas como un tesoro  y, a la vista de los hombres,  la repartes a quienes confían en ti.” (Salmo 31:19 DHH)

Uno de esos misterios revelados fue que Dios había estado preparando un reino antes de la fundación del mundo para sus hijos.

Y dirá el Rey a los que estén a su derecha: 'Vengan ustedes, los que han sido bendecidos por mi Padre; reciban el reino que está preparado para ustedes desde que Dios hizo el mundo. (Mateo 25:34 DHH)

Muchos de nosotros no entendemos estos misterios de Dios, otros lo aceptan pero no  están convencidos. Muchos se preguntan cómo serán todas estas cosas, cuando pasan por tantas dificultades y contratiempos. Hay muchas pruebas y ante la vista de todos  parecen derrotadas, desfallecido y olvidados por la gracia de Dios.

Ante todo debemos tener presente una cosa: “Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, a los cuales él ha llamado de acuerdo con su propósito.” (Romanos 8:28 DHH)

Les contaré acerca de cuando la madre de los hijos de Zebedeo vino a Jesús a pedirle favores:

La madre de los hijos de Zebedeo, junto con sus hijos, se acercó a Jesús y se arrodilló delante de él para pedirle un favor. Jesús le preguntó:
  --¿Qué quieres?
  Ella le dijo:
  --Manda que en tu reino uno de mis hijos se siente a tu derecha y el otro a tu izquierda. Jesús contestó:
  --Ustedes no saben lo que piden. ¿Pueden beber el trago amargo que voy a beber yo?
  Ellos dijeron:
  --Podemos. Jesús les respondió:
  --Ustedes beberán este trago amargo, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde a mí darlo, sino que se les dará a aquellos para quienes mi Padre lo ha preparado. Cuando los otros diez discípulos oyeron esto, se enojaron con los dos hermanos. Pero Jesús los llamó, y les dijo:
  --Como ustedes saben, entre los paganos los jefes gobiernan con tiranía a sus súbditos, y los grandes hacen sentir su autoridad sobre ellos. Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que entre ustedes quiera ser grande, deberá servir a los demás; y el que entre ustedes quiera ser el primero, deberá ser su esclavo. Porque, del mismo modo, el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por una multitud.  (Mateo 20:20-28 DHH)

Como podrán ver la madre quería que sus hijos tuvieran un lugar de preminencia en el reino de Cristo Jesús. La respuesta de Jesús fue una pregunta que les llevo a un trago amargo, a una prueba. Ellos iban a padecer, al igual que Cristo Jesús, pero no estaba en sus manos darles lo que ellos estaban demandando. Jesús sin embargo les dice cómo funciona, el reino y como pueden ganarse los puestos más altos y ser los más importantes en el reino.

“el que… quiera ser grande, deberá servir a los demás; y el que… quiera ser el primero, deberá ser su esclavo.”

Nuestra manera de pensar en este mundo es diferente a la manera cómo funciona el reino. Por eso cuando confiamos en Dios y creemos en su palabra podemos estar seguros que obtendremos mayores beneficios que si actuamos según la manera de pensar de este mundo.

Y dirá el Rey a los que estén a su derecha: 'Vengan ustedes, los que han sido bendecidos por mi Padre; reciban el reino que está preparado para ustedes desde que Dios hizo el mundo. Pues tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; anduve como forastero, y me dieron alojamiento. Estuve sin ropa, y ustedes me la dieron; estuve enfermo, y me visitaron; estuve en la cárcel, y vinieron a verme.' Entonces los justos preguntarán: 'Señor, ¿cuándo te vimos con hambre, y te dimos de comer? ¿O cuándo te vimos con sed, y te dimos de beber? ¿O cuándo te vimos como forastero, y te dimos alojamiento, o sin ropa, y te la dimos? ¿O cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?' El Rey les contestará: 'Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de estos hermanos míos más humildes, por mí mismo lo hicieron.'  (Mateo 25:34-40 DHH)

Cuando haces cosas buenas por otros, cuando ayudas a tu hermano, cuando le das de comer a alguien que padece hambre, cuando das alojamiento, ropa, visitas al que está enfermo o aquel que está en la cárcel, estás haciendo las cosas importantes del reino. Para muchos estas cosas parecen cosas muy pequeñas, superfluas o sin importancia, pero para Dios son cosas muy importantes.

Las pruebas son también cosas que Dios ve como importante y quienes las soportan y las superan Él les bendice y les recompensa.

Bienaventurado el hombre que soporta la tentación, porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida que Dios ha prometido a los que lo aman. (Santiago 1:12 DHH)

Nosotros creemos que todas esas pruebas que pasamos, nos debilitan y nos hacen parecer personas que no sirven para nada o que hemos fracasado en la vida, nos hacen ver como pobres, humillados ante el mundo, nos hacen ver como si Dios no estuviera con nosotros, nos hacen ver como los seres más despreciables del mundo, sin embargo Dios tiene ojos de amor para con nosotros, él nos ve como seres humanos victoriosos, é nos ve con gran alegría. Cuando sentimos que nadie nos quiere, cuando nos sentimos solos, desamparados, cuando las pruebas son mayores que nuestras fuerzas, cuando todos se ríen de nosotros, Dios no se ríe de nosotros Dios nos tiene preparado un gran premio, por amarle a Él ante toda situación y por soportar la prueba.

Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que lo aman? (Santiago 2:5 DHH)

Las situaciones en las cuales nuestros sentimientos se ven comprometidos y estamos en la encrucijada de la vida en la cual debemos perdonar y amar u odiar y no olvidar. Cuando decidimos por amar no importando el costo de esta decisión, colocando a Dios como nuestro soporte para el amor y el perdón cumpliendo su voluntad no importando cuanto nos duela o gastemos en ello.

Nosotros amamos porque él nos amó primero. Si alguno dice: "Yo amo a Dios", y al mismo tiempo odia a su hermano, es un mentiroso. Pues si uno no ama a su hermano, a quien ve, tampoco puede amar a Dios, a quien no ve. Jesucristo nos ha dado este mandamiento: que el que ama a Dios, ame también a su hermano. (1 Juan 4:19-21 DHH)

Cuando creímos en Cristo Jesús nuestro corazón se llenó de esperanza, de que cosas buenas habían sucedido en nuestro interior y que cosas buenas habrían de venir. Por medio del Espíritu Santo pudimos sentirnos libres de muchas ataduras espirituales y del pecado que nos mantenía en esclavitud. El Espíritu Santo transmite a nuestro espíritu esperanza de que hay cosas grandiosas más allá aunque no podamos verlas pero hay algo que nos dice interiormente de que existen y que un día las veremos y las disfrutaremos.

Esto mismo sucede con ustedes: oyeron el mensaje de la verdad, o sea, las buenas noticias sobre la salvación y creyeron en Cristo. Por medio de él, Dios les puso el sello del Espíritu Santo que había prometido. El Espíritu es como un adelanto o una garantía de que recibiremos lo que Dios prometió. La promesa de Dios llegará cuando se complete nuestra liberación, y así podremos alabar a Dios por su grandeza. (Efesios 1:13-14 PDT)

Hay una seguridad que cada creyente entonces ha recibido este mensaje espiritual  de esperanza, fe y amor.

Sé que ustedes han recibido su mensaje y han aprendido la verdad que está en Jesucristo. (Efesios 4:21 PDT)

Esta esperanza comienza a surgir por el mensaje que nos habla de Cristo Jesús. También hay acciones que realizamos en favor de otros y muchas de esas acciones vienen como resultado de la esperanza que nos ha sido comunicada, esa esperanza se alimenta cada día de lo que Dios nos tiene guardado para días futuros.

…hemos escuchado que ustedes tienen mucha fe en Jesucristo. También hemos oído del amor que muestran por todo el pueblo santo de Dios. Esa fe viene de la esperanza de recibir lo que Dios les tiene guardado en el cielo. Ustedes conocieron esa esperanza a través del mensaje verdadero, o sea, las buenas noticias que llegaron hasta ustedes. Ese mensaje se está anunciando por todo el mundo y está dando buenos resultados en todas partes. Lo mismo está sucediendo entre ustedes. El mensaje está creciendo entre todos desde el primer día en que oyeron las buenas noticias de Dios y entendieron la verdad sobre el generoso amor que él tiene.  (Colosenses 1:4-6 PDT)

Esta apreciación de la verdad espiritual ha llegado a nosotros por medio de Jesucristo.
… el generoso amor y la verdad de Dios llegaron por medio de Jesucristo. (Juan 1:17 PDT)

Debemos mantenernos en esperanza, no importando que las cosas se pongan difíciles, debemos hablar de esas cosas y mantenernos firmes en la fe.

Cristo hará esto si siguen creyendo en las buenas noticias que escucharon. Tengan una buena base y manténganse firmes en su fe. No se alejen de la esperanza que les dan las buenas noticias, que se han contado en todas partes del mundo y que yo como siervo ayudo a anunciar. (Colosenses 1:23 PDT)

Muchos tienen que ver para poder creer.

Tomás creyó porque vio.

Jesús le dijo: Porque me has visto,  Tomás,  creíste;  bienaventurados los que no vieron,  y creyeron. (Juan 20:29 RV60)

Aún cuando Jesucristo estaba en la tierra muchos dudaron de él:

Entonces entró también el otro discípulo,  que había venido primero al sepulcro;  y vio,  y creyó. (Juan 20:8 RV60)

Jesús le contestó:
--Ustedes sólo creen en Dios si ven señales y milagros.  (Juan 4:48 BLS)

Pero a ti que estás en estos días  “¡Dios te ha bendecido porque confiaste en sus promesas!”  (Lucas 1:45 BLS)

Nosotros “aunque no lo podamos ver, confiamos en él.”  (2 Colosenses 5:7 BLS)

Ustedes, aunque nunca han visto a Jesucristo, lo aman y creen en él, y tienen una alegría tan grande y hermosa que no puede describirse con palabras. Ustedes viven alegres porque ya saben que Dios los salvará, y por eso confían en él. (1 Pedro  1:8, 9 BLS)

Ahora nosotros “vivimos por la fe y no por lo que vemos.” (2 Corintios 5:7 PDT)

No es que intentamos imponerles que ustedes vivan por la fe, “sino que deseamos contribuir a vuestra alegría, pues por la fe os mantenéis firmes.” (2 Corintios 1:24 BAD)

No pongan su atención más “en lo visible sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno.” (2 Corintios 4:18 BAD) Porque en esperanza hemos sido salvos, pero la esperanza que se ve no es esperanza, pues, ¿por qué esperar lo que uno ve? Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos. (Romanos 8:24 LBLA)

Porque ahora vemos por un espejo, es como si no tuviéramos una visión completamente clara es algo velado, pero llegará un momento en  veremos cara a cara; ahora conocemos en parte, pero entonces conoceremos plenamente, como hemos sido conocidos. (1 Corintios 13:12 LBLA)

Nuestra vida actual debe estar dirigida por la fe y el amor. Si vivimos por las cosas de este mundo y por la carne viviremos en dirección contraria a lo que Dios quiere para mi.

Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. (Gálatas 2:20 LBLA)

El creyente debe vivir por fe, si se aparta de esa fe no agradará a Dios.

MAS MI JUSTO VIVIRA POR LA FE; Y SI RETROCEDE, MI ALMA NO SE COMPLACERA EN EL. (Hebreos 10:38 LBLA)

La fe nos mantendrá firme ante todas las decisiones que tomemos.


Por la fe salió de Egipto sin temer la ira del rey, porque se mantuvo firme como viendo al Invisible.  (Hebreos 11:27 LBLA)

No solamente tenemos que tener esperanza y fe en Jesucristo también debemos amarle. Cómo le amamos sin aún verle, esto no lo sé, pero lo que es cierto que le amamos, creemos en Éll y le servimos.

A quien sin haberle visto, le amáis, y a quien ahora no veis, pero creéis en El, y os regocijáis grandemente con gozo inefable y lleno de gloria, obteniendo, como resultado de vuestra fe, la salvación de vuestras almas.  (1Pe 1:8-9 LBLA)

El enemigo quiere que estés preocupado, que no seas prudente, que no estés alertas de las cosas espirituales para poder vencerte. Debes mantener la esperanza y resistir en la fe teniendo conocimiento que en todas las partes del mundo tus hermanos en la fe sufren las mismas cosas.

Dejen todas sus preocupaciones a Dios, porque él se interesa por ustedes. Sean prudentes y manténganse despiertos, porque su enemigo el diablo, como un león rugiente, anda buscando a quien devorar. Resístanle, firmes en la fe, sabiendo que en todas partes del mundo los hermanos de ustedes están sufriendo las mismas cosas.  (1Pe 5:7-9 DHH)

No pierdas, pues, tu confianza, porque ella te traerá una gran recompensa. Tú necesitas tener fortaleza en el sufrimiento, para hacer la voluntad de Dios y recibir así lo que él ha prometido. Pues la Escritura dice:

 "Pronto, muy pronto,  vendrá el que tiene que venir.  No tardará. (Hebreos 10:35-37 DHH)

Pero Cristo, como Hijo, es fiel sobre la casa de Dios que eres tu mismo, si mantienes la seguridad y la alegría en la esperanza que tienes y no te la dejas arrebatar. (Hebreos 3:6 DHH)

Tú tienes una parte con Cristo, con tal de que te mantengas firme hasta el fin en la confianza que tenías al principio. Por lo cual dice:

 "Si hoy escuchan ustedes  lo que Dios dice,  no endurezcan su corazón  como aquellos que se rebelaron." ¿Y quiénes fueron los que se rebelaron después de haber oído la voz de Dios? Pues todos los que Moisés había sacado de la tierra de Egipto. ¿Y con quiénes estuvo Dios enojado durante cuarenta años? Con los que pecaron, los cuales cayeron muertos en el desierto. ¿Y a quiénes juró Dios que no entrarían en su reposo? A los que desobedecieron. Y, en efecto, vemos que no pudieron entrar porque no creyeron. (Hebreos 3:14-19 DHH)

Porque la palabra de Dios tiene vida y poder. Es más cortante que cualquier espada de dos filos, y penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta lo más íntimo de la persona; y somete a juicio los pensamientos y las intenciones del corazón. Nada de lo que Dios ha creado puede esconderse de él; todo está claramente expuesto ante aquel a quien tenemos que rendir cuentas. Jesús, el Hijo de Dios, es nuestro gran Sumo Sacerdote que ha entrado en el cielo. Por eso debemos seguir firmes en la fe que profesamos. Pues nuestro Sumo Sacerdote puede compadecerse de nuestra debilidad, porque él también estuvo sometido a las mismas pruebas que nosotros; solo que él jamás pecó. Acerquémonos, pues, con confianza al trono de nuestro Dios amoroso, para que él tenga misericordia de nosotros y en su bondad nos ayude en la hora de necesidad.  (Hebreos 4:12-16 DHH)

Moisés: “Consideró de más valor sufrir la deshonra del Mesías que gozar de la riqueza de Egipto; porque tenía la vista puesta en la recompensa que Dios le había de dar.”  (Heb 11:26 DHH)

Entonces ustedes si son ofendidos, perseguidos o maltratados: “Alégrense, estén contentos, porque van a recibir un gran premio en el cielo; pues así también persiguieron a los profetas que vivieron antes que ustedes.” (Mateo 5:12 DHH)

Jesús nos promete:

"Si alguien se declara a mi favor delante de los hombres, yo también me declararé a favor de él delante de mi Padre que está en el cielo.” (Mateo 10:32 DHH)

Aún en situaciones, de escasez o bancarrota debes mostrarte generoso:

“Y cualquiera que le da siquiera un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños por ser seguidor mío, les aseguro que tendrá su premio." (Mateo 10:42 DHH)

Si en cambio eres bendecido y tienes en abundancia, entonces muestra misericordia con aquellos que no tienen:

Al contrario, cuando tú des un banquete, invita a los pobres, los inválidos, los cojos y los ciegos; y serás feliz. Pues ellos no te pueden pagar, pero tú tendrás tu recompensa el día en que los justos resuciten. (Lucas 14:13-14 DHH)

…hermanos, permanezcan firmes y no dejen que nada los haga cambiar. Dedíquense totalmente a trabajar para el Señor, bien saben que su trabajo no es en vano. (1 Corintios 15:58 PDT)

Porque “… quienes siembran únicamente para complacer su naturaleza humana y sus malos deseos sólo cosecharán la destrucción eterna. Pero el que siembra para agradar al Espíritu, cosechará la vida eterna. No debemos cansarnos de hacer el bien. Si no nos rendimos, tendremos una buena cosecha en el momento apropiado. Siempre que podamos, hagamos el bien a todos, especialmente a nuestros hermanos en la fe.” (Gálatas 6:8-10 PDT)




No hay comentarios:

Publicar un comentario