¡Jehová,
cuánto se han multiplicado mis adversarios!
Muchos son
los que se levantan contra mí;
muchos son
los que dicen de mí:
«No hay para
él salvación en Dios». Selah
Mas tú,
Jehová, eres escudo alrededor de mí; mi gloria, y el que levanta mi cabeza.
Con mi voz
clamé a Jehová y él me respondió desde su monte santo. Selah
Yo me acosté
y dormí, y desperté, porque Jehová me sustentaba.
No temeré ni
a una gran multitud
que ponga
sitio contra mí.
¡Levántate,
Jehová! ¡Sálvame, Dios mío!
Tú heriste a
todos mis enemigos en la mejilla; los dientes de los perversos rompiste.
La salvación
es de Jehová.
¡Sobre tu
pueblo sea tu bendición! Selah ( Salmo 3. Biblia Versión Reina Valera 1960)
Cuando se
multiplican nuestros conflictos y problemas, podemos dirigir nuestra mirada a
Dios, cuando se levantan y hablan de nosotros, Dios se levanta como nuestro
escudo para protegernos, se convierte en nuestra gloria, levanta nuestra cabeza
para que no andemos en vergüenza.
En momentos
de angustia podemos clamar a Dios y Él nos va a responder desde su monte santo.
Señor hoy
creo en tu protección y tu cuidado sobre mí, sé que tú eres fiel. Gracias Señor
porque tú eres mi escudo y mi gloria. Te alabo.
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