martes, 22 de agosto de 2017

Puedo Porque Soy Débil



La Victoria Está En La Débilidad.

Cuáles son algunos de los valores que tenemos en alta estima en el día de hoy, hasta el punto de idolatrar... incluso llegar a  la adoración. Estos pueden ser algunos de ellos: Poder, Inteligencia. Habilidad atlética, Eficiencia, Victorioso, capacidad para hacer dinero, belleza, elocuencia.

La fragilidad de lo humano, el fracaso, la debilidad y la pobreza todos  los evitamos, como una plaga que quiere erradicarse  y queremos alejar. 

Si nos damos cuenta en nuestra sociedad hay poca oportunidad  o tolerancia para aquellos que son segundos o se han quedado a tras, no tienen esas capacidades para lograr lo que el mundo quiere. No hay mucha consideración  por las personas mayores – son viejos, lentos,  anticuados, no saben nada de lo actual.  

Pero nos olvidamos de una cosa muy importante, todos estamos en la misma carrera y cada recodo debemos pasarlo. Que te sucederá cuando Dios decide tratar contigo a través de la fragilidad de la vida, una enfermedad, un accidente, un momento imprevisto donde pierdes todo, un vuelco del destino que no esperabas, fracasos y derrotas, antes eras el primero ahora eres el último. 

Momentos vendrán cuando no podrás controlar las circunstancias, no podrás manipular los resultados, tendrás que someterte a lo que otros dicten.

Es irrisorio pensar que nuestra relación de paz con Dios se basa en nuestros valores errados de lo que es lo mejor, nuestra escala de valores se basa en tener garantizadas las circunstancias mejores de la vida, en poder obtener éxitos. La relación con Dios no se basa en las circunstancias de bienestar momentáneo, pasajero y frágil de nuestras percepciones. La relación de paz interior se basa en nuestra relación con Jesucristo.

Al contrario Dios forma hijos con un carácter de acero que pueden llevar el peso de su gloria, a través de vencer el dolor y la aflicción.

Los dos objetivos principales de nuestro Padre celestial  son Su gloria, y el desarrollo de nuestro carácter hasta llegar a la semejanza a Cristo, y Él usará cualquier instrumento   para lograr su cometido.  

El dolor, puede ser el megáfono de Dios para un mundo moralmente sordo.

'Yo te he refinado, aunque no como la plata; Te he probado en el horno de aflicción. Por mi propio bien, por mi propio bien, hice esto. ¿Cómo puedo yo ser difamado? No entregaré mi gloria a otro. (Isaías 48:10, 11)

Mientras  confiamos en nuestros logros y habilidades Dios no podrá trabajar a través de nosotros. Es  en nuestra debilidad, cuando somos últimos, cuando nadie nos ve, cuando no tenemos recursos, cuando estamos abandonados, cuando estamos escasos... es en nuestra dependencia de Él que   trabaja y nos da gozo interior:

'Él me dijo:' Mi gracia te basta, porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, me gloriaré con más gozo de mis debilidades, para que el poder de Cristo descanse sobre mí. Por eso, por amor a Cristo, me deleito en las debilidades, en los insultos, en las dificultades, en las persecuciones, en las dificultades. Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte…  'He aprendido el secreto de estar contento en cualquier situación, ya sea alimentado o hambriento, ya sea viviendo en la abundancia o en la necesidad. Puedo hacer todo a través de Aquel que me da fuerzas.  (2 Corintios 12: 9, 10, Filipenses 4: 12b-13).

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