Esto es lo que se preguntan miles de personas, para la
mayoría es muy difícil manejar la
tendencia agresiva o el enfado, la rabia y otras emociones relacionadas.
La ira es catalogada como una emoción que tiene como característica principal un incremento rápido del ritmo cardíaco, de la
presión arterial y los niveles de
noradrenalina y adrenalina en sangre.
Dios nos habla por medio de su Palabra y nos recomienda no airarnos, la ira
no debe ser parte de nuestra vida, pues destroza nuestra relación con las
personas que amamos.
Los expertos dicen que
la ira es la revelación de la respuesta que expresa nuestro cerebro para atacar
o huir de un peligro. Quedar dominados bajo este estado mental propio de los
momentos de ira nos convierte en personas más instintivas y disminuye nuestra capacidad para
razonar.
La ira puede nacer como derivación de un estado de
inseguridad, envidia, miedo o frustración.
La Biblia nos dice que la ira del hombre no obra la justicia
de Dios. Por más que estemos enojados sobre una situación, nuestro punto de
vista siempre será errado, porque estamos dominados por un sentimiento de
destrucción hacia una persona. Podemos atravesar situaciones injustas, incomodas, que otros imponen sobre nuestra vida, pese a todo esto
Dios nos dice que el sol no se ponga sobre nuestro enojo, o que si nos enojamos
no pequemos.
La ira o la agresividad, enojo o rabia se manifiestan regularmente bajo situaciones en las cuales surge una amenaza. La
ira está cimentada en sentimientos de temor, miedo, rabia, la frustración y el agotamiento.
Debemos tratar con nuestras cosas diarias con amor y paz,
para no entrar en ira en nuestra vida. Las frustraciones diarias se van aglomerando y, como
no expresamos ese malestar, terminamos
en un estado de ira. La solución a la ira es administrar la ira y los
sentimientos de rabia a los pies de Jesús. Antes que la ira se convierta en un
rio de daños, es mejor tomarnos un momento y llevar estos pensamientos a los pies de Cristo y analizar delante de él
nuestro motivo de ira.
La ira
defiende algo dentro de nosotros que no quiere ser disminuido. Por lo generar la
gente se enoja cuando algún sentimiento de orgullo o creencia en algo que
creemos intocable es vulnerado. Nos creemos superiores, creemos que lo que
creemos no puede ser tocado, creemos que somos más importantes que los demás,
creemos que lo de nosotros es primero. El orgullo, es una parte que nos lleva a
la ira, la rebeldía y estar enojados con los demás o con Dios. Para cambiar el
orgullo y esos pensamientos que nos llevan a la ira debemos ir a las enseñanzas
de Jesús y aceptar su ofrecimiento de cambiar nuestras debilidades y errores
por su amor y paz.
Que la paz de
Cristo Jesús llene tu corazón y haga florecer sentimientos de armonía y
felicidad en ti.
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