Guarda silencio ante el Señor;
espera con paciencia a que él te ayude.
espera con paciencia a que él te ayude.
No te irrites por el que triunfa
en la vida,
por el que hace planes malvados.
Deja el enojo, abandona el furor;
no te enojes,
porque eso empeora las cosas.
Pues los malvados serán arrojados
del país,
pero los que confían en el Señor
tomarán posesión de él.
Salmos 37:7-9
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