martes, 5 de diciembre de 2023

Descansa Un Poco



Él les dijo: Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían tiempo de comer. Marcos 6: 31.

Los discípulos, al igual que Jesucristo, tenían mucho trabajo, las actividades propias del ministerio exigían la intervención de cada uno de ellos, mucha gente necesitada, venían para ser sanados, otros ser ministrados, otros para conseguir consejo, y dirección, muchos querían conocerle y que le orara, miles iban y venían, aun de otras partes del mundo venían para conocer a Jesús. 

El trabajo no es malo, hay que trabajar, el apóstol Pablo escribió el que no trabaje, que no coma. Sin embargo, también hay que descansar, Dios estableció seis días para trabajar y un día para descansar. El cuerpo, la mente y el espíritu necesitan descansar, el cuerpo reponer fuerzas y dormir. En un mudo tan agitado como el de hoy, descansamos muy poco, las responsabilidades a veces nos sobrecarga y siempre es bueno descansar de manera sensata.

Aquí venos un llamado del Señor a descansar, a veces nos vemos como los salvadores del mundo, que si faltamos todo se caerá, que todos necesitan de nosotros, el Señor nos llama a dejar a lado nuestra autosuficiencia, nos hace ver que necesitamos entender que como seres humanos necesitamos tiempo para estar con nuestros seres queridos, para compartir con nuestra familia y amigos, que necesitamos disfrutar de las cosas que el mismo Dios ha creado para recrearnos en este mundo. 

Muchas familias están deshechas por el exceso de trabajo, muchos cuerpos desgastados y enfermos, muchas mentes agotadas y sin motivación. El cansancio puede traer sobre la vida de una persona agotamiento tal que pierda hasta el sentido de porque está trabajando verdaderamente.

Otros necesitan descansar de una vida continua de errores, fallas y pecado, ya están hartos de tanto pecar y quieren acabar esa vida que les ha llevado a lo más bajo de su existencia. Jesús ofrece descanso para todos, él ha dicho, venid a mí todos los que estéis cansados y trabajados, que yo os haré descansar.

El descanso que ofrece el Señor es un descanso del alma, un descanso de la carga del pecado y de las culpas, un descanso que se da por el perdón. 

Tomate un tiempo en alto si estás muy cargado, muy agobiado, muy trabajado. Detén tus actividades y tomate un descanso en el Señor, si son los errores, entonces vuelve al Señor para que te dé descanso de la carga que llevas. Estar a solas con Dios es el mejor descanso que tu alma pueda tener, planifica un día para que estés con él dialogando en oración y lectura de la palabra y experimenta ese descanso tan restaurador que él ofrece.

Oración: Señor sé que he estado muy agobiado por las responsabilidades y actividades, también sé que el pecado, la desobediencia y el orgullo causan un peso en mi alma que hace que viva cansado y sin renovación, hoy quiero ir a ti para que tú seas mi descanso, mi fuente de fuerzas nuevas, quiero depositar todas mis cargas delante de ti y quiero pedirte perdón y por mis pecados, límpiame, sáname y restáurame Padre, hoy me despojo de todo peso que me asedia y me levanto en tus fuerzas, padre permíteme ver que mi cuerpo también necesita descanso al igual que mi mente y que yo pueda designar tiempo para descansar y compartir tiempo de calidad con mi familia, hermanos y amigos, en momentos de alegría, gracias, Señor porque al igual que tú llamaste a tus discípulos a descansar, tú me proporcionas las oportunidades y medios para yo descansar de una manera sana y provechosa, en Cristo Jesús amén.


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