Dijeron: "Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa". - Hechos 16:31
Una de las cosas que enfatizamos y predicamos es la importancia de creer en el Señor Jesucristo. Es cierto que hay que creer en Él para alcanzar la salvación. Este versículo revela que creer en Jesucristo no es solo el primer y esencial paso, sino también el más crucial. Sin Jesucristo, es imposible alcanzar una vida completa y eterna. Sin embargo, este versículo también transmite algo significativo: nuestra decisión de creer en Cristo y seguirlo abre las puertas a una de las mayores bendiciones de nuestra vida, ya que nuestra familia también puede entrar en la bendición de la salvación.
Es evidente que cada miembro de nuestra familia debe elegir individualmente seguir a Cristo y buscarlo con un corazón sincero. Sin embargo, este versículo no implica que su salvación sea meramente una posibilidad o incertidumbre. Más bien, nos asegura que nuestra propia salvación sirve como catalizador para la salvación de nuestra familia. Nos convertimos en la punta de lanza, marcando el camino, pero el verdadero objetivo del Señor es salvar a nuestra familia. ¡Qué maravillosa noticia! Que inmensa alegría saber que nuestra familia está en el pensamiento del Señor y que Él desea la salvación de todos.
Oremos: "Señor, gracias por salvarme. Estoy agradecido porque también amas a mi familia y tienes un plan maravilloso para cada miembro. Hoy, creo firmemente y declaro que mi familia es salva. Oro por su salvación y comprométanse a buscarla diligentemente. En el nombre de Jesús, amén".
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