lunes, 30 de octubre de 2017

¿Quién es Jesús?



Jesús afirmó ser más que un maestro con lindas enseñanzas.

 

el sumo sacerdote le dijo:  Te conjuro por el Dios viviente,  que nos digas si eres tú el Cristo,  el Hijo de Dios.   Jesús le dijo:  Tú lo has dicho;  y además os digo,  que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios,  y viniendo en las nubes del cielo.

Mucha gente sale a expresar sus ideas acerca  de  Jesús, algunos acentúan que Jesús fue una buena persona, un gran maestro, un hombre muy inteligente, un sabio o un profeta. El evangelio de Mateo en el capítulo 26 versos 57 al 68 puede darnos otra idea acerca de Jesús.

En las situaciones más difíciles, cuando  las personas que querían crucificarlo estaban cerca de él acusándolo, él no vacilo y ratificó ser Dios. Los que lo oyeron  dijeron “blasfemia”.  

La blasfemia es una palabra que proviene del griego βλασφημία, está  compuesta de dos palabras, blaptein que significa «injuriar», y pheme, que significa «reputación». Etimológicamente significa palabra ofensiva, injuriosa, contumeliosa, de escarnio, sin embargo su uso estricto y generalmente aceptado, se refiere a «ofensa verbal contra la majestad divina».​ A lo largo de la historia han existido leyes contra la blasfemia al considerarla un delito público contra Dios,​ castigado antiguamente con la pena de muerte. Jesús afirmó ser más que un hombre.

Yo Soy El Cristo

Jesús  afirmó que él era El Cristo. La palabra "Cristo" es simplemente la traducción de Mesías, los judíos de ese tiempo lo veían como el "Santo de Israel". El Cristo era el Salvador y Libertador prometido desde la antigüedad, habría de venir y redimir a la nación de Israel. 

Yo Soy El Hijo de Dios

Jesús  afirmó que él era el Hijo de Dios hecho carne. Dios, el creador del universo y de los ángeles, tomó la forma de un  ser humano y caminó por este planeta.

Estoy Sentado a la derecha de Dios

Los judíos Creían que el fin de los tiempos daría a luz a Dios, y que un hombre manifestara que estaría sentado  a la diestra de Dios da a entender que él es igual a Dios. Ese es el reclamo explícito de Jesús de Nazaret. Es de mala educación sentarse en presencia de un rey a menos que se tenga el mismo rango y autoridad; Jesús afirmó que él está  sentado al lado de Dios.

Que locura un hombre que dice que es Dios. Si  no está loco, entonces  es un demonio del infierno, un mentiroso, o un impostor. Pero ese hombre que lo acusaron de blasfemo, cumplió su promesa de morir. Cómo puede un hombre mortal matar a Dios inmortal. Sencillamente no puede, a menos que el Dios inmortal sujete su poder. Jesús dijo “nadie me quita la vida, yo la doy”, también dijo “tengo todo el poder para dar mi vida y después volver a tomarla”, y lo demostró al resucitar al tercer día, nadie puede voluntariamente tomar su vida después que ha muerto, Jesucristo lo hizo. 

Mateo 26:57-68. RV60

(57)  Los que prendieron a Jesús le llevaron al sumo sacerdote Caifás,  adonde estaban reunidos los escribas y los ancianos.
(58)  Mas Pedro le seguía de lejos hasta el patio del sumo sacerdote;  y entrando,  se sentó con los alguaciles,  para ver el fin.
(59)  Y los principales sacerdotes y los ancianos y todo el concilio,  buscaban falso testimonio contra Jesús,  para entregarle a la muerte,
(60)  y no lo hallaron,  aunque muchos testigos falsos se presentaban. Pero al fin vinieron dos testigos falsos,
(61)  que dijeron:  Este dijo:  Puedo derribar el templo de Dios,  y en tres días reedificarlo.
(62)  Y levantándose el sumo sacerdote,  le dijo:  ¿No respondes nada?  ¿Qué testifican éstos contra ti?
(63)  Mas Jesús callaba. Entonces el sumo sacerdote le dijo:  Te conjuro por el Dios viviente,  que nos digas si eres tú el Cristo,  el Hijo de Dios.
(64)  Jesús le dijo:  Tú lo has dicho;  y además os digo,  que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios,  y viniendo en las nubes del cielo.
(65)  Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras,  diciendo:  ¡Ha blasfemado!  ¿Qué más necesidad tenemos de testigos?  He aquí,  ahora mismo habéis oído su blasfemia.
(66)  ¿Qué os parece?  Y respondiendo ellos,  dijeron:  ¡Es reo de muerte!
(67)  Entonces le escupieron en el rostro,  y le dieron de puñetazos,  y otros le abofeteaban,
(68)  diciendo:  Profetízanos,  Cristo,  quién es el que te golpeó.

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