miércoles, 1 de febrero de 2017

Lo Amas Sin Verlo



Ustedes aman a Jesucristo, aunque no lo han visto; y ahora, creyendo en él sin haberlo visto, se alegran con una alegría tan grande y gloriosa que no pueden expresarla con palabras, porque están alcanzando la meta de su fe, que es la salvación. (1Pe 1:8-9 DHH)

Uno de los grandes misterios de la vida espiritual es creer en Jesucristo sin haberlo visto.  Esta fe que depositamos en él y de la cual nos apropiamos y desarrollamos en nuestra vida cristiana día a día.

Pues vivimos por la fe y no por lo que vemos. (2 Corintios 5:7 PDT)

Este amor que sale de nosotros hacia Jesucristo, no sale espontáneamente de nuestros corazones, se origina primeramente en él. Él nos ama primeramente y ese mor despierta nuestro amor hacia él.

Nosotros amamos porque él nos amó primero. (1Jn 4:19 DHH)

Una de las maneras de saber si hemos conocido ese amor de Dios es que nosotros también vivimos en amor. Cuando llegamos a conocer y experimentar el amor de Dios en nuestras vidas ese amor nos cambia.

Así hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor, y el que vive en el amor, vive en Dios y Dios en él. (1Jn 4:16 DHH)

Tienes que oír el mensaje de la verdad y tienes que creer en ese mensaje, eso desarrolla tu fe.

En El también vosotros, después de escuchar el mensaje de la verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído, fuisteis sellados en El con el Espíritu Santo de la promesa, (Efesios 1:13 LBLA)

A quienes Dios quiso dar a conocer cuáles son las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles, que es Cristo en vosotros, la esperanza de la gloria. (Col 1:27 LBLA)

Dios nos ha dado a conocer este misterio que está en Cristo, cuando aceptamos a Cristo y creemos a su palabra Dios coloca en nuestro espíritu una nueva visión y la certeza de la presencia del espíritu Santo en nosotros. Son cosas inexplicables para los hombres naturales, sólo aquellos que han experimentado este nuevo nacimiento pueden saberlo.

Una de las cosas que evidencian de que amamos a Dios es que  amamos a nuestros hermanos. El amar a un ser que no hemos visto pero sabemos que existe y vive  con nosotros nos hace más sensibles a amar a nuestro prójimo.

El odio hace que perdamos la visión espiritual. El odio evidencia de que no podemos ver a Dios y que no queremos creer en él.

Si alguien afirma: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto.  (1Jn 4:20 BAD)

—Porque me has visto, has creído —le dijo Jesús—; dichosos los que no han visto y sin embargo creen.  (Juan 20:29 BAD)

Bienaventurado el hombre que puso á Jehová por su confianza… Salmos 40:4 (RV1909).

Para todas las cosas necesitamos colocar nuestra confianza en Dios. Para muchos es difícil colocar su confianza en Dios que no lo pueden ver, muchos buscan amigos o alguna persona en quien depositar su confianza, a quien contarle sus cosas, a quien pedirle que los entienda. Pero aquel que cree en Jesús sabe que puede depositar su confianza en él, sabe que puede contarle sus cosas, sabe que puede hablarle,  sabe que puede llorar a su lado y sabe que él puede escucharle y consolarle. En lo interior de ti tú sabes que él te ama y puedes sentir ese amor, también sabes que él te cuidará, también sabes que él es capaz de dar su vida por ti y ya lo ha hecho. Tú también sabes que lo amas y que cuando te acercas a él tú puedes expresarle tu amor con tu adoración palabras y pensamientos, pero te da miedo expresarle tu amor. Debes vencer ese miedo y acercarte a Jesús y amarle y seguirle, para eso fuiste creado…

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