Tú estarás cerca de mí, oh mi Padre, aun cuando falle,
Porque me llamaste para ser tu hijo,
Y cuando el enemigo dentro de mí quiera atacar,
Ayúdame a decir en Cristo: Señor Hágase tu voluntad.
Esto me calma, esto siempre me da descanso;
No hay lucha, en la que no pueda estar,
Cuando Cristo permanezca reinando dentro de mi pecho,
Tú me sostienes con tu mano poderosa.
Aunque seas flaco, débil y poco dispuesto a perecer, aun así el Padre te
ayudará y hará que su vida brote en ti. Recibe la visita de su presencia que viene de Él a tu alma;
Porque hay vida y paz en ella, y muerte y perplejidad al apartarse de ella.
Todo el mal que no cometemos, todas las tentaciones a las
que no consintamos o que nunca nos han visitado; todos son porque el Dios
invisible ha estado guardándonos del mal. Todos nuestros santos pensamientos y
buenas intenciones, todos nuestros anhelos después de lo que es correcto, son
tantos testigos de Su bondad amorosa hacia nosotros. Él te cuida, Él te cuida y
Él te ama.
Aunque la batalla sea dura, aunque caigan miles a du lado,
aunque veas a muchos temblar de pánico y dolor, aunque veas que la maldición
alcanza a muchos, aunque te amenacen, aunque se cierren las puertas y quieran
echarte, aunque vengan contra ti como un ejército muy fuerte, no temas Dios
está contigo y eso es más que suficiente.
…Hoy ustedes irán a la batalla contra sus enemigos. No
pierdan el valor, ni se asusten, ni entren en pánico ni se aterroricen por ellos,
porque el Señor su Dios va con ustedes
para pelear por ustedes contra su enemigo y darles la victoria”. Deuteronomio
20:3,4. PDT
JEHOVA es mi luz y mi salvación: ¿de quién temeré? Jehová es
la fortaleza de mi vida: ¿de quién he de atemorizarme? salmos 27:1 (RV1909)
Fortaleced las manos débiles, afianzad las rodillas
vacilantes. (Isaías 35:3 BJ)
Díganles a los temerosos: «Sean fuertes, no teman, aquí está
su Dios. Ya viene la compensación, la retribución de Dios. Él vendrá a
rescatarlos».(Isaías 35:3 PDT)
Te fortaleceré, sí, te ayudaré. Te salvaré con mi mano
victoriosa. »Mira, todos los que están furiosos contigo serán avergonzados y
caerán en desgracia. Los que se oponen a ti quedarán en nada y perecerán.
Buscarás a todos los que se te enfrentaron, pero no los hallarás. Los que te
hicieron la guerra, quedarán en nada. Porque yo, el Señor tu Dios, te tomo de
la mano. Yo soy el que te dice: “Te ayudaré, no tengas miedo”. »No temas,
gusanito... El Señor dice: “Yo mismo te ayudaré”. El Santo Dios de Israel te
salvará. (Isaías 41:10-14 PDT)
No hay comentarios:
Publicar un comentario