martes, 7 de febrero de 2017

No te Desvanezca, No Temas y No tiembles



Tú estarás cerca de mí, oh mi Padre, aun cuando falle,
Porque me llamaste  para ser tu hijo,
Y cuando el enemigo dentro de mí quiera atacar,
Ayúdame a decir en Cristo: Señor Hágase tu voluntad.
Esto me calma, esto siempre me da descanso;
No hay lucha, en la que no pueda estar,
Cuando Cristo permanezca reinando dentro de mi pecho,
Tú me sostienes con tu mano poderosa.

Aunque seas flaco, débil y poco  dispuesto a perecer, aun así el Padre te ayudará y hará que su vida brote en ti. Recibe la visita  de su presencia que viene de Él a tu alma; Porque hay vida y paz en ella, y muerte y perplejidad al apartarse de ella.

Todo el mal que no cometemos, todas las tentaciones a las que no consintamos o que nunca nos han visitado; todos son porque el Dios invisible ha estado guardándonos del mal. Todos nuestros santos pensamientos y buenas intenciones, todos nuestros anhelos después de lo que es correcto, son tantos testigos de Su bondad amorosa hacia nosotros. Él te cuida, Él te cuida y Él te ama.

Aunque la batalla sea dura, aunque caigan miles a du lado, aunque veas a muchos temblar de pánico y dolor, aunque veas que la maldición alcanza a muchos, aunque te amenacen, aunque se cierren las puertas y quieran echarte, aunque vengan contra ti como un ejército muy fuerte, no temas Dios está contigo y eso es más que suficiente.

Hoy ustedes irán a la batalla contra sus enemigos. No pierdan el valor, ni se asusten, ni entren en pánico ni se aterroricen por ellos, porque  el Señor su Dios va con ustedes para pelear por ustedes contra su enemigo y darles la victoria”. Deuteronomio 20:3,4. PDT

JEHOVA es mi luz y mi salvación: ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida: ¿de quién he de atemorizarme? salmos 27:1 (RV1909)

Fortaleced las manos débiles, afianzad las rodillas vacilantes.  (Isaías 35:3 BJ)

Díganles a los temerosos: «Sean fuertes, no teman, aquí está su Dios. Ya viene la compensación, la retribución de Dios. Él vendrá a rescatarlos».(Isaías 35:3 PDT)

Te fortaleceré, sí, te ayudaré. Te salvaré con mi mano victoriosa. »Mira, todos los que están furiosos contigo serán avergonzados y caerán en desgracia. Los que se oponen a ti quedarán en nada y perecerán. Buscarás a todos los que se te enfrentaron, pero no los hallarás. Los que te hicieron la guerra, quedarán en nada. Porque yo, el Señor tu Dios, te tomo de la mano. Yo soy el que te dice: “Te ayudaré, no tengas miedo”. »No temas, gusanito... El Señor dice: “Yo mismo te ayudaré”. El Santo Dios de Israel te salvará. (Isaías 41:10-14 PDT)

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