viernes, 3 de febrero de 2017

Guardame del mal



E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh si me dieras bendición, y ensancharas mi término, y si tu mano fuera conmigo, y me libraras de mal, que no me dañe! E hizo Dios que le viniese lo que pidió. 1 Crónicas  4:10 (RV1909)

La oración que realizó Jabes, fue una oración pidiendo a intervención de Dios, él le pedía a dios que ensanchara su territorio, le pidió que la mano de Dios estuviere con él y le pidió que le librara del mal y que el mal no le dañara.

Hoy en día desestimamos el factor oración, como un elemento importantísimo,  en nuestro ensanchamiento, y en nuestra protección del mal.

¿Por qué estás durmiendo? Levántate y ora, para que no caigas en tentación. Lucas 22:46.

Mantente despierto, alerta y ora, para que no caigas en tentación. Tu tienes buena voluntad, pero eres débil. Mateo 26:41.

Jehová te guardará de todo mal: El guardará tu alma. Salmos 121:7 (RV1909). Es una promesa de Dios, guardarte de todo mal. Los malos están al asecho, aunque la persona no piense en ello, pero los malos tienen los pensamientos encausados a buscar su provecho en otros y causan daño al hacerlo.

Yo te libraré de la mano de los malos   y te redimiré de la mano de los fuertes".  (Jeremías 15:21 RV95)

Dios nos guarda del mal y una forma de guardarnos del mal es enseñándonos como no caer en la tentación ni caer en el pecado. El enemigo puede tocar a una persona porque esta le ha abierto puertas y le ha dado autoridad para actuar.

Todo el que ha llegado a ser hijo de Dios deja de pecar. El Hijo de Dios lo mantiene seguro, y el maligno no le puede hacer daño.  (1Jn 5:18 PDT)


Hay una promesa de Dios para todos aquellos que disponen su corazón para guardar la palabra del Señor.

Porque has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la tentación que ha de venir en todo el mundo, para probar a los que moran en la tierra. Apocalipsis 3:10 (RV1909)

Si dedicas tu vida a Dios, Él sabe cómo guardarte de las dificultades, pero si eres perverso y te complaces en la maldad y el pecado, Dios también sabe cómo darte lo que te toca.

…Dios sabe rescatar de las dificultades a los que dedican su vida a él, pero también sabe cómo castigar a los perversos mientras esperan el día de su juicio. 2 Pedro 2:9.

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