porque del Señor es la tierra y su plenitud. 1 Corintios 10:26.
Todo es de Dios: a veces miramos a Dios como muy lejano cuando en realidad todas las cosas reposan en su mano. Las cosas del pasado, son de Él. Las cosas del futuro son de Él. Las cosas del presente son de Él. Los animales son de Él.
Nuestras mascotas, son lindas, nos encariñamos con ellas, las llegamos a apreciar tanto que cuando mueren sentimos dolor por su muerte.
Todo lo que Dios hizo tiene hermosura, nosotros los humanos a veces la dañamos o desviamos sus propósitos. Pero en la realidad Dios es el dueño el vela por cada animal sobre el planeta, de él es cada insecto, mamífero, reptil, seres microscópicos, todo ser viviente en el mundo y en el universo le pertenece a èl, cada cosa, cada planeta cada átomo, cada partícula le pertenece a él.
Son muchas cosas tantas que en nuestra mente humana no caben las tantas cosas que Dios tiene para él, y sin embrago que hay tantas cosas él está pendiente de cada cosa, cada ser, cada partícula.
En su esencia todo fue creado para satisfacerlo a él, los pájaros en las mañanas le canta al creador, las estrellas emiten sonido de alabanza a su nombre, todo gira para él.
En medio de toda esta basta creación Dios nos crea a nosotros y nos coloca como administradores de su creación y nos da el privilegio de conectarnos con esos seres que él también ha creado, con esas cosas tan bellas que él ha hecho.
Cuando nos conectamos con nuestros animales, establecemos vínculos de cariño comprendemos también que ellos son creación de Dios, no en la dimensión en que Dios nos creo a nosotros pero fueron creados por la orden de Dios y él en un momento los quiso hacer los pensó y puso hermosura en su esencia. Nosotros disfrutamos de ellos, y sólo nos queda corresponder a ese cariño que nos dan, todo el cariño que nos dan esas mascotas es porque Dios puso en su ser la esencia de su bonda y amor. Todo lo que Dios creò es hermoso.
Gracias Señor por permitirnos disfrutar de tu creación y percibir tu amor a través de ellos.
Mas si alguien os dijere: Esto fue sacrificado a los ídolos; no lo comáis, por causa de aquel que lo declaró, y por motivos de conciencia; porque del Señor es la tierra y su plenitud. 1 Corintios 10: 28.
Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Éxodo 19:5.
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