No envié Yo aquellos profetas, pero ellos corrían; Yo no les hablé, mas ellos profetizaban. Jeremías 23:21.
El mal entendido de la palabra “Dios me dijo que lo hiciera”
Cuantas malas decisiones se han justificado con esa declaración, Se casaron, se
mudaron a otra ciudad, se cambiaron de Iglesia, se divorciaron.
Como sabes que fue Dios y no tu mente o tus emociones?
Aprenda a distinguir cuando su mente le habla y no Dios aplique el
discernimiento espiritual por medio de su palabra.
1.- Cuando es tu mente la que te habla nunca es repentinamente o de
repente.
Dios siempre habla repentinamente o de repente. Cuando la voz de Dios
te habla es de repente y hasta te sorprendes, pero cuando esa voz es tu mente
no te sorprendes, nunca te sorprendes.
2.- La voz no es convincente.
(no te convence); si es tu mente la que te ha hablado.
Cuando Dios te habla tienes convicción, solidez en su voz, firmeza. No
te pedirá por favor, o te dirá discúlpame, te hablará con autoridad.
3.- Cuando la voz de Dios viene a través del Espíritu Santo es con un
propósito; el de glorificar a Jesucristo. Cuando tu mente te habla, es para el
beneficio de tu carne.
4.- Cuando tu mente te habla no hay razón para hablarte; Dios siempre
tiene un propósito, siempre hay una razón porque Dios quiere mostrarte su
palabra.
La voz de Dios tiene siempre un propósito, la voz de tu mente no la
tiene.
5.- Tu mente nunca te dirá que
ores, nunca.
6.- Tu mente nunca te dirá que
leas Su palabra.
7.- Tu mente nunca te dirá que
des algo para Dios, que trabajes para Dios.
8.- La voz de Dios es permanente; pero la voz de tu mente se queda un instante y después se va; lo olvidas; al próximo día
se fue, o días después se fue lo que supuestamente Dios dijo.
9.- La voz de Dios te permite recordar todo lo que El té dijo, todo.
Cuando escucho la voz del Señor en mi corazón recuerdo el incidente, el motivo,
la hora, el momento y la manera de cómo me habló; pero cuando es mi
mente al rato ya no me acuerdo muy bien
y hasta que desaparece totalmente.
Su voz se planta en tu memoria,
en tu corazón.
10.- La voz de tu mente no te
produce paz, te produce preguntas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario