La ansiedad afecta la salud física, mental y espiritual. Jamás había
visto yo tanta gente enferma por la ansiedad.
La ansiedad hace que la
gente se consuma por dentro. A mucha gente la ansiedad le quita el
apetito a otras le da por comer demás, sin realmente tener hambre. Sé de
personas que no duermen y de otras que no pueden pensar bien o que todo
se les olvida. La ansiedad o el desespero también puede cambiar nuestro
carácter o actitud, nos puede tornar agresivos o violentos.
No saber esperar nos hace estar anticipados o preocupados por las
cosas que ni siquiera han ocurrido y talvez ni vayan a ocurrir. Eso
amados, nos causa fatiga mental. Tan es así que en el Salmo 119:28 el
Salmista dice: "Mi alma se deshace de ansiedad, sustentame en tu
palabra". Y es así, la ansiedad hace que sintamos que nos deshacemos por
dentro. Quisieramos resolver las situaciones en un santiamén, sin
encomendarnos a nadie.
La ansiedad produce impaciencia, y echamos a perder las cosas por no
saber esperar en el Señor. ¿Saben qué indica la impaciencia?
Indica
falta de confianza en el dominio soberano de Dios. Con nuestras
decisiones apresuradas demostramos que en realidad no creemos que
nuestro Dios controla cada circunsta ncia de nuestra vida, de manera que
impaciencia es sinonimo de incredulidad. En el medio del calor de la
prueba llegamos a convencernos de que Dios ha perdido control sobre
nuestra vida, o que tal vez no le importa lo que nos esta pasando y
pensamos que vamos a tener que resolver por nosotros mismos. Pensamos:
para eso tengo educación, conocimientos, yo creo que sé como hacerlo, no
puedo depender todo el tiempo de Dios.
La impaciencia siempre desemboca en la desobediencia.Y la
desobediencia viene por la soberbia, que es todo lo contrario a la
humildad. A los soberbios se les hace difícil someterse a las
autoridades. Viven confiando en sus propias fuerzas, su intelecto, lo
que trae un sinnúmero de calamidades a su vida. El hombre ha adquirido
tanto conocimiento, tanta ciencia, que se le hace cada vez más difícil
someterse un ser superior a él. Queremos ser sabios en nuestra propia
opinion y por eso el orgullo, la soberbia está rampante.
Pablo dice en Romanos 13.2 dice que el que se opone a la autoridad, a
lo establecido por Dios resiste; y que los que resisten, acarrean
condenación para sí. ¿Queremos ser exaltados?, sometámonos, humillémos
ante la mano poderosa de Dios.
¿Qué dice Pedro más adelante? “Y cuando fuere tiempo él nos exaltará”
Hay hermosas promesas de parte de Dios para los humildes, para aquellos
que reconocemos que no somos nada sin Dios, que nuestra fuerza es él.
Provervios 29:23 dice: “la soberbia del hombre le abate pero al humide
de espiritu sustenta la honra”. El honrará al humilde, como dice en
Isaias 66.2: “pero miraré a aquel que es humilde de espíritu y que
tiembla a mi palabra”
Pero veamos algo que dice Pedro en estos versículos y que llena de
ansiedad al hombre: “cuando fuere tiempo”.
¡Qué difícil es esperar el
tiempo del Señor! Esperar trae ansiedad.
La pregunta es: ¿Cómo aprender a
esperar sin ponernos ansiosos?
Díficilmente podremos lograrlo si
dependemos de nuestras propias fuerzas o inteligencia. Si no lo sabes,
la mejor medicina para calmar la ansiedad es la confianza en Dios. Saber
que él tiene cuidado de ti y que te ama puede ayudarte en gran manera a
descansar y por ende aprender a esperar sin desesperarnos, sin querer
superar a Dios, porque en muchas ocasiones pedimos ayuda a Dios pero en
nuestro interior creemos que podemos resolver la situación más rápido o
mejor que él.
Pero hay más en estos versículos dice: sed sobrios y velad porque el
enemigo anda como león rugiente, buscando a quién devorar; Tenemos que
estar apercibidos, Sabemos que la impaciencia siempre desemboca en la
desobediencia. Y la desobediencia viene por la soberbia y que dificil se
nos hace a veces aceptar las cosas, nos justificamos, culpamos a los
demas y a Dios y así no podemos ir al quebrantamiento, al
arrepentimiento a buscar el perdón de Dios. Se llega al corazón de Dios
es por medio del quebrantamiento. Mientras no confieses tu pecado, será
como ir muriendo lentamente. Y no podras ser restaurado.
A la luz de la Palabra de Dios, Pedro nos exhorta a ser humildes
delante de Dios, a saber esperar en el tiempo del Señor. Dice la palabra
que Dios nos exaltará, nos dará la salida, nos dará la victoria en su
tiempo. Nos dice más, Pedro dice que echemos toda nuestra ansiedad sobre
nuestro Señor, porque no hay otro que pueda tener más cuidado de
nosotros que nuestro Dios. ¿Estas sufriendo de ansiedad? hoy te invito a
que la canalices a través del amor sanador de nuestro Señor Jesucristo.
El siempre esta listo para recibir tus ansiedades e inquietudes.
Dios nos ha dado unas instrucciones en este día: “Humíllate a mí,
busca de mí, yo tengo todo el poder, no te eches tu la carga, no manejes
tu mismo tus ansiedades, temores, angustias, desesperación, no te
impacientes, echalas todas sobre mí. ¿Quien si no yo puede resolverlas
mejor, quien si no Yo, que te amo , que tengo cuidado de ti. Espera en
mí, confía en mí y te exaltaré cuando sea el tiempo, El tiempo correcto
para que haya bendición en tu vida hasta que sobreabunde. Es tiempo de
que abras tus ojos espirituales y reconozcas las artimañas que el
enemigo está usando para debilitar tu fé. Resiste, un poco mas, sólo un
poco mas y dejame a mi perfeccionarte, darte la fuerza, afirmar tu fe y
establecer tu salvación.”
“Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que
él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre
él, porque él tiene cuidado de vosotros”.1 Pedro 5:6-7
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