… No temas, yo te ayudo (Isaías 41:13).
Cuando dejé de viajar en familia con mis padres, raras veces iba a visitar a mis abuelos, los cuales vivían a cientos de kilómetros de casa. Así que, un día, decidí tomar un avión para ir a visitarlos durante un fin de semana largo. Mientras íbamos al aeropuerto para mi vuelo de regreso, mi abuela, que nunca había volado, empezó a transmitirme sus temores: «Ese avión en que viniste era tan pequeño… En realidad, no hay nada que te sostenga allí arriba, ¿no? A mí me daría muchísimo miedo subir a esa altura».
Cuando llegó el momento de subir al pequeño avión, yo tenía tanto miedo como la primera vez que volé. Es verdad, ¿qué es lo que, al fin y al cabo, sostiene este avión?
Los temores irracionales, e incluso los legítimos, no tienen que aterrorizarnos. David vivió como un fugitivo; perseguido por el rey Saúl, quien estaba celoso de su popularidad. Solamente encontró paz y consuelo en su relación con Dios, como escribió en el Salmo 34: «Busqué al Señor, y él me oyó, y me libró de todos mis temores» (v. 4).
Nuestro Padre celestial es perfectamente sabio y amoroso. Cuando el miedo comience a abrumarnos, debemos detenernos y recordar que Él es nuestro Dios y que siempre nos sostendrá.
Cuando llegó el momento de subir al pequeño avión, yo tenía tanto miedo como la primera vez que volé. Es verdad, ¿qué es lo que, al fin y al cabo, sostiene este avión?
Los temores irracionales, e incluso los legítimos, no tienen que aterrorizarnos. David vivió como un fugitivo; perseguido por el rey Saúl, quien estaba celoso de su popularidad. Solamente encontró paz y consuelo en su relación con Dios, como escribió en el Salmo 34: «Busqué al Señor, y él me oyó, y me libró de todos mis temores» (v. 4).
Nuestro Padre celestial es perfectamente sabio y amoroso. Cuando el miedo comience a abrumarnos, debemos detenernos y recordar que Él es nuestro Dios y que siempre nos sostendrá.
Padre, a pesar de mis temores, sé que estás conmigo. ¡Que tu amor perfecto quite mis miedos y tranquilice mi corazón!
Cuando creemos que Dios es bueno, aprendemos a liberarnos de nuestros miedos.
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