miércoles, 24 de septiembre de 2014

Protege Tu Futuro

Vivimos en una cultura orientada al placer y enfocada en el presente. Dios no quiere que sacrifiquemos las bendiciones futuras por los deleites inmediatos. Echemos un vistazo al error cometido por Esaú, y aprendamos de él.

Ciego a lo que era valioso en la vida, Esaú vendió despreocupadamente su primogenitura para conseguir lo que quería. Por ser el hijo mayor de Isaac, encaraba un futuro seguro en su papel de líder espiritual y cabeza de la familia. Pero, si...n darle ninguna importancia a sus derechos como primogénito, ni a las consecuencias sobre las generaciones futuras, lo vendió todo por un plato de lentejas.

Algunos de nosotros somos igualmente miopes. Pasamos gran parte de nuestro tiempo trabajando o involucrándonos en actividades que nos producen placer. Cuando lo que Dios quiere es que nuestras prioridades reflejen las suyas —que lo amemos con todo nuestro corazón, alma y mente; y que amemos a los demás por medio de una vida de servicio y sacrificio (Mt 22.37-40).

Esaú era gobernado por su apetito y por sus emociones. Cuando regresó de cazar, sus pensamientos estaban centrados en el hambre que tenía, y en la manera más rápida de satisfacer su estómago vacío. Aceptó la oferta de Jacob sin considerar el costo. Las emociones que nos impulsan a actuar con rapidez pueden llevarnos por el mal camino.

Podemos proteger nuestro futuro rindiéndonos al control del Espíritu Santo y sirviendo a Dios obedientemente. Asegúrese de ponerlo a cargo de su mente, su voluntad, sus emociones y su apetito.

Génesis 25:23-34. Reina-Valera 1960 (RVR1960)

23   y le respondió Jehová:
Dos naciones hay en tu seno,
Y dos pueblos serán divididos desde tus entrañas;
El un pueblo será más fuerte que el otro pueblo,
Y el mayor servirá al menor. m
24 Cuando se cumplieron sus días para dar a luz, he aquí había gemelos en su vientre.
25 Y salió el primero rubio, y era todo velludo como una pelliza; y llamaron su nombre Esaú.
26 Después salió su hermano, trabada su mano al calcañar de Esaú; y fue llamado su nombre Jacob.[a] Y era Isaac de edad de sesenta años cuando ella los dio a luz.
27 Y crecieron los niños, y Esaú fue diestro en la caza, hombre del campo; pero Jacob era varón quieto, que habitaba en tiendas.
28 Y amó Isaac a Esaú, porque comía de su caza; mas Rebeca amaba a Jacob.
29 Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado,
30 dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado. Por tanto fue llamado su nombre Edom.
31 Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura.
32 Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura?
33 Y dijo Jacob: Júramelo en este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura.
34 Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura.

martes, 23 de septiembre de 2014

¿Por qué Eres Quebrantado?


A nadie le gusta ser afligido, pero no podemos ignorar sus beneficios para el crecimiento espiritual. El ser quebrantados nos da una perspectiva totalmente nueva en cuanto al plan del Señor para nuestra vida. Es que disfrutar de un flujo constante de bendiciones distorsiona nuestro enfoque de Dios, dejándonos por lo general con la suposición de que Él existe para nuestro servicio.

Le pedimos al Señor salud, éxito y seguridad económica. Le pedimos qu...e bendiga nuestra familia y nuestras relaciones. Le pedimos, le pedimos y le seguimos pidiendo. Y la verdad es que la mayor parte del tiempo no estamos realmente hablando a Dios en absoluto. En nuestra mente, lo hemos reemplazado por un sirviente; le decimos lo que queremos, y después lo enviamos a que nos lo consiga.

En todo esto, ¿quién es el centro de nuestras oraciones? Sin duda, no es Dios todopoderoso, nuestro eterno Salvador y Creador del universo. No; somos nosotros quienes estamos en el centro de estas oraciones. Por consiguiente, el resultado final es la sutil creencia de que Dios existe para nuestro beneficio —algo muy distinto de la realidad de su divinidad. Esta distorsión rompe el corazón del Señor y nos aleja mucho de saber realmente quién es Él.

La cura para esta egocéntrica idolatría es el quebrantamiento. Cuando Dios dice “No”; cuando quita; cuando maneja lo que tenemos, cuánto tenemos y cuánto tiempo lo tenemos, nos está ayudando a mantener nuestros ojos puestos en Él. No desprecie esos momentos. Por el contrario, reconózcalos como la voz de su Padre celestial llamándole de regreso a sus amorosos brazos.

2 Corintios 4:7-10. Reina Valera 1960.

7 Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros,
8 que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados;
9 perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos;
10 llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos.

lunes, 22 de septiembre de 2014

Morir Para Vivir...

Juan 12.24 nos da una hermosa ilustración del quebrantamiento: “Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto”. En otras palabras, solamente cayendo y rompiéndose puede un solo grano producir una abundante cosecha. Si se mantiene aislado y protegido nunca producirá nada.
Así es como trabaja el Señor, nos quebranta para producir crecimiento espiritual y un ministerio asombroso en nuestras vidas. Y el proceso es siempre el mismo:
1. Dios se fija como objetivo las áreas en que no estamos sometidos a Él.
2. Él dispone las circunstancias y selecciona las herramientas con las cuales quebrar nuestra autosuficiencia.
3. Él controla la presión y el tiempo de esas circunstancias para traernos de vuelta a su voluntad.
Pero, lamentablemente, siempre nos resistimos a ser quebrantados. Queremos seguir el camino más fácil, y tener la esperanza de que Dios bendecirá nuestra apatía.
Si nos negamos a ser transformados por medio del quebrantamiento, y en vez de eso nos aferramos a las cosas que Dios quiere que dejemos, Él nos pondrá a un lado. Al igual que un grano de trigo intacto, nos mantendremos solos y sin fruto.
Hermano, ese no es el camino que lleva a la madurez. Nuestro Padre celestial tiene un camino mejor.
El quebrantamiento duele, pero más duele no ser quebrantado. No se deje distraer por la felicidad breve. Mire hacia dónde le está conduciendo su Padre celestial, y deje que Él haga lo que sea necesario para llevarle hasta allí.

 

sábado, 30 de agosto de 2014

Comfort, Seguridad, Satisfacción

 »¿Acaso no es a mi familia que Dios ha elegido?
    Sí, ha hecho un pacto eterno conmigo.
Su pacto está arreglado y asegurado hasta el último detalle;
él garantizará mi seguridad y mi éxito.
 2 Samuel 23:5. Nueva Traducción Viviente (NTV)
 
Esto no es solamente una promesa sino un conjunto de promesas - una caja llena de perlas. El pacto es como el arca que contiene todas las cosas.
 
Estas fueron  palabras de David, pero pueden ser  mías hoy. Aquí está un pensamiento: "las cosas no están muy bien  y  tampoco con los míos están como yo quisiera; hay pruebas, ansiedad, y pecados. Esto hace que la almohada donde apoyamos la cabeza para dormir parezca dura, como de piedra. 
 
Pero Dios nos da un consuelo - "...ha hecho conmigo un pacto eterno." Jehová mismo se ha comprometido conmigo, y  sella el pacto con la sangre de Jesús. Por este pacto yo estoy atado a mi Dios y mi Dios para mí. 
 
Sale al relieve la seguridad, ya que este pacto es eterno, bien ordenado y seguro. No hay nada que temer con respecto a  un lapso de tiempo, la falta de algún punto olvidado, o la incertidumbre natural de las cosas. El pacto es como una base rocosa que sirve para la vida o para la muerte.
David siente la satisfacción: él quiere la salvación o deleite. Él se entrega, y que está feliz. El pacto es todo lo que un hombre puede desear.
Oh  alma mía: Vuelve en el día de hoy al Señor  Jesús, quien te ha sido dado para ser un pacto para el pueblo. Tómalo a El como tu todo en todo.
 

sábado, 9 de agosto de 2014

Mensaje de Dios

Cada criatura, al nacer, nos trae el mensaje de que dios todavía no ha perdido la esperanza en los hombres.

martes, 4 de febrero de 2014

Primero Lo Espiritual

Vivimos en una cultura “cristiana” que a veces difiere con lo que realmente tendría que ser el evangelio. Nos acostumbramos a “clubs sociales” antes que a una Iglesia que vive en un mismo sentir. Anhelamos ser prosperados económicamente pensando que esa es la verdadera bendición y nos olvidamos que Jesús dijo que no tenía ni donde recostar la cabeza(“Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza.” Mateo 8:20 Reina Valera 1960).
 
Queremos enseñarles a otros lo que tienen que hacer cuando nosotros mismos no somos capaces de gobernar bien nuestra casa, con esposas que no los respetan y  con hijos que no los honran. (“que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad” 1 Timoteo 3:4 Reina Valera 1960)
 
Queremos hacer todo para Dios y ni siquiera lo tomamos en cuenta, tenemos muchas frasecitas para denotar lo “espiritual”, pero ninguna de ellas lleva ese poder del Espíritu de Dios porque vivimos contristándolo y en ocasiones ni siquiera creemos en el poder del Espíritu Santo y nos apoyamos en nuestra propia sabiduría para defender lo indefendible. (“No entristezcan al Espíritu Santo de Dios con la forma en que viven. Recuerden que él los identificó como suyos, y así les ha garantizado que serán salvos el día de la redención.” Efesios 4:30 Traducción en Lenguaje Actual)
 
Decimos que no hay que ser hipócritas ni fariseos, pero no hacemos nada por vivir una vida que de verdad agrade a Dios. Pensamos que con decir lo que queremos denotamos sinceridad cuando la realidad es que la boca muchas veces habla cuando ni siquiera ha pensado lo que va hablar. (“En las muchas palabras no falta pecado; Mas el que refrena sus labios es prudente.” Proverbios 10:19 Reina Valera 1960)
 
Hablamos de pasión por Dios cuando nuestra vida está más apagada que un carbón en medio de un océano. Hablamos de fidelidad a Dios cuando no somos capaces de ser fieles a las personas que decimos amar. Queremos sujeción cuando no somos capaces de darnos a respetar, cuando nuestras acciones gritan lo mal que vivimos y nuestros gritos predicando son más sordos que el sonido de una pluma cayendo. (“Hemos sido infieles a Dios, no lo hemos obedecido; somos violentos y traicioneros, y engañamos a la gente.” Isaías 59:13 (Traducción en lenguaje actual))
 
Nos hemos olvidado para quien vivimos y para qué vivimos, pensamos en nosotros antes que en Dios, lo usamos muchas veces para defender las ideas que a los únicos que benefician son a nosotros mismos y no a Dios. Decimos vivir para Dios cuando en realidad nos aprovechamos para vivir a través del nombre de Dios. “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará” Gálatas 6:7 (Reina-Valera 1960)
 
¿Qué nos pasa?, ¿En que momento perdimos el rumbo?, ¿En que momento pusimos primero nuestros anhelos humanos antes que llevar a cabo la voluntad de Dios?, vivimos para nosotros y nos olvidamos de vivir para Dios, hacemos todo para beneficio nuestro y nada para beneficiar a Dios. (Efesios 5:14)
 
Es hora de despertar, es hora de vernos al espejo y por fin ser sinceros con nosotros mismos y darnos cuenta que no podemos vivir a costa de nuestras ideas sino a través de lo escrito por Dios que solo se encuentra en la Santa Biblia. Dejemos de usar la Biblia para excusarnos en nuestra mediocridad y comencemos a ser lo que Dios quiere que seamos: Santos porque Él es Santo. (1 Pedro 1:16)
 
Comencemos a morir a nosotros mismos cada día para que Dios crezca en nosotros (Juan 3:30). Vivamos realmente para Dios en lugar de aprovecharnos de su Nombre. Demos ejemplo a la gente en lugar de sacar a relucir sus errores, pero sobre todo mostremos la pasión por Dios que tanto decimos sentir en lugar de exigirle a la gente que la tenga.
 
Regresa y toma la cruz pesada que un día decidiste dejar en el camino y comienza a caminar a la par de Jesús (Mateo 16:24), sintiendo y viviendo el verdadero evangelio que va más allá de las ideas vanas de un mundo que terminará.
 
Has tesoros en el cielo y no en la tierra, vive como un ciudadano celestial y no terrenal (Mateo 6:19-21), que tus acciones hablen más que tus palabras, pero sobre todo pon en primer lugar lo espiritual antes que lo terrenal o carnal.

miércoles, 8 de enero de 2014

Haciendo Lo Que Mejor Te Parece

“En aquellos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía.”
Jueces 17:6 (Reina-Valera 1960)
 
Siempre me ha llamado la atención este pasaje de la Biblia que se encuentra en Jueces, y es que todos en algún momento de nuestra vida vivimos estás palabras que están escritas: “…cada uno hacía lo que bien le parecía.”
 
Este mismo pasaje en otra versión dice: “En esos días, Israel no tenía rey; cada uno hacía lo que le parecía correcto según su propio criterio.” Jueces 17:6 (Nueva Traducción Viviente). Hacer lo que a uno le parece es en pocas palabras vivir como uno quiere vivir, según nuestro propio criterio sin importar lo que los demás y a veces hasta lo que Dios piensa acerca de lo que hago o de cómo vivo.
Pero hay algo importante en este pasaje de la Biblia y es el hecho del por qué cada quien vivía como le placía, y eso se daba porque “En aquellos días no había rey en Israel…”.
 
Para los que decimos amar y vivir para el Señor, nuestro Rey es Dios pues nos regimos bajo su reino y un día viviremos toda una eternidad en su reino. Pero en el tiempo actual muchos viven como si no tuvieran rey haciendo lo que bien les parece, tomando decisiones sin tomar en cuenta a Dios, creando normas o reglas que no son respaldadas por la Palabra de Dios, dejando aun lado el reinado Santo para darle lugar al criterio propio.
 
El criterio propio es la peor arma que podemos tener y es la que nos puede llevar al fracaso, y es que en ocasiones en base a nuestro propio criterio podemos creer que estamos haciendo lo correcto, pero eso no lo dicta el criterio humano sino la Palabra de Dios escrita.
 
Es hora de dejar de vivir como que si no tuviéramos Rey, haciendo lo que nos parece correcto según nuestro propio criterio, es hora de hacer aun lado nuestro criterio y permitirte a Dios que dirija nuestra vida, que su Palabra sea esa lámpara que alumbre nuestro camino.
 
Hay unos proverbios que fueron escritos para esas ocasiones en donde nos creemos sabios en nuestra propia opinión, para esos momentos en donde queremos hacer lo que bien nos parece y no lo que Dios quiere que hagamos, estos proverbios dicen:

“Confía en el Señor con todo tu corazón,
no dependas de tu propio entendimiento.
Busca su voluntad en todo lo que hagas,
y él te mostrará cuál camino tomar.
No te dejes impresionar por tu propia sabiduría.
En cambio, teme al Señor y aléjate del mal.
Entonces dará salud a tu cuerpo
y fortaleza a tus huesos.”

Proverbios 3:5-8 (Nueva Traducción Viviente)
Recuerda que tienes un Rey al que te debes, un Rey que siempre quiere lo mejor para ti, un Rey que espera que lo tomes en cuenta en todo lo que hagas y cuando eso pase tienes que estar seguro que todo lo que hagas prosperara, porque no hay mejor bendición que el respaldo que Dios te da cuando haces su voluntad.

¡Deja de hacer lo que quieres para comenzar a hacer lo que Dios quiere!