Esfuércense por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz. (Efesios 4:3)
Este versículo nos presenta una verdad profunda: la unidad ya es un hecho consumado, un don que nos ha sido dado por el Espíritu Santo. El Espíritu Santo es la persona de la Trinidad que nos introduce en la vida cristiana y es Él quien nos bautiza, o nos ubica, dentro del cuerpo de Cristo para formar una unión viva con todos los demás creyentes.
Al nacer de nuevo, pasamos de ser enemigos a ser reconciliados con Dios. La paz que recibimos es la ausencia de guerra en nuestra relación con el Creador.
El desafío para nosotros no es crear esta unidad, sino "esforzarse por mantenerla". Esta unidad se mantiene unida por el vínculo de la paz. La paz, junto con el amor y el gozo, es un fruto del Espíritu Santo, y estas virtudes son las señales más seguras de una experiencia vital con el Espíritu.
El mandamiento de Pablo implica que la unidad puede perderse o dañarse fácilmente. Por lo tanto, debemos comportarnos con humildad, amabilidad y paciencia para tolerarnos unos a otros en amor. La congregación debe llegar a la unidad de la fe. La paz del Señor es tan profunda que sobrepasa todo entendimiento, y esta paz es una de las características que definen el reino de Dios.
Aplicación
- Prioriza el amor fraternal sobre las posturas personales: El amor debe ser una prioridad mayor que las diferencias de opinión o la defensa de la libertad personal, especialmente si esto causa que otro creyente tropiece. El amor fraternal debe ser un afecto cálido y real hacia los hermanos, ya que el amor cubre multitud de pecados.
- Cultiva la humildad constante: Para mantener el vínculo de la paz, la humildad es esencial. Debemos considerar a los demás como superiores a nosotros mismos y no hacer nada por egoísmo o vanidad. Al cultivar la humildad, se produce armonía y se evita que el mundo nos fuerce a tomar su forma.
Reflexiona
- El Señor quiere que vivamos en armonía con otros y no que presionemos a los demás para que tengan nuestro punto de vista. ¿Te molesta el comportamiento o el punto de vista de tu hermano porque no se alinea con la manera en que tú harías las cosas, o porque la Biblia lo declara pecado?.
- Si la paz es la ausencia de guerra, y la paz es un fruto del Espíritu, ¿qué síntomas espirituales (como impaciencia, irritabilidad o preocupación) son evidentes en tu vida hoy que indican que estás fuera de la armonía continua con el Espíritu Santo, rompiendo ese vínculo de paz?.
La Oración De Hoy
Dios Trino, te doy gracias porque en Tu gracia me has justificado y me has reconciliado Contigo, dándome paz. Te ruego, por el poder de Tu Espíritu Santo, que me ayudes a mantener la unidad del Espíritu en mis relaciones con mis hermanos, especialmente con aquellos que son difíciles de amar. Revísteme de humildad, amabilidad y paciencia. Que mi amor por los demás sea un reflejo claro y acabado de Tu corazón. Ayúdame a perdonar a mi prójimo como Tú me perdonaste, y que mi vida irradie el gozo y la paz que son fruto de Tu Espíritu, para que Tu nombre sea glorificado. Amén.

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