Amo la ley de Dios con todo mi corazón, pero hay otro poder dentro de mí que está en guerra con mi mente. Ese poder me esclaviza al pecado que todavía está dentro de mí”. Romanos 7:22-23 (NTV)
Hay gente que sinceramente ama a Dios, sin embargo se ven atacados, manipulados y esclavizados por fuerzas superiores a él. Es más ninguno de nosotros se puede deshacer completamente de esta lucha, por más que una persona lea la Biblia, ore, ayune o sea muy espiritual, esta lucha constante, implacable, cruel y maliciosa se mantendrá en la vida de las personas.
Uno de los más grandes apóstoles en el nuevo testamento confiesa que él mismo tiene estas luchas internas, aunque ama al Señor, le busca y le sirve, aún dentro de él se manifiesta el pecado. oh, cómo es posible que un apóstol de la magnitud del apostol Pablo diga esto!.
Es cierto que esta batalla continuará a lo largo de nuestra vida. Aunque hayas sido un creyente toda tu vida, la vieja naturaleza vive dentro de ti. Esta vieja naturaleza nos trata de convencer de volver a lo pecaminoso, a los deseos desordenados.
Entonces ¿Qué podemos hacer en contra de esta vieja naturaleza?
La realidad es que no podemos hacer nada. Ella seguirá insistiendo y todo lo que hagamos será en vano. Porque no tenemos la suficiente fuerza para enfrentarla, solos.
El error de Eva fue ponerse a dialogar con la serpiente y pensar que podría ganarle, el error de Caín fue pensar que podría jugar con sus celos, orgullo, envidia, la palabra de Dios nos señala que el que se cree que está firme mire que no caiga. No podemos permitirnos pensar que podemos descuidarnos o dejarla actuar a sus anchas.
José se vio envuelto en una situación comprometedora con la mujer de Potifar, él no la estaba buscando, la mujer lo estaba buscando. El optó por huir, correr, alejarse, para no caer.
La Palabra de Dios también nos dice que nos sometamos a Dios, resistamos al Diablo y él huirá de nosotros. Y esta es la otra parte de la ecuación, solos no podremos resistir ni optar por la nueva naturaleza, dependemos de Dios, someternos a él, obedecer, oír, sus consejos guía y palabra que nos dice qué hacer en cada situación. El Señor Jesucristo lo dijo una vez, separados de mí nada podrán hacer. Esto es muy cierto, cada vez que te ataca este gran poder y trata de esclavizarte, no pelees solo, busca la ayuda del Señor, pídele que te de una mano, él sabe que quieres hacer lo bueno para él y te ayudará, porque él ya ha vencido, tu vencerás también.
No hay comentarios:
Publicar un comentario