Mas los que esperan á Jehová tendrán nuevas fuerzas;
levantarán las alas como águilas, correrán, y no se cansarán, caminarán, y no
se fatigarán. Isaías 40:31
Este es un hermoso versículo que nos ha inspirado por
generaciones. Nos habla de las fuerzas que Dios proporciona a los que esperan
en él. Este no es el único versículo en la Biblia donde se nos habla acerca de
esperar en el Señor. Esperar en el Señor aparece en cada oportunidad en que
hombres y mujeres de Dios se vieron en situaciones difíciles y arriesgadas.
Parece ser una norma para todo aquel que quiere seguir a su Señor.
Esperaré pues á Jehová, el cual escondió su rostro de la
casa de Jacob, y a él aguardaré. Isaías 8:17
Y se dirá en aquel día: He aquí este es nuestro Dios, le
hemos esperado, y nos salvará; éste es Jehová a quien hemos esperado, nos
gozaremos y nos alegraremos en su salud. Isaías 25:9.
El Salmo 25 refleja algunas
cosas por las cuales Dios espera y nosotros también debemos esperar.
Ciertamente ninguno de cuantos en ti esperan será
confundido: Serán avergonzados los que se rebelan sin causa. (Salmos 25:3)
Esperar nos da la claridad para no ser confundidos.
Esperar evita que seamos avergonzados sin motivo. En cambio
revelarse y no esperar trae vergüenza y exposición.
Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; Enséñame tus sendas.
(Salmos 25:4)
Esperar nos da tiempo para conocer los caminos de Dios, nos
da tiempo para aprender acerca de las sendas del Señor y comprender sus
decisiones y designios. Podemos obedecer a ciegas, pero siempre habrá algo
dentro de nosotros que nos pregunta el porqué de aquello que el Señor ha
designado. Sin embargo cuando esperamos le damos e tiempo al Señor para que nos
instruya en sus caminos y nos muestre el porqué de las cosas. A veces una
palabra del Señor nos puede parecer dura e injusta, pero debemos esperar para
conocer sus propósitos y su razón. Esperamos y luego vemos que Dios tenía
razón, allí comprendemos sus caminos y sus decisiones.
Encamíname en tu verdad, y enséñame; Porque tú eres el Dios
de mi salud: En ti he esperado todo el día. (Salmos 25:5)
Esperar en el Señor nos muestra la verdad de las cosas y nos
enseña la verdad de Dios. Las cosas de este mundo pueden engañarnos pero cuando
esperamos en el Señor las cosas se ponen a la luz de Dios y entonces conocemos
los verdaderos propósitos detrás de ellas. Al esperar conocemos la verdad de
Dios y sus propósitos eternos, sabemos que Dios quiere nuestra salud, salvación
y bien y pese a que una palabra del Señor nos parezca dura y sin sentido, al
esperar se nos muestra que en los designios de Dios esas cosas fueron
dispuestas así para nuestro bien y bendición.
Acuérdate, oh Jehová, de tus conmiseraciones y de tus
misericordias, Que son perpetuas. (Salmos 25:6).
Al esperar damos oportunidad para que las misericordias de
Dios sean manifestadas a nuestra vida. Las misericordias de Dios son eternas,
es por eso que debemos esperar en el Señor para verlas, el apresurarnos, ser impacientes,
tomar decisiones fuera de la voluntad de Dios hace que nos perdamos de esas
misericordias que ya están dispuestas para nuestras vidas.
De los pecados de mi mocedad, y de mis rebeliones, no te
acuerdes; Conforme a tu misericordia acuérdate de mí, Por tu bondad, oh Jehová.
(Salmos 25:7)
El esperar en el Señor, nos da tiempo para ser sanados y pedir
perdón al Señor por nuestros pecados y rebeliones pasadas. Esperar en el Señor
nos da tiempo para meditar sobre nuestros caminos, nuestros errores, nuestros
deseos y nos hace reflexionar con respecto a nuestra actitud hacia el pecado y
la rebelión. Esperar nos hace ser sensibles,
nos lleva a arrepentirnos, porque nos enseña acerca del pecado, la
desobediencia y lo incorrecto.
Esperar te renueva las fuerzas, levanta tu espíritu y te da
nuevos motivos para seguir. Al estar limpios y comprender los caminos del
Señor, nos da paz interior, nuestras fuerzas son recargadas por la comunión con
la fuente de poder que es Dios. Nuestra visión se repotencia, nuestro ánimo se
levanta y podemos emprender el propósito de nuestras vidas con más
determinación y gozo.
Por eso el profeta declaró esta palabra. Mas los que esperan
á Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como águilas, correrán, y
no se cansarán, caminarán, y no se fatigarán. Isaías 40:31
Aquellos que están necesitados y urgidos de una ayuda, no
desesperen Dios les ayudará y los socorrerá.
Y se dirá en aquel día: He aquí este es nuestro Dios, le
hemos esperado, y nos salvará; éste es Jehová a quien hemos esperado, nos
gozaremos y nos alegraremos en su salud. Isaías 25:9.
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